Una asignatura pendiente, la democracia

La ley que regula la convivencia en la ense?anza p¨²blica promueve la participaci¨®n de padres, profesores y alumnos para adaptarse a la realidad de cada centro. No obstante, en muchos centros este necesario proceso democr¨¢tico no se ha llevado a cabo. La diferencia entre un centro en el que el plan de convivencia no ha sido consensuado y otro en el que s¨ª es sustancial. En el segundo caso, el profesor, que en ¨²ltimo t¨¦rmino debe aplicar una sanci¨®n, se siente respaldado por los otros profesores y los padres, y el alumno que la recibe asume mejor que ha de cambiar de actitud porque ¨¦l mismo ha aceptado previamente unas normas b¨¢sicas de conducta. Hay teor¨ªas pedag¨®gicas y suficientes experiencias que confirman que en los centros en los que se da una participaci¨®n efectiva de toda la comunidad educativa mejora notablemente el clima de convivencia. La transmisi¨®n de conocimientos es importante, pero tambi¨¦n lo es ense?ar valores democr¨¢ticos. Ciertamente, el debate y la discusi¨®n de los planes de convivencia implican una inversi¨®n importante de tiempo y de energ¨ªa. Sin embargo, el resultado ser¨¢ que mejore la calidad de la ense?anza y que los alumnos aprendan a vivir en democracia.¡ª Miguel ?ngel Viciana Clemente.

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