Vallas para no salir y vallas para no entrar
En los primeros siglos de la civilizaci¨®n se cercaban las ciudades para resistir los asedios y proteger la propiedad privada. Las murallas pol¨ªticas de nuestros d¨ªas son cosa distinta
En 1987, el presidente Ronald Reagan pronunciaba un encendido discurso en la berlinesa puerta de Brandeburgo, ante el antiguo muro de Berl¨ªn, dos a?os antes de que los habitantes de los dos lados de la ciudad, ¨¢vidos de libertad, lo derribaran a martillazos: ¡°Se?or Gorbachov, abra esta puerta. Se?or Gorbachov, derribe este muro¡±, clam¨®.
Cinco a?os despu¨¦s, Estados Unidos comenzaba a construir en su frontera de Tijuana una valla de tres metros de altura y algo m¨¢s de cien kil¨®metros de longitud para contener la inmigraci¨®n masiva de latinos a sus territorios, los llamados ¡°espaldas mojadas¡±. Hoy, los vallados que se extienden en la misma frontera alcanzan m¨¢s de mil kil¨®metros y en muchos puntos superan de largo los seis metros.
La obsesiva afici¨®n por los muros es casi tan vieja como la humanidad. En los primeros siglos de la civilizaci¨®n se cercaban las ciudades para resistir los asedios de los ej¨¦rcitos enemigos, como sucedi¨® en la anciana Troya ¨Cel m¨¢s famoso sitio de la antig¨¹edad¨C, pero tambi¨¦n se alzaban, y siguen alz¨¢ndose, vallas y cercados para proteger la propiedad privada. Sin embargo, las murallas pol¨ªticas de nuestros d¨ªas son cosa distinta.
El viejo muro urbano de Berl¨ªn se construy¨® a lo largo de 47 kil¨®metros para evitar la di¨¢spora de una poblaci¨®n harta de a?os sin libertad ni prosperidad: se alz¨®, pues, para prohibir salir a los hombres y mujeres de un mundo desenga?ado en busca de un mundo mejor. El de Tijuana, sin embargo, se levant¨® para impedir, no la salida, sino la entrada a quienes huyen de un mundo miserable en pos de un mundo ideal. En Espa?a hemos alzado desde 1998 otro parecido en nuestra frontera de Melilla, que a lo largo de 12 kil¨®metros separa los pobres territorios del Magreb de la supuestamente opulenta Espa?a. No es un vallado tan sofisticado como el de Tijuana, pero es ciertamente m¨¢s perverso, con sus cuchillas para cortar las manos de los que pretenden saltarlo.
Los vallados que levant¨® EE UU en su frontera con M¨¦xico alcanzan m¨¢s de mil kil¨®metros
El m¨¢s antiguo muro pol¨ªtico del mundo quiz¨¢ sea el que separa las dos Coreas desde el a?o 1953. No es propiamente una muralla, sino un territorio desmilitarizado de 238 kil¨®metros de largo y una anchura de 4, protegido por alambradas y fosos. Resulta curioso que en esta franja se hayan refugiado un buen n¨²mero de especies animales a las que nadie molesta; entre otras, el leopardo de Amur y el tigre de Siberia. ?Qui¨¦n pod¨ªa imaginar que un espacio ideado militarmente se iba a convertir en una suerte de zool¨®gico?
Ahora, Marruecos y Argelia levantan nuevas vallas en algunos puntos de la frontera terrestre de 1.599 kil¨®metros que les separa desde 1964. Las razones para construirlas se basan en la gran cantidad de contrabando que se registra en la larga franja fronteriza. Por esas regiones discurren fraudulentamente, de Marruecos a Argelia, los cigarrillos americanos, ropas de marca, electrodom¨¦sticos y hach¨ªs; y en sentido contrario, la gasolina y un peligroso medicamento psic¨®tico, usado en psiquiatr¨ªa, que produce alucinaciones al mezclarlo con el cannabis. El karkubi, lo llaman en Marruecos, asuela los colegios y universidades.
Mohamed VI ha dicho, mientras empezaba a levantar sus propios vallados: ¡°El cierre de la frontera no es compatible con la l¨®gica de la historia¡±. Ya ven que s¨ª es posible ponerle puertas al campo.
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