Evitar los desastres humanitarios es tan importante como responder a ellos

Esta entrada ha sido escrita por Francisco Rey Marcos, codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acci¨®n Humanitaria (IECAH).

Imagen del Tif¨®n Haiyan sobre Filipinas (noviembre 2013).

Parece que la costumbre de organizar actos de presentaci¨®n de informes sin preguntas ni debate posterior, o m¨ªnima rueda de prensa, se ha convertido ya en la norma de nuestra Administraci¨®n p¨²blica. Y hab¨ªa tardado en llegar al mundo de la cooperaci¨®n, pero vaya si lo ha hecho. La presentaci¨®n oficial del Informe sobre Desarrollo Humano de 2014 del PNUD en el Sal¨®n de Actos de la AECID (Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional para el Desarrollo) fue una faena de ali?o de media horita y a casa. Una pena, en fin, porque el enfoque y contenido del Informe suponen algunas novedades respecto de ediciones anteriores y el reconocimiento por parte del PNUD de que los riesgos de todo tipo, y la vulnerabilidad en que se asientan, son amenazas que afectan el desarrollo. Un reconocimiento muy tard¨ªo, pero digno de encomio.

Tard¨ªo, porque desde otros foros de las propias Naciones Unidas y muy especialmente desde la Estrategia Internacional para la Reducci¨®n de Desastres (EIRD), se lleva varias d¨¦cadas insistiendo en la necesidad de incorporar la dimensi¨®n del riesgo, la vulnerabilidad profunda y el an¨¢lisis de amenazas a las pol¨ªticas de desarrollo. Tanto a las pol¨ªticas p¨²blicas de todos los Estados como a las de cooperaci¨®n para el desarrollo y, en algunos aspectos, a la acci¨®n humanitaria. Si vivimos en sociedades que cada vez se enfrentan a riesgos derivados de como los fen¨®menos naturales y tecnol¨®gicos, o las nuevas formas de violencia, deberemos estar preparados para ello. Para responder tras el desastre mediante actuaciones humanitarias pero, sobre todo, para tratar de reducir el riesgo de que los desastres se produzcan.

Fue precisamente la adopci¨®n por 168 pa¨ªses del Marco de Acci¨®n de Hyogo (MAH) "Aumento de la resiliencia de las naciones y las comunidades ante los desastres" en el a?o 2005 la que impuls¨® este asunto y puso en circulaci¨®n la palabrita de moda: resiliencia. T¨¦rmino que finalmente ha sido aceptado por la Real Academia Espa?ola aunque con contenidos algo limitados.

Tras este evento, numerosos pa¨ªses han sido bastante coherentes con el MAH y han incluido sus prioridades en sus pol¨ªticas. La cooperaci¨®n espa?ola ha sido, en general, bastante insensible a este asunto y solo desde planteamientos humanitarios se ha tratado de incorporar los compromisos del MAH. Lo que entra?a el riesgo de limitar al ¨¢mbito humanitario un tema que, como ahora reconoce el PNUD, es b¨¢sicamente de pol¨ªticas de desarrollo en el largo plazo. Algunos casos, sin embargo, permiten ser optimistas sobre la posibilidad de cambiar estas concepciones. En Filipinas, por ejemplo, la Cooperaci¨®n Espa?ola est¨¢ vertebrando toda su actuaci¨®nen torno a la Reducci¨®n del Riesgo de Desastres (RRD) con resultados positivos. Adaptando su actuaci¨®n a un contexto en el que la alta probabilidad de que se produzcan desastres de todo tipo, obliga a ello.

La revisi¨®n del MAH en el a?o 2015 supone, por tanto, una oportunidad para los Estados, las ONG y otros organismos de revisar sus pol¨ªticas en esta materia adecu¨¢ndolas a la nueva realidad internacional, y contribuir, al mismo tiempo, al debate internacional sobe el riesgo de desastres y sobre c¨®mo afrontarlo. El hecho de que en el a?o 2015 se vayan a reformular tambi¨¦n los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y que las discusiones sobre cambio clim¨¢tico hayan experimentado algunos avances, obligan a hacer esfuerzos para lograr una mayor coherencia en las diversas posturas sobre estas materias. Lamentablemente, y eso es muy significativo en el caso espa?ol, las "agendas" de desarrollo y de RRD han sido poco convergentes y precisamente es a ese acercamiento al que desde el IECAH queremos contribuir. Y respecto a las nuevas ¡°modas¡± en la organizaci¨®n de actos p¨²blicos¡­ no teman: por el momento somos resilientes. Aunque tambi¨¦n vulnerables.