Hormigos at¨®mica

A ver si nos ponemos de acuerdo, jefes, que con tanto bandazo no sabe ya una si ponerse a parir o ligarse las trompas. A ver, M¨®nica de Oriol, presidenta del C¨ªrculo de Empresarios: ?no hab¨ªamos quedado en que lo mejor para conciliar maternidad y trabajo era empezar a currar a los 45, con el ¨²tero amortizado y los ni?os hechos y derechos? Pues resulta que no. Ahora salen tus hom¨®logos de Apple con que le van a pagar a sus empleadas la congelaci¨®n de ¨®vulos para que puedan retrasar los embarazos hasta los 50 y as¨ª puedan dejarse los ovarios en el curro, que es de lo que se trata mayormente. Total, que entre unos y otros nos ten¨¦is locas. A ver si mont¨¢is una Cumbre Mundial de Chupasangres, sac¨¢is la Directiva Global de Derechos Patronales sobre la Reproducci¨®n de las Esclavas y termin¨¢is de una vez por todas con este estr¨¦s de tener que decidir si concibes o no con el term¨®metro vaginal en una mano y el Financial Times en la otra.

As¨ª el patio, no me extra?a que haya repuntado el n¨²mero de divorcios contenciosos en los juzgados. Y eso que a¨²n no ha dado tiempo a contabilizar los que va a haber a cuenta de las tarjetas negras de Bankia. A ver, que yo no soy qui¨¦n para meterme en qu¨¦ se gasta cada uno los latrocinios que se ha ganado previamente con el sudor de sus partes. Pero, francamente, el trance de ver publicado en la prensa el Congo que se gastaba tu c¨®nyuge en seg¨²n qu¨¦ conceptos, no lo aguantan ni la exconcejal Olvido Hormigos y su marido, la pareja m¨¢s consolidada del universo mundo. Y la m¨¢s abierta, a tenor de las fotos que le han sacado a ella d¨¢ndose el lotazo entre coche y coche con un sujeto que no es su esposo a altas horas de la madrugada.

Una v¨ªctima, la pobre Hormigos. Al ser aut¨®noma y no tener n¨®mina, ha tenido que volver al curro sin agotar siquiera las 16 semanas de baja despu¨¦s de alumbrar a su tercera hija a los 43 a?os. En cuanto se le han ca¨ªdo los puntos de la episiotom¨ªa, concretamente. Dos meses y medio tiene la criaturita y ya tienes a esa madre trabajadora de plat¨® en plat¨® de Telecinco comentando las im¨¢genes de sus calentones callejeros con desconocidos. Mira, da pena o¨ªr a esa v¨ªctima del sistema clamar por sus derechos civiles. Que si ya le gustar¨ªa a ella ser fotografiada como abnegada madre y esposa y no en esa tesitura. Que a ver si por ser famosa no va a poder una desfogarse a gusto sin que la trinquen. Y que le da verg¨¹enza hasta ir a la farmacia de su pueblo a por leche para su ni?a despu¨¦s de verse en la portada del Qu¨¦ me dices con el brazo de un individuo inserto hasta el codo en sus vaqueros. Un drama de la conciliaci¨®n moderna, ya te digo.

En eso, Olvido, hay que reconocer que las nuevas te llevan ventaja. Mira si no a las madres de los hijos de Alberto Isla. Ellas se embarazan y luego preguntan. Por cierto, que me extra?a que esta semana no haya salido ninguna diciendo que no le viene el periodo despu¨¦s de haber yacido con ¨¦l en ning¨²n descampado dentro de ning¨²n coche. ?Ves? Hasta en eso son m¨¢s listas, Olvi. Yo no digo que no te des tus homenajes. Pero si tanto reparo te da ser carne de escarnio p¨²blico, el pr¨®ximo aqu¨ª te pillo aqu¨ª te mato, mejor a cubierto.