Esbozo de mapa pol¨ªtico
El pa¨ªs va al tran-tr¨¢n y el an¨¢lisis l¨®gico de las cosas no permite mucho alivio
El pa¨ªs va al tran-tr¨¢n y no se observa ninguna mejor¨ªa en el destino final. Va sucediendo, m¨¢s o menos, lo previsible, pero el fondo de nuestros problemas sigue siendo el mismo y es tan malo como parece. Es verdad que fechas anunciadas como hitos, acontecimientos que seg¨²n algunos iban a servir de referencia para la Historia, pasan y no hubo nada concreto, pero el an¨¢lisis l¨®gico de las cosas no permite mucho alivio.
El caso catal¨¢n, por ejemplo. No es f¨¢cil analizarlo fuera del contexto de lo que es previsible en el conjunto de Espa?a, pero una r¨¢pida observaci¨®n de lo ocurrido en estas semanas sugiere que el actor decisivo hoy es Esquerra Republicana de Catalunya. Si se atiende a sus intereses, lo l¨®gico ser¨ªa que ERC no aceptara el ofrecimiento de Artur Mas de ir en una lista com¨²n a unas elecciones auton¨®micas anticipadas, una oferta que conviene al propio Mas, empe?ado en agrupar a su partido y al movimiento independentista en torno a su persona, pero a casi nadie m¨¢s.
Lo razonable para Esquerra ser¨ªa esperar a las elecciones municipales de mayo, donde es previsible que tenga un gran ¨¦xito, y negociar despu¨¦s el adelanto electoral desde una posici¨®n de fuerza respecto a CiU. Y, adem¨¢s, acercar las elecciones auton¨®micas a las generales espa?olas (de octubre a diciembre de 2015). Opondr¨ªa as¨ª un Parlamento catal¨¢n muy cohesionado en torno a la idea de la independencia, frente a un parlamento espa?ol previsiblemente fragmentado.
Mas puede encontrar la manera de imponer su estrategia a ERC. Los pol¨ªticos acorralados son capaces de casi todo
Los escenarios l¨®gicos en pol¨ªtica no son los m¨¢s frecuentes, as¨ª que ese calendario se puede desbaratar perfectamente si Mas encuentra la manera de imponer su estrategia a ERC. No parece f¨¢cil, pero los pol¨ªticos acorralados son capaces de casi todo.
En cualquier caso, el escenario de un Parlamento espa?ol fragmentado es muy factible. El Partido Popular est¨¢ sufriendo un desgaste monumental. Su apuesta econ¨®mica da muy poco de s¨ª, y desde luego no proporcionar¨¢ alivio a los ciudadanos m¨¢s afectados por la crisis en un periodo largo de tiempo. Quiere decirse que el PP no podr¨¢ contar con ning¨²n asidero econ¨®mico significativo en las pr¨®ximas elecciones. De hecho, algunos de sus l¨ªderes est¨¢n volviendo a hablar de su ¨¦xito al haber evitado el rescate, un mensaje que supone volver a la se?al de partida.
Desde el punto de vista social, el panorama es aun m¨¢s desalentador, as¨ª que el PP solo tendr¨ªa a su alcance dos mensajes cl¨¢sicos de la derecha: gestionamos mejor y defendemos mejor la naci¨®n espa?ola. La carta de la gesti¨®n est¨¢ absolutamente deteriorada, pisoteada con el ¨²ltimo golpe de la crisis del ¨¦bola, que ha exasperado a los ciudadanos. Tampoco existe alivio por el lado de la limpieza, sometido como est¨¢ el PP, y muchos de sus dirigentes, a procesos por corrupci¨®n.
Queda el mensaje nacionalista espa?ol, que si bien nunca ha encontrado un gran int¨¦rprete en Mariano Rajoy (Aznar ha sido siempre su gran tenor) se est¨¢ convirtiendo en una ¨²nica, y muy peligrosa, posibilidad. Solo cabe confiar en que Rajoy no quiera, o no sepa, encabezar ese tipo de campa?a y que controle a sus halcones con la demostraci¨®n de que la ¨²nica salida posible para el PP es intentar mantenerse en el poder con una gran coalici¨®n postelectoral, lo que exigir¨ªa abrir el camino a una reforma constitucional.
El problema es que cualquier pacto postelectoral se puede presentar como un pacto profundamente conservador. Es decir, un pacto de muy dif¨ªcil gesti¨®n para el Partido Socialista. Queda un a?o por delante y en pol¨ªtica los acontecimientos adquieren, a veces, una velocidad enorme. Es posible que en estos momentos, el PSOE haya logrado un poco mas de margen, siempre que sea capaz, no ya de ganar las pr¨®ximas elecciones generales, sino de alcanzar un resultado que le coloque con mucha nitidez como el primer grupo de la izquierda, por delante de Podemos e Izquierda Unida. Una d¨¦bil diferencia har¨ªa imposible un pilotaje que, en cualquier circunstancia, ser¨ªa extremadamente complicado.?
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