El poder de la resistencia feminista
Asociaciones civiles lideran en Marruecos la defensa de los derechos de la mujer La llegada al poder de los islamistas obstaculiza su lucha
Cubierta de los pies a la cabeza, la ¨²nica parte visible del cuerpo de Saadia, adem¨¢s de las manos, es el ¨®valo de la cara que deja al descubierto un hijab marr¨®n. Durante 17 a?os de matrimonio, solo recibi¨® de su marido, impotente, maltrato f¨ªsico y psicol¨®gico. "Era su manera de aliviar su frustraci¨®n", explica la mujer. Acudi¨® varias veces a la polic¨ªa, pero siempre en vano. Una noche, ¨¦l le mordi¨® tan fuerte en la pierna que tuvo que ser atendida de urgencia en el hospital. Tras ese en¨¦simo episodio de violencia, Saadia decidi¨® acudir en busca de ayuda a la Asociaci¨®n Democr¨¢tica de las Mujeres de Marruecos (ADFM), una organizaci¨®n dedicada desde 1985 a luchar por los derechos de la mujer en Marruecos, la igualdad de g¨¦nero ante la ley y contra los abusos de todo tipo hacia el sexo femenino.
En Marruecos no existen centros p¨²blicos para mujeres maltratadas. Las v¨ªctimas de la violencia de g¨¦nero se ven abocadas a un doble calvario: el del hogar, provocado por el agresor, y el de la soledad, m¨¢s cruel si cabe, porque destruye cualquier esperanza de salir del infierno y sumerge a la mujer en una profunda depresi¨®n. "Un d¨ªa estaba mirando la televisi¨®n y vi que entrevistaban a una mujer que hablaba de un lugar para maltratadas. No lo pens¨¦ y fui".
El que alberga la ADFM, llamado Nejma, es uno de los pocos centros de estas caracter¨ªsticas que hay en el pa¨ªs, y funciona con ayudas privadas. En ¨¦l, las v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero encuentran apoyo moral y asesoramiento jur¨ªdico para llevar adelante una demanda de divorcio, que suele convertirse en un peregrinaje burocr¨¢tico eterno y lleno de atropellos. "Otra forma de violencia", lamenta Saadia. Con la ayuda de la ADFM, denunci¨® a su marido y le llev¨® a los tribunales. Sin embargo, "durante la vista el juez le comunic¨® que si negaba los hechos sobre el Cor¨¢n, dado que yo no hab¨ªa podido llevar testigos, quedar¨ªa libre de toda acusaci¨®n", cuenta esta v¨ªctima. Y libre qued¨®. "?l neg¨® los hechos, asegur¨® que siempre me hab¨ªa pasado la pensi¨®n y que jam¨¢s me hab¨ªa pegado". Desde 2009, la asociaci¨®n lucha para que se haga justicia y Saadia vea compensado el da?o f¨ªsico y moral causado, que en su caso se ha visto agravado al no haber podido ser madre debido a la incapacidad sexual de su maltratador.
Fouzia Yassine es coordinadora del Nejma y una de las m¨¢ximas responsables de la ADFM. "Las asociaciones civiles somos las ¨²nicas que hemos luchado para cambiar el C¨®digo del Estatuto de la Familia, redactado por primera vez en 1957 e inspirado en la Sharia", recalca. El C¨®digo del Estatuto de la Familia es un conjunto de art¨ªculos que regula la vida privada de los marroqu¨ªes y establece c¨®mo deben desarrollarse las relaciones conyugales, el rol que debe desempe?ar la mujer en la familia y en la sociedad, sus derechos y deberes como madre y esposa, las condiciones para la poligamia, los matrimonios con menores o el repudio de la mujer.
"En su redactado inicial y hasta la primera reforma, que lleg¨® en los noventa, manten¨ªa a la mujer bajo de la tutela de un hombre, permit¨ªa la poligamia sin informar previamente a la esposa del deseo del var¨®n de contraer un nuevo matrimonio y consent¨ªa el acto de repudio sin justificaci¨®n", explica Fouzia, y a?ade: "En lo que no se ha avanzado en absoluto es en la cuesti¨®n de la herencia, puesto que las mujeres marroqu¨ªes seguimos heredado ¡ªtal como establece el Cor¨¢n¡ª la mitad que los hombres".
Asociaciones como ADFM llevan a?os liderando la batalla de la sociedad civil para cambiar algunos art¨ªculos de este c¨®digo, que perpet¨²an la discriminaci¨®n contra la mujer. La primera reforma importante se alcanz¨® en 1993 y gracias a ella las mujeres pueden moverse libremente, sin el permiso o la compa?¨ªa de un hombre. Tambi¨¦n tienen derecho a solicitar el divorcio sin tener que ofrecer explicaciones al juez.
Los avances en los derechos femeninos logrados en la historia reciente de Marruecos, desde finales del siglo pasado hasta hoy, convierten al pa¨ªs en una excepci¨®n en la regi¨®n. Ning¨²n otro estado musulm¨¢n del norte de ?frica cuenta con un tejido asociativo dedicado a la defensa de la mujer tan activo y eficaz. Junto con la ADFM, la Uni¨®n de la Acci¨®n Femenina (UAF) y la Liga Democr¨¢tica por los Derechos de las Mujeres (LDDF) act¨²an de manera coordinada para presentar propuestas en el Parlamento y sus demandas son escuchadas por el Rey, Mohamed VI. Sin embargo, pese a los avances, la igualdad de hecho entre el hombre y la mujer que recoge la nueva Constituci¨®n marroqu¨ª no es efectiva en la vida real. "?ste es nuestro gran caballo de batalla: conseguir que los jueces apliquen la nueva legislaci¨®n", asevera.
Hanane, quien durante el relato de Saadia ha asentido en numerosas ocasiones identificando su padecimiento como propio, denunci¨® a su marido tras expulsarla de casa con sus cuatro hijos, uno de ellos discapacitado, y privarla de alimento. Tras un largo periplo, logr¨® sentar a su marido en el banquillo, pero, de nuevo, el juez ofreci¨® al hombre jurar ante el Cor¨¢n la veracidad de su testimonio. "?l lo neg¨® todo y se fue del juzgado tal como hab¨ªa llegado¡±", cuenta esta mujer, sin empleo y a cargo de los menores.
"Exigimos que deje de utilizarse esta pr¨¢ctica en los tribunales, que apela a la conciencia y a la moral del sujeto, y nada tiene que ver con la justicia", arguye la l¨ªder feminista. No fue hasta la siguiente citaci¨®n judicial, tras m¨¢s palizas y m¨¢s denuncias, cuando pudo demostrar los abusos que hab¨ªa sufrido. En estos momentos, Hanane destina todos sus esfuerzos a luchar por una pensi¨®n que le permita sobrevivir a ella y a sus hijos.
El mayor problema al que se enfrenta Marruecos es la elevada tasa de analfabetismo
"La legislaci¨®n marroqu¨ª ha avanzado mucho hacia la igualdad y la protecci¨®n de la mujer, pero la equidad efectiva no existe. Tanto el c¨®digo penal como el c¨®digo civil y el de trabajo son discriminatorios", puntualiza. Y recuerda que, hace tan solo unos a?os, la presi¨®n ejercida por la asociaci¨®n, sindicatos y algunas oeneg¨¦s logr¨® que se tipificara como delito grave el acoso sexual en el entorno laboral, tras las denuncias presentadas por las trabajadoras del sector textil, sometidas a constantes abusos.
?"La Constituci¨®n habla de igualdad entre hombres y mujeres, contempla mecanismos a favor de la paridad y la lucha contra la discriminaci¨®n, pero el Gobierno (islamista) de Abdelilah Benkirane no hace nada para armonizar las leyes y la legislaci¨®n con la Constituci¨®n. La Constituci¨®n en este aspecto es papel mojado. Cuando el Gobierno aprueba reformas, son muy peque?as e incompletas", lamenta.
A principios del a?o 2011, Marruecos vivi¨® su Primavera ?rabe. El Movimiento 20 de febrero protagoniz¨® durante meses numerosas protestas en las que se puso de manifiesto el rechazo de una parte muy importante de la poblaci¨®n al d¨¦ficit democr¨¢tico del sistema pol¨ªtico marroqu¨ª. Esas manifestaciones, sin embargo, calentaron los ¨¢nimos y movilizaron a los sectores sociales contrarios y opuestos a sus demandas. Ello propici¨® que a finales de 2011, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD), de corte islamista, alcanzara el poder por primera vez en la historia del pa¨ªs. Un cambio de Gobierno que ha tenido consecuencias evidentes en el trato y consideraci¨®n de la mujer marroqu¨ª.
La igualdad de hecho entre el hombre y la mujer que recoge la Constituci¨®n marroqu¨ª no es efectiva en la vida real
Actualmente, asociaciones feministas de todo el pa¨ªs trabajan conjuntamente para impulsar una reforma "completa y radical" del c¨®digo penal en los aspectos referidos a la mujer, a la familia y a su rol en la sociedad. Actualmente, una mujer que tiene sexo fuera del matrimonio puede ir a la c¨¢rcel por ad¨²ltera, y su marido puede repudiarla. Una mujer soltera tampoco puede tener relaciones antes del matrimonio, ni puede alojarse en un hotel sola. La ley proh¨ªbe cualquier relaci¨®n sexual fuera del matrimonio y considera la homosexualidad un delito.
Seg¨²n Fouzia, "esta situaci¨®n ha empeorado con la llegada del PJD al poder. Ahora, hay m¨¢s vigilancia, m¨¢s control hacia las mujeres. Poco a poco, las cosas est¨¢n cambiando. En Marrakesh, por ejemplo, se ha creado una brigada anti vicio destinada a vigilar a las mujeres y a las ni?as en los espacios p¨²blicos: su vestimenta, sus movimientos, si van acompa?adas... El Gobierno actual est¨¢ bloqueando todas las reformas y esto es muy peligroso. No es exagerado afirmar que en cinco a?os Marruecos puede ser Ir¨¢n. Se est¨¢n produciendo cambios sutiles en la sociedad que llevan a una mayor discriminaci¨®n".
Sentada en una c¨¦ntrica cafeter¨ªa de Rabat, la conocida militante feminista Fatima El Maghnaoui, fundadora de la Uni¨®n por la Acci¨®n Femenina (UAF) en 1983, disecciona la situaci¨®n de la mujer marroqu¨ª actual. "En una sociedad patriarcal y machista como la marroqu¨ª, las mujeres sufrimos una doble discriminaci¨®n en el ¨¢mbito familiar, que posteriormente contin¨²a en el ¨¢mbito p¨²blico con vejaciones en el terreno pol¨ªtico, jur¨ªdico, econ¨®mico y social".
Fundadora del primer diario femenino del pa¨ªs, 8 Mars, considera que el mayor problema al que se enfrenta Marruecos en la actualidad es la elevada tasa de analfabetismo. "La ley dice que la educaci¨®n es obligatoria para todos los ni?os y ni?as, pero la pobreza que golpea gran parte del territorio impide su escolarizaci¨®n. Los ni?os trabajan para ayudar a sus familias. ?C¨®mo una sociedad puede preocuparse por la discriminaci¨®n que sufren las mujeres, si est¨¢ ocupada en poder comer todos los d¨ªas?", se pregunta.
Las estad¨ªsticas arrojan que m¨¢s del 40% de las mujeres marroqu¨ªes mayores de 15 a?os no sabe leer ni escribir. En las zonas rurales, la tasa supera el 50%. Igual que Fouzia, denuncia el empeoramiento de la situaci¨®n de la mujer tras la llegada de los islamistas al poder. Un ejemplo de este deterioro, se?ala, es el incremento de los matrimonios con menores. En 2013, 35.152 menores contrajeron matrimonio en Marruecos, seg¨²n datos aportados por la ADFM.
"El analfabetismo es tambi¨¦n una forma de violencia. Pese a los esfuerzos que el Estado reconoce hacer, se avanza muy lentamente. Las leyes pueden cambiar, pero el cambio m¨¢s dif¨ªcil debe producirse en la mentalidad de las personas, y sin educaci¨®n, el progreso es imposible", sentencia.
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