?Una pandemia m¨¢s mort¨ªfera que el ¨¦bola?
Esta entrada ha sido escrita porJos¨¦ Mar¨ªa Medina, director de Prosalus.
Foto: MSF.
En los ¨²ltimos meses hemos visto crecer la preocupaci¨®n en torno al brote epid¨¦mico de ¨¦bola en varios pa¨ªses africanos. La alarma internacional ha sido enorme y la informaci¨®n facilitada por los medios ha ido creciendo en intensidad al mismo ritmo que crec¨ªa el n¨²mero de personas afectadas y fallecidas como consecuencia de esta enfermedad.Las organizaciones humanitarias que se han desplazado a colaborar en el terreno con los servicios locales de salud para intentar dar la mejor respuesta posible a esta grav¨ªsima situaci¨®n transmiten una enorme preocupaci¨®n ante el terrible peligro que hay que afrontar y la gran escasez de medios con que hay que trabajar.
El ¨¦bola no es nuevo, es un ya un viejo conocido. Pero este brote nos est¨¢ zarandeando con mucha intensidad. La OMS habla ya de unos tres mil muertos y varios miles de afectados, pero sin duda deben ser m¨¢s, pues no es f¨¢cil tener buenas estad¨ªsticas en muchos de estos pa¨ªses. Y hemos visto c¨®mo algunos compatriotas nuestros que hab¨ªan dedicado su vida a trabajar en estos lugares, la han visto truncada por esta epidemia.
En un mundo cada vez m¨¢s global e interconectado, encontrarnos de golpe con una enfermedad de alt¨ªsima mortalidad, muy contagiosa, para la que no se han desarrollado hasta el momento tratamientos adecuados ?solamente algunas iniciativas en fase experimental?, que podr¨ªa propagarse y que alcanza a nuestro propio entorno cercano, genera en nosotros un gran temor, incertidumbre, preocupaci¨®n y alarma.
Este brote epid¨¦mico nos est¨¢ ense?ando algunas lecciones muy importantes:
- Cada d¨ªa m¨¢s, la salud es global. Incluso por ego¨ªsmo, no podemos desentendernos de la salud de nuestros hermanos de otros pa¨ªses. El mundo es ahora m¨¢s peque?o y las enfermedades viajan m¨¢s r¨¢pido.Lo pudimos experimentar en 2003 con la neumon¨ªa at¨ªpica (SARS), que se expandi¨® en pocos meses a 30 pa¨ªses, y en 2009 con la epidemia de la gripe A que llev¨® a la OMS a establecer los m¨¢ximos niveles de alerta.
- Deber¨ªamos estar atentos y dispuestos a cooperar para dar respuestas adecuadas a los problemas de salud no desde el momento de uno de estos brotes sino desde mucho antes, apoyando la investigaci¨®n y la prevenci¨®n, haciendo que algunas de esas enfermedades tropicales dejen de tener el apellido de ¡°olvidadas¡±.La semana pasada, uno de los cient¨ªficos que descubri¨® el ¨¦bola en 1976, Peter Piot, explicaba en una entrevista que en aquellos a?os pens¨® que esta enfermedad no era una gran amenaza porque los brotes eran siempre breves y locales. Pero parece que algo ha cambiado y que este nuevo brote nos ha pillado mal preparados. ?Hemos desaprovechado casi 40 a?os para avanzar en la investigaci¨®n sobre esta enfermedad?
- Uno de los ingredientes m¨¢s mort¨ªferos de una epidemia de este tipo es la pobreza en que vive la poblaci¨®n. La falta de condiciones higi¨¦nicas, el mal abastecimiento de agua potable y de saneamiento, la mala alimentaci¨®n, las condiciones de las infraviviendas:todo ello, junto a sistemas sanitarios d¨¦biles y faltos de recursos,hace aumentar exponencialmente las posibilidades de propagaci¨®n y dificulta la capacidad de frenar la enfermedad. Luchar de forma constante contra la pobreza y el hambre es una buena ¡°vacuna¡± para estas situaciones.
Ojal¨¢ que el ¨¦bola no se nos olvide. Ojal¨¢ que no pierda inter¨¦s y atenci¨®n. Ojal¨¢ que sepamos aprender las importantes lecciones que nos est¨¢ ense?ando y reforcemos nuestro compromiso de cooperaci¨®n por la salud y contra la pobreza. En los ¨²ltimos cuatro a?os los fondos destinados por Espa?a a la cooperaci¨®n en el sector de la salud se han reducido casi un 85%.
Pero tampoco olvidemos que tenemos entre manos una pandemia mucho m¨¢s mort¨ªfera que el ¨¦bola, el sida y la malaria juntos. Una pandemia que es responsable de varios miles de muertes diarias. S¨ª, diarias. Una pandemia que parece que nos preocupa menos, quiz¨¢s porque no es contagiosa. El hambre.
En estos d¨ªas se ha hecho p¨²blico el informe anual de la FAO que actualiza las cifras del hambre en el mundo. Hemos avanzado algo, pero sigue habiendo m¨¢s de 800 millones de personas hambrientas en el mundo, aunque se producen suficientes alimentos para una poblaci¨®n incluso mayor que la actual.
A pesar de los compromisos reiterados de lucha contra el hambre que se vienen haciendo en la comunidad internacional en los ¨²ltimos 40 a?os, los avances son muy pobres. El impacto de esta pandemia del hambre es brutal e inhumano, pero no reaccionamos. ?Hay alguna esperanza? S¨ª, la hay, pero eso os lo contaremos el pr¨®ximo d¨ªa 16 de octubre, D¨ªa Mundial de la Alimentaci¨®n.
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