Atlas ¨ªntimo para espaldas doloridas
Un equipo canadiense estudia las posturas m¨¢s recomendables para tener sexo con dolor lumbar
Cuatro de cada cinco personas sufren dolor lumbar a lo largo de su vida. De ellos, el 84% de los hombres que lo sufren y el 73% de las mujeres afirman que reducen significativamente la frecuencia con que tienen sexo. Aunque la relaci¨®n entre el dolor y las ganas de tener relaciones sexuales puede parecer evidente, hasta ahora no se hab¨ªa realizado ning¨²n estudio biomec¨¢nico sobre c¨®mo se mueve la columna durante el sexo para tratar de averiguar qu¨¦ posturas y qu¨¦ movimientos pueden ser mejores para evitar sufrir.
Esta semana, un equipo de investigadores de la Universidad de Waterloo, en Canad¨¢, ha publicado los resultados del primer an¨¢lisis de este tipo. Empleando t¨¦cnicas de captura del movimiento como las que se emplean para recrear la forma de moverse de los jugadores de f¨²tbol en los videojuegos, los cient¨ªficos siguieron a diez parejas para analizar el movimiento de la columna vertebral en cinco posiciones sexuales frecuentes. Con la informaci¨®n recopilada, los autores del trabajo, que se publica en la revista Spine, quieren crear una gu¨ªa con recomendaciones de posiciones y formas de empujar para evitar los movimientos con m¨¢s posibilidades de provocar dolor en los pacientes.
¡°Lo que ha tenido efectos beneficiosos es estar f¨ªsicamente activo¡±, dice Francisco Kovacs
Entre los hallazgos de los investigadores, ellos mismos destacan que la posici¨®n de la cuchara, en la que los dos miembros de la pareja permanecen tumbados sobre el costado y mirando en la misma direcci¨®n, no siempre es la mejor para quienes sufren dolor lumbar, pese a que muchas veces sea una recomendaci¨®n m¨¦dica general frente a estos problemas. ¡±Posiciones que son buenas para un tipo de dolor de espalda no lo son para otro¡±, afirma Natalie Sidorkewicz, una de las autoras del estudio. Este estudio se ha centrado sobre la postura y el movimiento del hombre y en los pr¨®ximos meses se publicar¨¢ otro centrado en la mujer.
En su atlas de movimientos para un sexo con menos dolor, el equipo canadiense recomienda que los hombres que toleran mal la flexi¨®n, es decir, que sufren m¨¢s cuando tratan de tocarse los dedos de los pies o permanecen sentados durante mucho tiempo, sustituyan la posici¨®n de la cuchara por la de coito a tergo, vulgarmente conocida como posici¨®n del perro, en la que la mujer permanece de espaldas al hombre apoyada sobre brazos y piernas. Como recomendaci¨®n general, la clasificaci¨®n de posiciones de m¨¢s a menos recomendada comienza por la posici¨®n del perro con la mujer apoyada sobre los codos, en segundo lugar el misionero, con el hombre encima de la mujer apoyado sobre las manos, en tercero la posici¨®n del perro con la mujer apoyada sobre sus manos, en cuarta el misionero con el hombre apoyado sobre sus codos y en quinto la cuchara.
La brecha entre la teor¨ªa y la pr¨¢ctica
Pero esta es la teor¨ªa, puesta en pr¨¢ctica en un entorno de laboratorio, con condiciones controladas y analizando los movimientos de personas sanas. Como recuerda Francisco Kovacs, presidente de la Fundaci¨®n Kovacs, especializada en el dolor de cuello y espalda, en la vida real, con personas con dolor, lejos del laboratorio, las cosas se vuelven mucho m¨¢s complicadas. ¡°El dolor, cuando es cr¨®nico, no siempre es igual, y no es tan f¨¢cil clasificar en dolor por flexi¨®n o extensi¨®n, como se hace en el estudio. Adem¨¢s, en la vida real las cosas se mueven o te puedes resbalar en las s¨¢banas¡±, explica Kovacs. Por eso, este especialista asegura que, m¨¢s all¨¢ de atlas como el que recomiendan los investigadores canadienses, lo que se suele recomendar es algo que ¡°puede parecer obvio¡± y consiste en ¡°ponerse en la posici¨®n en la que el dolor sea menor¡±.
Kovacs considera que, como sucede con la higiene postural, que propone una serie de posiciones y movimientos para evitar el dolor de espalda en las actividades cotidianas, las recomendaciones respecto al sexo no son pr¨¢cticas y, adem¨¢s, ¡°pueden hacer que el paciente se angustie porque no est¨¢ manteniendo la postura adecuada. Lo que se ve que ha tenido efectos beneficiosos es mantenerse f¨ªsicamente activo, evitar el reposo y los movimientos que produzcan dolor y a partir de ah¨ª tratar de disfrutar de la vida¡±, concluye. No obstante, reconoce que este tipo de estudios son interesantes para generar hip¨®tesis que despu¨¦s se comprueben en la cl¨ªnica.
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