El aire de las ciudades es t¨®xico
Seg¨²n la OMS, m¨¢s de siete millones de personas mueren al a?o por la contaminaci¨®n del aire urbano y del interior de los edificios
En marzo de 2014 la OMS inform¨® de que m¨¢s de siete millones de personas mueren al a?o por causa de la contaminaci¨®n del aire urbano y del interior de los edificios (230.000 en Europa, donde la muerte por accidentes de tr¨¢fico ronda los 20.000). Denunciaban que se trata del mayor riesgo ambiental sobre la salud. En cambio, la percepci¨®n general contradice tal sentencia por costumbre, por falta de informaci¨®n y porque nuestros sentidos no lo perciben (ni se huele, ni se ve). La misma OMS ha reunido a un gran n¨²mero de expertos para desarrollar el programa llamado Global Burden of Disease, que concluye que la contaminaci¨®n del interior de los edificios es justo el cuarto factor de riesgo previsible, por detr¨¢s de la hipertensi¨®n arterial, el tabaco y el alcohol, mientras que la contaminaci¨®n particulada de las ciudades es el noveno, por delante de la falta de ejercicio y el colesterol.
Los efectos revelados por los miles de estudios epidemiol¨®gicos y toxicol¨®gicos son tan abrumadores que la misma OMS (su agencia sobre el c¨¢ncer, IARC) en 2013 pas¨® a clasificar la contaminaci¨®n particulada del aire urbano como cancer¨ªgeno probado en humanos por su efecto en el c¨¢ncer de pulm¨®n. Esta clasificaci¨®n se limita a un n¨²mero reducido de agentes, entre los que figuran las part¨ªculas provenientes de los veh¨ªculos a di¨¦sel, carbonatadas con metales e hidrocarburos en su superficie. Estas part¨ªculas de tama?o casi en el rango de las nanopart¨ªculas tienen la habilidad de generar inflamaci¨®n y da?o m¨¢s all¨¢ de los pulmones e incluso alcanzar zonas distales del cuerpo, como el propio coraz¨®n o el cerebro. No solo afectan al sistema respiratorio, sino que sus efectos en enfermedades cardiovasculares y en infartos de miocardio, as¨ª como sobre el crecimiento de los ni?os e incluso en la salud reproductiva son de una relevancia que merece toda la atenci¨®n de la sociedad y sus pol¨ªticos.
El aire de las ciudades debe limpiarse no solo para cumplir con la legislaci¨®n, sino sobre todo para proteger la salud. A ello ya han dedicado su esfuerzo m¨¢s de 220 ciudades de Europa, en consonancia con una visi¨®n a medio y largo plazo de sus gobiernos regionales y estatales. Para conseguirlo se debe buscar una nueva forma de urbanismo y de organizaci¨®n de la ciudad donde el espacio dedicado a convivencia gane el dedicado al tr¨¢fico, con la consiguiente reducci¨®n del ruido, la contaminaci¨®n del aire, el aumento del verde y del ejercicio f¨ªsico. La promoci¨®n del transporte activo (andar, bicicleta) de una forma urban¨ªsticamente ordenada no s¨®lo reduce la contaminaci¨®n del aire, sino que se beneficia de los bienes de hacer ejercicio f¨ªsico. Los arquitectos, urbanistas, ingenieros y ec¨®logos expertos en la movilidad e interacciones sociales son clave para dise?ar ciudades que en el futuro deber¨¢n contar con un aire de mucha mayor calidad que el que actualmente respiramos. Y as¨ª como ahora se nos hace inadmisible comer o asistir a una clase en la que haya humo de tabaco, dentro de un tiempo ver¨¢n nuestra condescendencia con el aire t¨®xico de nuestras calles y nuestras casas como un signo de una barbarie pret¨¦rita.
Jordi Sunyer es codirector del CREAL (Centro de Investigaci¨®n en Epidemiolog¨ªa Ambiental), centro de investigaci¨®n ISGlobal. Recientemente fue galardonado con el Premio John Goldsmith.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.