Europa en la nueva era de la creatividad
La econom¨ªa creativa contribuye no s¨®lo a la cultura, sino a la econom¨ªa
Muchas personas creen que nuestra econom¨ªa y nuestra sociedad est¨¢n siendo testigos del nacimiento de una era informatizada, con las m¨¢quinas gan¨¢ndole peso al ser humano en el equilibrio de poderes. Esto no nos debe sorprender: el a?o que viene, por primera vez en la historia, habr¨¢ m¨¢s tel¨¦fonos m¨®viles que personas en el planeta (y el d¨ªa en el que esto ocurra, ?s¨®lo habr¨¢ la mitad de cepillos de dientes que de m¨®viles!).
Yo estoy convencido, no obstante, de que la era de la digitalizaci¨®n no ser¨¢ la era de la tecnolog¨ªa sino la era de la creatividad.
No cabe duda de que nos encontramos al borde de una nueva era. No hay producto que simbolice mejor la ubiquidad de lo digital que los tel¨¦fonos m¨®viles. Los smartphones sintetizan todos los logros tecnol¨®gicos que han inspirado a millones y millones de consumidores a lo largo de las ¨²ltimas dos d¨¦cadas: acceso online, buzones digitales, videojuegos, pantallas de v¨ªdeo, buscadores, e-readers, mensajer¨ªa instant¨¢nea y mucho m¨¢s. Y al contrario que un cepillo de dientes, cada smartphone es utilizado unas 150 veces al d¨ªa por cada usuario.
Las compa?¨ªas de medios de comunicaci¨®n han notado la llegada de este proceso de digitalizaci¨®n antes que las empresas de muchas otras industrias. El interior de las casas, los coches y las neveras est¨¢n aterrizando en un mundo online interconectado mientras que la televisi¨®n, los libros, las revistas y la m¨²sica ya se encuentran m¨¢s asentados en ¨¦l. Creo que el principal motor en los pr¨®ximos a?os no va a ser un programa o un algoritmo sino el coraje y el deseo de las personas por ser creativas, satisfacer sus propias expectativas art¨ªsticas y crear cosas nuevas que sean de inter¨¦s e inspiren a otros.
Europa es un continente creativo, un continente que ha generado una variedad incomparable de artistas, autores y pensadores a lo largo de los siglos. Como primer grupo de comunicaci¨®n europeo, Bertelsmann ha publicado recientemente un estudio de Enders Analysis que investiga el significado econ¨®mico y social de la creatividad en la era digital en Francia, Alemania y Reino Unido. Los resultados no s¨®lo documentan el en¨¦rgico deseo de los europeos por ser creativos, sino tambi¨¦n la relevancia cultural y econ¨®mica de la econom¨ªa creativa.
Europa es un continente creativo, un continente que ha generado una variedad incomparable de artistas, autores y pensadores a lo largo de los siglos
El an¨¢lisis revela que los medios de comunicaci¨®n son una fuente muy importante para su inspiraci¨®n. En Alemania, por ejemplo, m¨¢s del 90% de los encuestados ven televisi¨®n y escuchan m¨²sica cada semana, el 70% utiliza Internet, casi dos tercios de los alemanes leen revistas y aproximadamente la mitad de la poblaci¨®n lee libros de forma regular. As¨ª que no debe extra?ar a nadie que la gente aprecie el valor de las industrias creativas europeas: cerca de 100 millones de adultos en Alemania, Francia y Reino Unido valoran la econom¨ªa creativa como ¡°importante¡± o ¡°muy importante¡±.
El estudio tambi¨¦n demuestra la relevancia econ¨®mica del sector creativo en las tres naciones m¨¢s grandes de Europa. Las 392.000 compa?¨ªas en el sector creativo generan un valor a?adido de aproximadamente 128.000 millones de euros y dan trabajo a 3,3 millones de personas. La industria creativa, por tanto, contribuye significativamente a la creaci¨®n de valor y de empleo, y a la participaci¨®n social en Europa.
No cabe duda de que la econom¨ªa creativa realiza una importante contribuci¨®n no s¨®lo a la cultura europea sino tambi¨¦n a su prosperidad econ¨®mica. Y lo mismo se puede decir de Espa?a y su econom¨ªa. Bertelsmann inici¨® su expansi¨®n internacional en Espa?a hace medio siglo entre otras razones por el poder¨ªo y potencial de su cultura creativa.
Afortunadamente, la nueva Comisi¨®n de la UE ha indicado que est¨¢ de acuerdo con este razonamiento. En breve podr¨¢ demostrar sus palabras con hechos. Por ejemplo, en la protecci¨®n de la propiedad intelectual: las mentes creativas europeas se merecen una ley actualizada sobre el copyright que les impulse a ser m¨¢s valientes y a invertir en nuevas ideas incluso en la edad digital. Adem¨¢s, sus audiencias tienen el derecho a poder encontrar pel¨ªculas, textos y canciones en un mundo digital y a poder contar en este sentido con la neutralidad de los motores de b¨²squeda y las redes sociales. En Europa y en Espa?a se necesitan m¨¢s esfuerzos para proteger la propiedad intelectual y las industrias creativas. El futuro de la creatividad es el futuro de Europa.
Como he comentado, estamos entrando en una nueva era, la era de la creatividad, y disponemos de una gran oportunidad para darle forma a su trayectoria futura. Incluso en una era caracterizada por la fe ciega en la tecnolog¨ªa, Europa puede seguir confiando en el poder de la creatividad. No olvidemos que, en ¨²ltima instancia, los miles de millones de smartphones que circulan por el mundo son simples carcasas que necesitan alimentarse de contenido creativo.
Thomas Rabe es presidente y consejero delegado de Bertelsmann.
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