Por una psicolog¨ªa sin ajardinamientos
El catedr¨¢tico de Psicolog¨ªa Marino P¨¦rez pone en duda la credibilidad de la psicolog¨ªa positiva y la califica como ¡°una ciencia que hay que sostener con alegatos porque no se sostiene por s¨ª misma¡±
Sin dejar de reconocer la legitimidad de la carta de la Sociedad Espa?ola de Psicolog¨ªa Positiva y su comprensible defensa de la psicolog¨ªa positiva, no dejan de llamar la atenci¨®n algunas ¡°debilidades¡±, m¨¢s que ¡°fortalezas¡±, del alegato. Por lo pronto, parece que la propia psicolog¨ªa positiva abandona la ¡°resiliencia¡± y la ¡°positividad¡± a favor del cabreo y del malhumor, cuando encuentran algo que nos les gusta. De todos modos, lo que m¨¢s sorprende, como defensa del car¨¢cter cient¨ªfico de la psicolog¨ªa positiva, es ver que, seg¨²n parece tambi¨¦n, es una ciencia sin teor¨ªa: ¡°no es una teor¨ªa, sino un campo de estudio¡±, se dice. La psicolog¨ªa positiva se reconoce o arroga como la ¡°ciencia de la felicidad¡± y, sin embargo, no tendr¨ªa, entonces, una teor¨ªa de la felicidad, que investigar¨ªan sin saber qu¨¦ es (si fuera as¨ª, ser¨ªa como aquellos que fueran a explorar el polo Oeste sin plantearse qu¨¦ es un polo terrestre).
?Es que la psicolog¨ªa no estaba interesada en el bienestar hasta la llegada de la psicolog¨ªa positiva??
Pero lo cierto es que la psicolog¨ªa positiva tiene teor¨ªa, c¨®mo no, siendo una de sus m¨¢s conspicuas formulaciones la distinci¨®n entre hedonismo y eudaimon¨ªa, junto con el supuesto crecimiento en espiral (¡°upward spiral¡±) del mutuo fortalecimiento entre las emociones positivas, las relaciones sociales y la salud f¨ªsica. Se trata de una teor¨ªa debida a Barbara Fredrickson, considerada una de las investigadoras con mayor perfil cient¨ªfico dentro de la psicolog¨ªa positiva, que ella y sus colaboradores tratan de fundamentar con an¨¢lisis matem¨¢ticos y bases gen¨®micas. Una vez m¨¢s, porque no es la primera, un an¨¢lisis cr¨ªtico de sus estudios muestra que est¨¢n plagados de problemas que van desde la teor¨ªa y la conceptualizaci¨®n, pasando por las mediciones, a los an¨¢lisis estad¨ªsticos e interpretaciones de los ¡°hallazgos¡±. De uno de estos an¨¢lisis cr¨ªticos se hace eco la revista Materia, del que viene esta espiral de comentarios, y que tanto parece cabrear a la psicolog¨ªa positiva. En realidad, con quien debieran estar cabreados es con la reincidencia de Fredrickson.
Si hubiera que quedarse con que la psicolog¨ªa positiva es un ¡°campo de estudio¡±, en vez de una teor¨ªa, ello de por s¨ª no define una ciencia. Si bien una ciencia tiene un campo (de teor¨ªas, conceptos, t¨¦rminos, procedimientos, m¨¦todos, etc¨¦tera), con alg¨²n ¡°cierre¡± o recurrencia l¨®gica y emp¨ªrica, un campo de estudio sin teor¨ªa o con teor¨ªas ¡°por los suelos¡± no se ve que sea una ciencia. Desde luego, no ser¨ªa una gran ciencia, si acaso una ciencia que hay que sostener con alegatos porque no se sostiene por s¨ª misma. Dejando aparte consideraciones de este tipo (dif¨ªciles de eludir si se quiere tratar a fondo del asunto), la pregunta ser¨ªa de qu¨¦ y c¨®mo se puebla el campo de la psicolog¨ªa positiva. A lo que parece, de meter en su campo todo lo relacionado con ¡°lo positivo¡± de la psicolog¨ªa de siempre y acotarlo con r¨®tulos y vallas de psicolog¨ªa positiva, de modo que no se puede tocar ni entrar con ¡°malas noticias¡±. ?Es que la psicolog¨ªa no estaba interesada en el bienestar hasta la llegada de la psicolog¨ªa positiva en el a?o 2000?
Mejor nos ir¨ªa a los psic¨®logos con la Psicolog¨ªa, sin m¨¢s, que ya bastantes problemas tiene para establecer su campo cient¨ªfico
Mejor nos ir¨ªa a los psic¨®logos con la Psicolog¨ªa, sin m¨¢s, que ya bastantes problemas tiene para establecer su campo cient¨ªfico, como para ajardinarlo y quedarse con lo que florece. Mejor le ir¨ªa a la Psicolog¨ªa, sin andar por las ramas y sin dividirla en positiva y negativa.
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