Objetivo: salvar al tigre

Chris Slappendel todav¨ªa no sabe qu¨¦ le llev¨® hace dos a?os a vender su casa y abandonar un trabajo excelentemente remunerado como asesor empresarial. Lo hizo para lanzarse a la aventura de crear Tiger Trail (el rastro del tigre), un proyecto de investigaci¨®n para el que recorri¨® una treintena de pa¨ªses en los que habita o ha habitado el felino. Hizo 85 viajes, perdi¨® 20 kilos, e invirti¨® 150.000 euros de su bolsillo, pero tiene claro que lo volver¨ªa a hacer "una y mil veces". De hecho, aunque regres¨® a Amsterdam hace un a?o y ha recuperado parte de su vida anterior, es ahora cuando su plan comienza a cobrar fuerza. Su estudio se ha convertido en una peculiar campa?a de conservaci¨®n. ¡°Mi objetivo final es recaudar mil millones de d¨®lares para evitar la desaparici¨®n del tigre y de otras especies en peligro de extinci¨®n que consideramos ¡®s¨ªmbolos de la naturaleza¡¯. Y tengo que lograrlo r¨¢pido, porque es posible que algunas, como el tigre Amur, desaparezcan en seis o siete a?os¡±, resume.

La suya es una estrategia que tiene a las empresas en el punto de mira. ¡°He comenzado a reunirme con las compa?¨ªas que utilizan el nombre del tigre en su denominaci¨®n, y estoy tratando de convencer a sus directivos para que donen un 1% de sus ingresos a la protecci¨®n del animal, como si fuese un pago por derechos de imagen¡±. De momento, Slappendel asegura que la aerol¨ªnea Tiger Airways y la cervecera Tiger Beer, ambas de Singapur, est¨¢n interesadas en el proyecto. Si las negociaciones llegan a buen puerto, la primera aportar¨ªa unos 3,7 millones de d¨®lares al a?o a la causa. ¡°Calculo que hacen falta unos 85 millones para acotar y proteger 45 zonas cr¨ªticas de diferentes pa¨ªses que servir¨ªan no solo para salvar al tigre sino para permitir que el n¨²mero de ejemplares aumente y se asegure su supervivencia¡±, explica este consultor holand¨¦s, cuya especialidad es dise?ar planes de viabilidad de negocios.

¡°Creo que es precisamente esa trayectoria laboral la que me ha llevado a ser especialmente realista a la hora de crear este proyecto. Lo que pido es algo muy razonable. De hecho, si publicitan correctamente su contribuci¨®n pueden conseguir que les resulte rentable, porque los consumidores cada vez exigen mayor responsabilidad corporativa. Por otro lado, tambi¨¦n creo que resulta m¨¢s efectivo cambiar el sistema desde dentro, con colaboraci¨®n en vez de confrontaci¨®n¡±. No en vano, son los contactos que hizo como consultor en ¨¢mbitos diplom¨¢ticos y en las altas esferas de grandes multinacionales quienes le est¨¢n facilitando el acceso a las marcas que le interesan. ¡°Cuando decid¨ª realizar mi sue?o de investigar la situaci¨®n del tigre part¨ªa de cero. Curiosamente, fueron una amiga que trabaja en la FIFA y otra del Ministerio de Asuntos Exteriores las que me ayudaron a contactar con diferentes organizaciones que luego han sido clave en el proyecto¡±. Entre ellas FAADA, una organizaci¨®n espa?ola defensora de los derechos de los animales que le han ayudado con cuestiones log¨ªsticas durante e viaje y posteriormente a publicitar su trabajo.

El inter¨¦s de Slappendel por el tigre se remonta a su m¨¢s tierna infancia. Cuando ten¨ªa siete a?os, la serie de televisi¨®n Sandok¨¢n le transport¨® a su ecosistema en densas junglas malasias habitadas por piratas sanguinarios que le encandilaron. Pero no se interes¨® por la situaci¨®n de ese animal hasta mucho despu¨¦s. ¡°Le¨ª un informe que alertaba sobre su desaparici¨®n y decid¨ª que me gustar¨ªa hacer algo al respecto. As¨ª que, a pesar de que lo desconoc¨ªa todo sobre el mundo de la cooperaci¨®n y que mi familia me tach¨® de loco, lo dej¨¦ todo para dedicar un a?o a investigar sobre lo que est¨¢ sucediendo¡±.

Lo que ha visto no resulta nada alentador. ¡°Tres especies ya han desaparecido y casi todas las dem¨¢s est¨¢n a punto de desvanecerse. Hace un siglo hab¨ªa unos 100.000 ejemplares en libertad y ahora s¨®lo quedan entre 2.500 y 3.500 seg¨²n diferentes estimaciones¡±. El enemigo est¨¢ claro: la caza ilegal alimentada por los elevados precios que se pagan por todo tipo de productos relacionados con el tigre en China y en las comunidades chinas del extranjero. ¡°Hay incluso restaurantes en Pek¨ªn que ofrecen platos de carne de tigre por 10.000 euros. Y, aunque se ha avanzado algo en su erradicaci¨®n, todav¨ªa se preparan p¨®cimas de medicina tradicional con partes de esta especie. Las autoridades hacen poco al respecto porque con esos precios es f¨¢cil sobornar a cualquiera¡±, denuncia.

¡°Por otro lado, influye la degradaci¨®n del h¨¢bitat natural del animal, que se traduce en una importante reducci¨®n del n¨²mero de presas a su disposici¨®n para alimentarse, sobre todo en India. Eso provoca ataques contra personas y contra animales de granja. Y los ganaderos tratan de matar a los tigres con veneno para proteger a sus reba?os¡±. Pero el problema no es solo de calidad, tambi¨¦n lo es de cantidad. ¡°En los ¨²ltimos cien a?os, la poblaci¨®n humana se ha disparado y nos hemos extendido por el territorio de los tigres, a los que solo les queda el 7% de la superficie que ocupaban hace a?os. Adem¨¢s, la presi¨®n demogr¨¢fica resta recursos naturales disponibles para las personas, lo que empuja a muchas familias a internarse en el bosque para subsistir a pesar del peligro que existe de encontrarse con un tigre¡±.

Yo no quiero crear una ONG, sino aprovechar mis conocimientos en negocios. Pero tiene que ser r¨¢pido, porque al tigre no le queda mucho tiempo

Slappendel cree que pronto habr¨¢n desaparecido los tigres de indochina, principalmente en Malasia e Indonesia. En China, por su parte, el holand¨¦s se ha encontrado con una triste realidad respecto a los tigres en cautividad. ¡°Existen parques recreativos como el de Harbin en el que los tigres son utilizados con fines exclusivamente comerciales en condiciones lamentables. Est¨¢n hacinados en un espacio m¨ªnimo y los turistas compran animales vivos para lanz¨¢rselos y ver c¨®mo los destripan al com¨¦rselos¡±. En otras ciudades, como en Guilin, tras la fachada de un parque tem¨¢tico destinado a esta especie se esconde el lucrativo negocio de las granjas ilegales de tigres, que se saltan los tratados de la?Convenci¨®n sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES). ¡°All¨ª los animales se mueren de hambre y los propietarios comercian entonces con ellos. He calculado que as¨ª pueden ingresar hasta 100 millones de euros al a?o¡±, asegura.

Afortunadamente, no todo es negativo. ¡°Se ven avances en Rusia y en China. Tambi¨¦n India est¨¢ poniendo en marcha proyectos interesantes. El problema es que el tiempo corre en contra y no se ven resultados¡±. El ¨²nico pa¨ªs en el que la situaci¨®n mejora es Nepal. ¡°Ha involucrado al Ej¨¦rcito en la vigilancia de las zonas en las que habita el animal, ha creado barreras naturales para proteger e incluso ha trasladado pueblos enteros para evitar los choques¡±. De esta forma, el n¨²mero de ejemplares ha aumentado de 120 a 192 en solo tres a?os y se ha erradicado el tr¨¢fico ilegal, seg¨²n relata el investigador.

En cualquier caso, la falta de medios es un lastre excesivamente pesado para quienes luchan contra los cazadores furtivos. Por eso, aunque Slappendel conf¨ªa en su plan a medio plazo para involucrar al mundo empresarial en su protecci¨®n, tiene intenci¨®n de lanzar en primavera una colecci¨®n de camisetas con el lema Iconos de la Naturaleza para recaudar cuanto antes esos fondos tan necesarios. ¡°Quiero fabricar la prensa m¨¢s limpia del mundo, que se produzca con el menor impacto medioambiental y en las mejores condiciones laborales posibles. Me gustar¨ªa convencer a alguna gran multinacional del textil para que la comercialice, porque en sus manos est¨¢ el poder para cambiar la situaci¨®n¡±, detalla. ¡°Con lo que se recaude tambi¨¦n podremos financiar campa?as anticorrupci¨®n, porque es uno de los principales problemas en la conservaci¨®n de la fauna salvaje, as¨ª como proyectos de periodismo de investigaci¨®n medioambiental, imprescindible para sacar a la luz lo que sucede¡±.

De momento, Slappendel participar¨¢ el mes que viene en una misi¨®n comercial del gobierno holand¨¦s a India. All¨ª, contactar¨¢ con diferentes ONG, tratar¨¢ de concienciar a los empresarios y buscar¨¢ proveedores para fabricar su l¨ªnea de camisetas. ¡°Para que todo el proyecto tenga ¨¦xito hay que pensar en grande, buscar la coordinaci¨®n de diferentes organizaciones y sumar esfuerzos en todos los ¨¢mbitos. Yo no quiero crear una ONG, sino aprovechar mis conocimientos de marketing y negocios, as¨ª como el acceso a grandes multinacionales, para dise?ar una estrategia que luego pondr¨¢n en marcha quienes tienen m¨¢s experiencia en su implementaci¨®n. Pero tiene que ser r¨¢pido, porque al tigre no le queda mucho tiempo¡±, sentencia.