ELA y Estado de bienestar

Hace unos d¨ªas recib¨ª un correo de mi hija que vive en Irlanda, por medio del cual me comunicaba, con alegr¨ªa, que me hab¨ªa nominado para la campa?a para recaudar fondos y divulgar esta terrible enfermedad que todav¨ªa, por desgracia, es algo desconocida para una parte importante de la sociedad. Le agradec¨ª que se acordara de m¨ª y que respetaba su implicaci¨®n en esta campa?a, pero que no iba yo a continuar con esta ruedano porque considerara la misma como una frivolidad (como mucha gente se hab¨ªa ya pronunciado al respeto) sino porque considero que son los Gobiernos dentro de sus responsabilidades sanitarias y sociales los que tienen que asumir tanto el gasto como la difusi¨®n de esta enfermedad y las consecuencias de la misma.

Existe una correlaci¨®n directa, en los ¨²ltimos tiempos, entre los recortes en pol¨ªticas p¨²blicas y la aparici¨®n de iniciativas como la que comentamos, lo que implica dos cosas, a saber: por un lado, el traspaso progresivo de las responsabilidades de los Gobiernos (desmantelando el fr¨¢gil Estado de bienestar) hacia la iniciativa ciudadana (volviendo a lo que ya cre¨ªamos superado: la caridad). Y, por otro, la aceptaci¨®n acr¨ªtica de la ciudadan¨ªa de estas iniciativas con el apoyo impagable de los medios de comunicaci¨®n que no s¨®lo han difundido la campa?a sino que se han prestado a nominarse entre ellos. Ma?ana iniciaremos campa?as para recaudar fondos para la investigaci¨®n, para la ciencia, para construir escuelas (s¨®lo en la Comunidad Valenciana hay 150 barracones porque no hay dinero para construir escuelas), para ayudar a los que sufren por los recortes en dependencia, para pagar las becas a los estudiantes. ?Por qu¨¦ no?¡ª Marcelo Noboa Fiallo.