La megaloman¨ªa de los multimillonarios nigerianos
Junto a Lagos, Eko Atlantic City ser¨¢ una ciudad de lujo para el 1% de los ricos del pa¨ªs
Lagos no es solamente la ciudad m¨¢s grande de Nigeria sino la urbe con mayor poblaci¨®n de todo ?frica Subsahariana. Siendo adem¨¢s una de las mayores megaciudades costeras del mundo, es considerada una zona de alto riesgo por inundaciones debido a los m¨²ltiples arroyos y lagunas, y tambi¨¦n por el cambio clim¨¢tico. El gobierno nigeriano ya ha mostrado su preocupaci¨®n y ha movido las primeras fichas para asegurar el futuro de la ciudad. Sin embargo, las medidas tomadas parecen ir m¨¢s encaminadas a satisfacer a una minor¨ªa que representa la ¨¦lite econ¨®mica que reside en la megaurbe que a proteger los intereses de la mayor¨ªa de los lagosenses. El ejemplo es el proyecto Eko Atlantic City, la construcci¨®n de una aut¨¦ntica ciudad paralela a Lagos, que pretende anidar a un cuarto de mill¨®n de personas, en su mayor¨ªa, multimillonarios.
Antes de la llegada de los primeros exploradores portugueses, en el siglo XV, Lagos era conocida como Eko o ¡°campo de guerra¡± en yoruba. Cuando los europeos pisaron esta parte del litoral africano, la llamaron Lagos por estar situada como una isla entre lagunas y riachuelos. Hoy, se ha recuperado el nombre de Eko para bautizar a un aut¨¦ntico monstruo que se levanta altivo en una ciudad gemela de Lagos, y que quedar¨¢ unida a ella por un puente.
Eko Atlantic City es un lujoso megaproyecto obra de la constructora South Energyx Ltd y del gobierno estatal, que algunos ya han convenido en llamar la Dubai africana. Una aut¨¦ntica isla artificial de 10 kil¨®metros localizada en Isla Victoria, levantada por encima del nivel del mar con toneladas de arena extra¨ªdas del fondo del oc¨¦ano. Eko Atlantic aspira a convertirse en 2020 en el epicentro comercial y financiero de ?frica Occidental. El multimillonario proyecto no ha tardado en conseguir financiaci¨®n y se ha hecho con la inversi¨®n de un consorcio privado de bancos formado por el First Bank, el First City Monument Bank y el Guarantee Trust Bank.
"Si eres un nigeriano s¨²per rico, a¨²n puedes conseguir una parcela de tierra en la nueva ciudad¡±, se anuncia en la web del proyecto. Y es que nadie se esfuerza en esconder que Eko Atlantic ha nacido para ser una ciudad para millonarios.
El gobierno apuesta por un Lagos lujoso para una minor¨ªa que representa el 1% de los residentes
?Pero qu¨¦ tipo de lagosenses podr¨¢n permitirse vivir en Eko Atlantic? Seg¨²n el ¨²ltimo informe anual de New World Wealth, la ¨¦lite de ricos nigerianos alcanzar¨¢ los 23.000 en 2017. Y ya son muchos los miles de multimillonarios nigerianos que han vuelto de Estados Unidos o Inglaterra y que han instalado sus negocios, sus tiendas de alta costura o sus oficinas en Lagos, Abuja o Port Harcourt donde, sin ning¨²n tipo de reparo, derrochan botellas de champ¨¢n y viajan con sus jets privados.
Eko Atlantic se presenta para todos ellos como su Lagos perfecta. Sin cortes de luz y sin problemas con el suministro de agua, el complejo estar¨¢ listo para 2016 seg¨²n el director de la constructora, David Frame. Eko Atlantic est¨¢ pensada para alojar a 250.000 personas, entre los propios millonarios con sus familias y turistas y personas que acudan puntualmente a hacer negocios. A ellos hay que sumar de los 150.000 trabajadores que entrar¨¢n y saldr¨¢n de la isla a diario. Comprender¨¢ siete distritos enfrente del mar, una zona de negocios, una avenida mar¨ªtima ajardinada, un lujoso centro con rascacielos, multicines, centros comerciales y ostentosos hoteles. Aislada de las congestiones de tr¨¢fico que azotan a Lagos en las horas puntas, su distrito financiero estar¨¢ constituido por bancos, una sucursal de la Bolsa de Nigeria, compa?¨ªas de seguros y multinacionales del sector del petr¨®leo y el gas.
Desaf¨ªos en clave nigeriana
Nigeria se ha convertido en 2014 en la econom¨ªa m¨¢s fuerte de ?frica por delante del gigante sudafricano. Pero Lagos, su capital financiera y el principal puerto de ?frica occidental, est¨¢ amenazada por el aumento del nivel del mar, que se estima en 0,5 metros en 2100, poniendo en riesgo la productividad de esta gran metr¨®polis y del pa¨ªs entero. La falta de sistemas de desag¨¹es adecuados ya se ha hecho notar en las partes m¨¢s pobres, como es el caso del barrio de Makoko, tambi¨¦n llamado ¡°la ciudad flotante¡± o la Venecia africana. Todo ello pone en riesgo el d¨ªa a d¨ªa de los lagosenses, sus comercios, sus viviendas y la agricultura urbana, tan necesaria para la supervivencia y en tremendo peligro a causa de la salinizaci¨®n de los suelos.
En t¨¦rminos de poblaci¨®n, las cifras del crecimiento demogr¨¢fico en Lagos no paran de aumentar. Actualmente hay alrededor de 21 millones de residentes y las previsiones estiman que para el 2020 la poblaci¨®n urbana rozar¨¢ los 25 millones. Ante estos datos, es indiscutible que el aparato estatal se enfrenta a serios retos para defender la seguridad de la poblaci¨®n tanto como la prosperidad econ¨®mica de la primera econom¨ªa africana.
Una de las medidas tomadas por el gobierno se empez¨® a idear en 2006. Con el objetivo inicial de combatir los efectos del cambio clim¨¢tico, se dise?¨® un muro de contenci¨®n para frenar el avance imparable del oc¨¦ano. La idea cuaj¨® alrededor de la construcci¨®n que se bautiz¨® como la Gran Muralla de Lagos, una megaestructura de hormig¨®n y piedra que se hunde en la costa atl¨¢ntica y pretende fortificar la ciudad ante la subida del nivel del mar o protegerla de la devastaci¨®n de un posible tsunami. Desde entonces, la ingenier¨ªa naval m¨¢s puntera se ha puesto al servicio de esta bestial estructura a orillas de Lagos. Aunque actualmente, la ¨²nica certeza que se tiene respeto a qu¨¦ partes de Lagos proteger¨¢ esta muralla apunta al proyecto de construcci¨®n paralelo: la ciudad de Eko Atlantic.
El dorado negro y sus consecuencias
Una de las paradojas de Eko Atlantic City es el alojamiento de los sectores petrol¨ªferos y gas¨ªsticos despu¨¦s de que el proyecto pretenda ser el baluarte de la lucha contra los efectos del cambio clim¨¢tico y de la sostenibilidad del planeta. Pero, ?es acaso de extra?ar cuando las mayores fortunas de Nigeria provienen del sector petrolero?
El 80% de la recaudaci¨®n p¨²blica de Nigeria proviene de este sector, sin embargo, los habitantes de Nigeria en general, y de Lagos en particular, no ven tanto los beneficios del negocio como las secuelas constantes de las fugas de las refiner¨ªas de petr¨®leo. Las consecuencias medioambientales y sociales de la extracci¨®n de petr¨®leo son nefastas para la sostenibilidad de Nigeria y no ayudan, a proyectar un futuro limpio tal como pretende proponer el proyecto Eko Atlantic. Seg¨²n Amnist¨ªa Internacional, tanto el gobierno como las petroleras responsables de vertidos miran para otro lado cuando se trata de asumir responsabilidades por los da?os causados por el sector petrolero.
Y a pesar de todo, Nigeria es actualmente la segunda exportadora de petr¨®leo del continente, por detr¨¢s de Libia y por delante de Angola y Argelia, y la sexta del mundo. Sus exportaciones han hecho crecer el PIB del pa¨ªs de forma exponencial durante las ¨²ltimas d¨¦cadas. Y es la alta rentabilidad del llamado oro negro lo que hace que el gobierno haga la vista gorda cuando se trata de sancionar a las empresas extractoras o paliar los conflictos sociales y la degradaci¨®n ambiental que se deriva de los vertidos y de la mala gesti¨®n del crudo. Como dijo Wole Soyinka: ¡°Estoy convencido de que Nigeria hubiera sido un pa¨ªs m¨¢s desarrollado sin el crudo. Ojal¨¢ nunca hubi¨¦ramos olido el humo de petr¨®leo¡±. Es lo que se conoce como la maldici¨®n de los recursos naturales o el perverso juego de ¡°el que paga, manda¡±. ?Pero qu¨¦ pasa con los que pagan la factura medioambiental y todas las dem¨¢s facturas sociales que acarrea este negocio?
En t¨¦rminos de desigualdad, Lagos tiene los niveles m¨¢s altos del continente. Seg¨²n el ¨²ltimo informe sobre ciudades africanas de UN-Habitat, mientras Eko Atlantic se define como una isla llena de zonas verdes, los parques y zonas recreativas de Lagos se convierten en vertederos y la alta densidad de poblaci¨®n pone en riesgo su biodiversidad. Adicionalmente, Lagos afronta uno de los mayores d¨¦ficits de vivienda del mundo. Casi el 70% de la poblaci¨®n vive en barrios marginales y en comunidades que tienen densidades de poblaci¨®n de entre 790 y 1.240 personas por hect¨¢rea. Uno m¨¢s de los agravantes de esta situaci¨®n es que la mayor¨ªa de las personas no tienen acceso a la propiedad de la tierra por falta de recursos, as¨ª que las demoliciones en asentamientos informales est¨¢n a la orden del d¨ªa.
En este contexto, la construcci¨®n de Eko Atlantic evidencia la hipocres¨ªa de un gobierno que apuesta por un Lagos lujoso de una minor¨ªa que representa solamente el 1% de los residentes de la ciudad, mientras se muestra incapaz de frenar la creciente segregaci¨®n residencial de la megaciudad del Sur del Sahara. Sin embargo, solo hace falta cruzar un puente para entender que detr¨¢s del maravilloso decorado que se est¨¢ ideando en esta nueva ciudad, la realidad del 99% de los lagosenses es bien diferente.
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