Facultad de pseudociencias
¡®Materia¡¯ publica un cap¨ªtulo de ¡®100 ideas. El libro para pensar y discutir en el caf¨¦¡¯, del fil¨®sofo de la ciencia Mario Bunge, en el que propone la creaci¨®n de un plan de estudios universitarios espec¨ªficos para dedicarse a las pseudociencias
Las pseudociencias, tales como la astrolog¨ªa y la quiromancia, siempre han sido populares, a menudo m¨¢s que las ciencias. Ahora, cuando est¨¢ de moda exigir que las universidades satisfagan la demanda del mercado, habr¨ªa que ense?arlas abierta y sistem¨¢ticamente, en lugar de hacerlo solapadamente en las facultades de humanidades. El consumidor tendr¨ªa que poder elegir libremente entre la Facultad de Ciencias y la Facultad de Pseudociencias. Y el diploma debiera autorizar a ejercer la profesi¨®n.
Esta idea no es m¨ªa ni nueva; hace casi un siglo Freud, el fundador de la pseudociencia m¨¢s exitosa del siglo pasado, propuso un plan detallado de una Facultad de Psicoan¨¢lisis en la Universidad de Viena. Su plan de estudios inclu¨ªa numerosos cursos de psicoan¨¢lisis, mitolog¨ªa y literatura. Nada de psicolog¨ªa experimental ni de neurociencias, desde luego, porque quienes trabajan en estos campos tienen la nefasta man¨ªa de exigir pruebas.
El empresario acad¨¦mico que se propusiera crear una Facultad de Pseudociencias no tendr¨ªa la menor dificultad en reclutar profesorado ni alumnado
El defecto del plan de Freud es que era unilateral: s¨®lo inclu¨ªa el psicoan¨¢lisis. El m¨ªo es amplio y abierto: incluye todas las principales pseudociencias conocidas, as¨ª como las por inventar. En efecto, mi plan de estudios de la Licenciatura en Pseudociencias es el que sigue.
¡¤ Primer a?o: Introducci¨®n a las pseudociencias, Historia de las pseudociencias, Astrolog¨ªa, Alquimia, Piramidolog¨ªa, Demonolog¨ªa. Trabajos pr¨¢cticos: transmutaci¨®n de plomo en oro; construcci¨®n de hor¨®scopos; b¨²squeda de napas de agua mediante la horqueta; levitaci¨®n; reconstrucci¨®n de una pir¨¢mide egipcia; entrar en contacto espiritual con un demonio.
¡¤ Segundo a?o: Homeopat¨ªa, Naturopat¨ªa, Psicoan¨¢lisis freudiano, Numerolog¨ªa. Trabajos pr¨¢cticos: manufactura de remedios homeop¨¢ticos para curar el c¨¢ncer, la diabetes o el mal de amores; identificar el complejo relacionado con la bisabuela materna; hallar el significado simb¨®lico del n¨²mero de Avogadro.
?Se legitimizan el autoenga?o y la estafa al ense?arlos en la universidad?
¡¤ Tercer a?o: Psicoan¨¢lisis jungiano, Parapsicolog¨ªa, Mem¨¦tica, Psicolog¨ªa evolutiva, Grafolog¨ªa, Seminario I. Trabajos pr¨¢cticos: encontrar las sincron¨ªas entre tsunamis y terremotos pol¨ªticos; tocar la flauta a distancia; explicar la ¨²ltima de las 10.000 religiones registradas en los EEUU como una adaptaci¨®n al medio ambiente del Paleol¨ªtico; hallar el significado simb¨®lico de los sue?os de un terrorista notorio.
¡¤ Cuarto a?o: Dise?o inteligente (ex-Creacionismo cient¨ªfico), Astronom¨ªa de universos paralelos, Medicina hol¨ªstica, Gen¨¦tica ego¨ªsta, Psicoan¨¢lisis lacaniano, Derecho del ejercicio ilegal de la medicina, Filosof¨ªa de la pseudociencia, Seminario II. Trabajos pr¨¢cticos: averiguar los designios del Alt¨ªsimo cuando dise?¨® el piojo y la muela del juicio; averiguar algunos rasgos de un universo en el que fallen las leyes de la termodin¨¢mica; diagn¨®stico y tratamiento hol¨ªstico del callo plantal; buscar el gen de la afici¨®n al f¨²tbol, al p¨®quer o a la pseudociencia; inventar trucos para evitar pleitos iniciados por clientes desagradecidos; elaborar una filosof¨ªa de la ovnilog¨ªa, la reflexolog¨ªa, el psicoan¨¢lisis o la mem¨¦tica.
Los seminarios I y II se dedicar¨ªan a estudiar teor¨ªas o pr¨¢cticas situadas entre la ciencia y la pseudociencia, tales como las teor¨ªas de cuerdas, del comienzo del universo a partir del vac¨ªo y de la elecci¨®n racional.
Preveo que el empresario acad¨¦mico que se propusiera crear una Facultad de Pseudociencias no tendr¨ªa la menor dificultad en reclutar profesorado ni alumnado, sobre todo por cuanto en este campo no caben pruebas de idoneidad. Tampoco tendr¨¢ dificultad alguna en formar una biblioteca especializada en pseudociencias, como puede comprobarse visitando cualquier librer¨ªa. Pero seguramente el empresario tendr¨ªa que hacer frente a la competencia de las facultades de ciencias, medicina e ingenier¨ªa. En este caso podr¨¢ recurrir a los argumentos siguientes, que ofrezco sin cargo.
¡¤ Primero: la libertad acad¨¦mica incluye la libertad de ense?ar cualquier cosa, incluso que dos m¨¢s dos es igual a siete y que la Tierra es plana.
¡¤ Segundo: puesto que la ciencia es falible, es posible que la pseudociencia de hoy sea la ciencia de ma?ana.
¡¤ Tercero: en la ¨¦poca posmoderna todo es relativo, no hay verdades objetivas ni es necesario poner a prueba lo que se conjetura.
¡¤ Cuarto: el tiempo es oro, y se lo ahorra aprendiendo una pseudociencia en lugar de una ciencia.
¡¤ Quinto: el instrumental que necesita la investigaci¨®n experimental se est¨¢ haciendo tan costoso que incluso a los pa¨ªses m¨¢s poderosos les convendr¨ªa cultivar disciplinas que no requieren experimento alguno.
¡¤ Sexto: la universidad posmoderna es una empresa, y como tal tiene el derecho y el deber de suministrar los productos que demande el consumidor.
¡¤ S¨¦ptimo: en ciertos pa¨ªses ya funcionan facultades de humanidades en las que s¨®lo se ense?an doctrinas posmodernas (por ejemplo, que la historia es una rama de la literatura) y facultades de psicolog¨ªa en las que se ense?a exclusivamente el psicoan¨¢lisis. La facultad que propongo no hace sino generalizar y proclamar abiertamente lo que otras hacen en forma estrecha y solapada.
Estos argumentos me parecen impecables. S¨®lo me asaltan tres dudas. Primera: ?se legitimizan el autoenga?o y la estafa al ense?arlos en la universidad? Segunda: ?es necesario que la universidad deje de ser el principal taller de b¨²squeda de verdades? Tercera: dado que el derecho al macaneo es uno de los derechos del hombre, ?por qu¨¦ exigir diploma para ejercerlo?
* Este texto pertenece a ¡¯100 ideas. El libro para pensar y discutir en el caf¨¦¡¯, de Mario Bunge, cuya nueva edici¨®n, revisada por el autor y con nuevo pr¨®logo, forma el sexto t¨ªtulo de la Biblioteca Bunge de Editorial Laetoli (www.laetoli.es).
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