No importa nada
Hoy: colecci¨®n de latiguillos
Querr¨ªamos hoy dar cuenta de tres f¨®rmulas importadas de un modo u otro del ingl¨¦s, que alrededor del verbo importar y de los sustantivos problema y diferencia, se han instalado muy c¨®modamente en el espa?ol de hoy con el prop¨®sito, com¨²nmente cort¨¦s, de expresar despreocupaci¨®n, indiferencia, exculpaci¨®n o atenuaci¨®n ante ciertas circunstancias que de otro modo podr¨ªan parecer graves. O¨ªmos y leemos a todas horas cosas como no importa, no hay problema, o no supone ninguna diferencia, expresiones que han triunfado tanto en el nivel culto-literario-formal como en el coloquial. Por una vez, en fin, no vamos a degustar en L&L solo manjares finos. De hecho, nos tememos que algunas de las locuciones que aqu¨ª trataremos, como no hay problema o sin problema, aspiran tumultuosamente al honor de lo vulgar.
Empecemos por no importa. ?Qui¨¦n no dice no importa? Desde luego, en 1516, Pedro de Covarrubias ya lo dec¨ªa:
¡°Las preguntas van mezcladas, muchas vezes puestas en una parte algunas de las que se hav¨ªan de poner en otra [¡]. Y tampoco esto no importa, en tal que en una parte o en otra se diga lo necessario¡± (Memorial de pecados y aviso de la vida cristiana, CILUS, Salamanca, fol. 2V).
Estos primeros no importa significaban ¡°no es importante¡± y a¨²n hoy conservamos perfectamente ese sentido, tanto en f¨®rmulas de cortes¨ªa como fuera de ellas. La acepci¨®n correspondiente del DRAE define el verbo as¨ª: ¡°Convenir, interesar, hacer al caso, ser de mucha entidad o consecuencia¡±, y, m¨¢s o menos, aunque a veces sea con calzador, la mayor¨ªa de los usos modernos responden a ese significado. Nuestras objeciones no son sem¨¢nticas, sino m¨¢s bien de tipo creativo. Hemos observado que la frasecita se ha especializado en la traducci¨®n de It doesn¡¯t matter y Never mind, f¨®rmulas para las que, si lo pensamos un poco, tenemos en espa?ol suficientes alternativas. Pero una de las caracter¨ªsticas de una victoria es lamentablemente que suele arrasar con los competidores. Notamos en el espa?ol de hoy cierta tendencia a aferrarse ciegamente al no importa en detrimento de opciones como las que aqu¨ª proponemos (algunas son intercambiables) al final de los ejemplos siguientes:
Una de las caracter¨ªsticas de una victoria es que suele arrasar con los competidores
¡°No importa que no tenga dinero, que suba al primer taxi y yo la esperar¨¦ en la puerta para pagarlo¡± (Esther Tusquets, El mismo mar de todos los veranos (1978), Anagrama, Barcelona, 1990, p. 145): da igual, da lo mismo; no te preocupes por.
¡°Pero, si no importa el argumento, ?cu¨¢l es el valor de la novela?¡± (Juan Ram¨®n Zaragoza, Concerto grosso, Destino, Barcelona, 1981, p. 221): bueno, pues s¨ª¡ no es importante, no tiene importancia.
¡°No importa que el culpable seas t¨², no importa que yo tenga la raz¨®n; gustoso me convierto en el dispensador de todas las oportunidades, de todos los perdones¡± (Rafael Castillo Zapata, Fenomenolog¨ªa del bolero (1990), Monte ?vila Latinoamericana, Caracas, 1993, p. 101): lo mismo da, lo de menos es.
?¡°S¨ª, de Miami a San Francisco. S¨ª, no importa que tengan que parar para cambiar de ch¨®feres, lo hemos contemplado¡± (Boris Izaguirre, 1965, Espasa, Madrid, 2002, p. 194): no pasa(r¨¢) nada por tener que¡
¡°Nunca s¨¦ d¨®nde voy a dormir, aunque supongo c¨®mo: borracha perdida. Puedo salir de cualquier casa y entrar en cualquier otra; no importa, si tengo la jarra en la mano importa poco qu¨¦ pueda suceder¡± (Chavela Vargas, Y si quieres saber de mi pasado, Aguilar, Madrid, 2002, p. 189): qu¨¦ m¨¢s da.
¡°Salgo de all¨ª, voy a casa, miro la carita de mi hijo y ya no me importa nada m¨¢s¡± (¡°Es una amargada¡±, web Vea On Line, San Juan de Puerto Rico, 11-17/V/03): interesa, preocupa; pienso en.
¡°Cuando a requerimientos de una distinguida dama le declar¨¦ la otra tarde que yo escrib¨ªa ensayos [¡], ella lo tom¨® como una confesi¨®n o una disculpa, y con un gesto de inteligencia, bajando la voz, me dijo con simpat¨ªa: no importa, no importa¡± (Augusto Monterroso, Literatura y vida, Alfaguara, 2004, p. 10): no pasa nada, no se preocupe (?incluso pierda cuidado?).
¡°?Qu¨¦ haces¡ te vas a dormir otra vez o vas a servir ese t¨¦? ?Lilian puso un plato delante de Tony y se sent¨® frente a ¨¦l?. No importa, ya lo har¨¦ yo¡± (Ken Follett, Papel moneda (1977), DeBolsillo, Barcelona, 2004, trad. de Montserrat Solanas, Google Libros): no te molestes.
Ninguna de las opciones que acabamos de proponer tiene nada de raro; de hecho, las entendemos; de hecho, las decimos habitualmente. ?Vamos a dejar que un no importa cualquiera nos las pise? M¨¢s extra?o y pesado a¨²n es el uso de no importa en ciertos incisos, donde pr¨¢cticamente adquiere valor de adverbio o hasta de conjunci¨®n, una estructura calcada del ingl¨¦s no matter:
Hay muchas opciones que no tienen nada de raro;? las entendemos y las decimos habitualmente
¡°¡®Europalia ha sido organizada no importa c¨®mo¡¯, afirma Javier Tusell¡± (¡°Europalia, o la pol¨ªtica del menor riesgo¡±, El Pa¨ªs, 1/X/85): ?de cualquier manera? ?A toda costa?
¡°Si el tronco perece, no importa c¨®mo, las ramas se secan y caen¡± (Jos¨¦ Antonio Gabriel y Gal¨¢n, El bobo ilustrado, Tusquets, Barcelona, 1986, p. 144): por una raz¨®n u otra, de un modo u otro.
¡°¡ la firm¨ªsima resoluci¨®n de defenderla [la monarqu¨ªa], no importa a qu¨¦ precio hasta con las armas en la mano, si un pa¨ªs, cualquiera que fuese, pretendiera violarla¡± (Luis Mar¨ªa Anson, Don Juan (1994), Plaza & Jan¨¦s, Barcelona, 1996, p. 210): a toda costa, a cualquier precio.
¡°El problema era que un bur¨®crata, no importa que est¨¦ en el exilio, no sabe distinguir un autor de su personaje¡± (¡°El viaje secreto de Salvador Presel¡±, Esp¨¦culo, Universidad Complutense de Madrid, 2002): aunque, ?no?
¡°Utilice un bol¨ªgrafo o un rotulador (no importa el color)¡± (M. Bergren, J. Cox y J. Detmar, Diga, ?s¨ª, puedo!, Robinbook, Barcelona, 2008, p. 196, no consta traductor): de cualquier color, del color que sea.
Que la f¨®rmula no importa que tiende a lexicalizarse, es decir, a convertirse en una unidad l¨¦xica invariable (y con valor, en efecto, de conjunci¨®n), se ve bien en el siguiente ejemplo, donde, por la secuencia de tiempos verbales, el no importa tendr¨ªa que haber ido en pasado (no importaba) como los dem¨¢s verbos y, sin embargo, lo encontramos ¡°petrificado¡± en el presente:
¡°Luego hizo exclamaciones mientras exaltaba determinados relojes recordados, no importa que fueran de mujer o de hombre, con la ambici¨®n posesiva de los coleccionistas¡± (Fernando Delgado, La mirada del otro (1995), Planeta, Barcelona, 1996, p. 100).
A veces, consciente ?suponemos? de esa ca¨ªda en lo adverbial, la f¨®rmula adopta la forma sin importar:
¡°La literatura ha sido una de las disciplinas art¨ªsticas que ha abierto los brazos a las mujeres, sin importar si eran bonitas o feas¡± (Alicia Gim¨¦nez Barlett, La deuda de Eva, Lumen, Barcelona, 2002, p. 124): independientemente/al margen de; fueran bonitas o feas.
¡°Para ello se ha dise?ado un neum¨¢tico en el que los tacos presentan una alineaci¨®n destinada principalmente a obtener una buena motricidad, sin importar en qu¨¦ tipo de terreno se rueda¡± (¡°Neum¨¢ticos¡±, El Mundo, supl. Motor, 3/I/03): independientemente/al margen del tipo de terreno en que¡; ya sea en un tipo de terreno u otro; en cualquier tipo de terreno.
¡°¡ pueden consumir [stevia] ni?os, mujeres embarazadas y cualquier persona, sin importar sexo o edad¡± (Tom¨¢s Mart¨ªnez P¨¦rez, La diabetes y su control con Stevia, Librosenred, Montevideo, 2004, p. 111): independientemente/al margen de su; sea cual sea su; de cualquier sexo o edad.
Algo equivalente ha llegado a producirse con la adaptaci¨®n, galopante, del ingl¨¦s ¡®no problem¡¯
Si no importa tiene su peso en el espa?ol de hoy como f¨®rmula de cortes¨ªa, algo equivalente ha llegado a producirse con la adaptaci¨®n, ciertamente galopante, del ingl¨¦s no problem. ?Que llegamos tarde a una cita? Pues avisamos y ning¨²n problema. ?Que el perro ha hecho sus necesidades en el portal? Pues nos disculpamos, recogemos y sin problema. ?Que un pr¨ªncipe holand¨¦s se casa con la hija de un ministro de Videla? Pues no invitamos al padre a la boda y no hay problema. Las letras hisp¨¢nicas dan profusamente cuenta de este ¨¦xito:
¡°Si quieres, lo probamos. Vivir los cuatro juntos, quiero decir; por m¨ª no hay problema¡± (Luis Goytisolo, Estela del fuego que se aleja, Anagrama, Barcelona, 1984, p. 59): por m¨ª adelante; por m¨ª de acuerdo; yo no pondr¨¦ pegas.
¡°Y si uno no ve, no hay problema: en Inglaterra fue ideado un dispositivo que permite recibir los SMS y leerlos a los ciegos¡± (¡°Tendencias: En otros pa¨ªses¡±, El Clar¨ªn, 9/IX/04): no pasa nada, lo mismo da; todo tiene remedio¡
¡°No ha habido ning¨²n problema para nombrar ocho mujeres capaces como ministras¡± (¡°Por goleada, 60-13¡±, La Raz¨®n, 22/IV/04): no ha costado nada, no ha sido dif¨ªcil, nada ha impedido¡
¡°Aun cuando fue muy fatigoso cantar tres d¨ªas seguidos, todo discurri¨® sin problema alguno digno de menci¨®n¡± (Jos¨¦ Carreras, Autobiograf¨ªa. Cantar con el alma, Ediciones B, Barcelona, 1989, p. 177): sin contratiempo.
¡°Me faltar¨¢n algunas cosas pero lo importante es adaptarme y creo que lo har¨¦ sin problema¡± (¡°Sisi cree que se puede adaptar ¡®sin problema¡¯ al puesto de lateral derecho¡±, El Mundo, 24/IV/12): sin dificultad, perfectamente.
La predilecci¨®n por la palabra no se limita, ni mucho menos, a esas locuciones coloquiales. Tenemos tendencia a ver un problema en infinidad de sitios donde buenamente podr¨ªamos ver otras cosas. Por ejemplo:
Tenemos tendencia a ver un ¡®problema¡¯ en infinidad de sitios donde buenamente podr¨ªamos ver otras cosas
¡°Pero existe un cuarto punto sobre el cual me ver¨¦ obligado [¡] a pronunciarme, por m¨¢s que me esfuerce en evitarlo: es el problema de las casas encantadas¡± (Roger de Lafforest, Casas que matan, Mart¨ªnez Roca, Barcelona, 1976, trad. de Juan Giner, p. 158): enigma, misterio, caso, fen¨®meno.
¡°¡ ¡®Es una ni?a muy irrazonable¡¯, ¡®Es un problema para todo el mundo¡¯¡± (Judy Dunn, Relaciones entre hermanos, Morata, Madrid, 1986, p. 50, no consta traductor): incordio, engorro.
¡°Para ti no es nada, para mi municipio puede ser un problema de vida o muerte¡± (H¨¦ctor Aguilar Cam¨ªn, Morir en el Golfo, Oc¨¦ano, M¨¦xico D. F., 1986, p. 112): una cuesti¨®n.
¡°Quiz¨¢ para una persona creativa esto no ser¨¢ un problema, pero para otros podr¨¢ resultar muy dif¨ªcil¡± (David Halberstam, El pr¨®ximo siglo, Siglo XXI, Madrid, 1991, trad. de Adriana Sandoval, p. 133): inconveniente, impedimento.
¡°Kierkegaard se encuentra ante el problema de gozar de la existencia est¨¦ticamente o de experimentar moralmente¡± (Ernesto Feria Jald¨®n, Estudios sobre Kafka, Renacimiento, Sevilla, 2000, p. 104): dilema.
¡°Ten¨ªa un problema mental que yo no s¨¦ c¨®mo etiquetaron los psiquiatras¡± (Luis Jim¨¦nez de Diego, Memorias de un m¨¦dico de urgencias, La Esfera de los Libros, Madrid, 2002, p. 150): trastorno
¡°La acidez de est¨®mago es una sensaci¨®n que indica la presencia de alg¨²n problema g¨¢strico, sobre todo gastritis¡± (Francisco Javier Lavilla Royo, Familia y salud, Everest, Le¨®n, 2002, p. 178): trastorno.
¡°¡ dado que en ese pa¨ªs [Brasil] no hay apenas problemas raciales por el cruce de razas que all¨ª existe¡± (Enrique Miret Magdalena, ?Qu¨¦ nos falta para ser felices?, Espasa, Madrid, 2002, p. 176): conflictos.
¡°¡ es bueno tener sentido del humor y no armar un problema por una respuesta impaciente¡± (Mary Pipher, C¨®mo ayudar a su hija adolescente, Amat, Barcelona, 2006, trad de Gonzalo Mallarino, p. 297): esc¨¢ndalo; foll¨®n.
¡°Por lo que ¨¦l sab¨ªa, la rata podr¨ªa estar carcomiendo un cable vital o el panel de control del avi¨®n. El piloto estaba en un problema muy grave¡± (John Hagee, Convierta sus retos en oportunidades, Casa Creaci¨®n, Lake Mary, Florida, 2009, trad. de Belmonte Traductores, p. 47): en un buen aprieto, en un buen brete (quitando el muy grave, claro).
¡°?Cu¨¢l era el problema de morir despu¨¦s de una vida de longevidad tan descabellada?¡± (Am¨¦lie Nothomb, Biograf¨ªa del hambre, Anagrama, Barcelona, 2010, trad. de Sergi P¨¤mies, Google Libros): inconveniente.
¡°Me has metido en un problema de cojones¡± (Trevor Shane, Hijos del miedo, Debolsillo, Barcelona, 2012, trad. de Roberto Falc¨® Miramontes, Google Libros): l¨ªo (o marr¨®n, aqu¨ª el registro lo permite).
Hay otras f¨®rmula que va ganando terreno. Nos referimos a la adaptaci¨®n de ¡®makes no difference¡¯
La tercera y ¨²ltima f¨®rmula de la que hoy querr¨ªamos dejar constancia no es siempre de cortes¨ªa ni se oye ni se lee tanto como las precedentes, aunque va ganando terreno. Nos referimos a la adaptaci¨®n de makes no difference o, en un nivel menos coloquial, marks no difference, que aqu¨ª venimos ¡°traduciendo¡± de las siguientes maneras:
¡°¡ morir por una cosa o por otra no se?ala ninguna diferencia con respecto al resultado final¡± (Dardo S. Dorronzoro, La nave encabritada, Emec¨¦, Buenos Aires, 1964, p. 42).
¡°La naturaleza de la meta no establece ninguna diferencia¡± (Og Mandino, La universidad del ¨¦xito, DeBolsillo, Barcelona, 2006, trad. de Alberto Coscarelli, Google Libros).
¡°Y, adem¨¢s, tu esfuerzo individual no marca ninguna diferencia en el total de la empresa¡± (Jordi Assens, Huevos con tocino, Norma, Bogot¨¢, 2008, p. 80).
¡°?Eso no supone ninguna diferencia, Roy ?respondi¨® Murray sin inmutarse [¡]?. Adelante: m¨¢tame, que yo te matar¨¦ a ti...¡± (F¨¦lix J. Palma, El mapa del cielo, Plaza & Jan¨¦s, Barcelona, 2012, Google Libros).
¡°?Es que no entiendo por qu¨¦ lo que yo piense supone la menor diferencia ?insisti¨® Rosemont¡± (Barth Anderson, El mago y el loco, La Factor¨ªa de Ideas, Madrid, 2012, trad. de Juan Jos¨¦ Llanos Collado, Google Libros).
¡°?No hace ninguna diferencia si tus padres son homosexuales?¡± (titular, web Sociologianow!, 14/X/12).
¡°No es relevante¡±, ¡°No es importante¡±, ¡°No cambia nada¡±, ¡°No pasa nada¡±¡ son, con las pertinentes variaciones, algunas de las alternativas, entre las tantas que puede haber, que se nos ocurren para estos casos. Insistimos una vez m¨¢s: en cuestiones de estilo, la escritura autom¨¢tica deber¨ªamos dejarla para los surrealistas.
PD: Carmen Franc¨ª y Francisco J. Uriz nos llaman la atenci¨®n sobre un olvido en los art¨ªculos (aqu¨ª y aqu¨ª) dedicados al rebajamiento de significado del vocabulario penal: la palabra complicidad y sus parientes. ?Cu¨¢nta raz¨®n! ?C¨®mo se nos pudo pasar! ?Con lo que nos gusta la cursiler¨ªa! En homenaje al trayecto singular de esta familia, de lo criminal a lo m¨¢s sensible y halag¨¹e?o, ah¨ª van tres ejemplos, todos de la revista Hola:
¡°Los Pr¨ªncipes de Asturias, c¨®mplices y sonrientes en su cita con el periodismo espa?ol¡± (titular, 14/II/14).
¡°La mirada c¨®mplice de los duques de Cambridge en el desfile de la orden de la Jarretera¡± (titular, 17/VI/14).
¡°Tamara Falc¨® y Enrique Sol¨ªs, pura complicidad en Barcelona¡± (titular, 9/X/14).
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