Dimisi¨®n
Ah¨ª siguen todos aferrados al cargo, aguantando los chaparrones con desfachatez cori¨¢cea y siendo adem¨¢s entusi¨¢sticamente secundados por quienes deber¨ªan tomar medidas contra ellos
?Una de las costumbres patrias que m¨¢s me sacan de quicio es esa asombrosa, tit¨¢nica resistencia a la dimisi¨®n que hay en Espa?a. Aqu¨ª no dimite nadie ni aunque lo encuentren degollando a un ni?o en la Puerta del Sol en hora punta. Siempre alegar¨¢ que las 1.000 personas que le vieron se confundieron, o mintieron, o no tuvieron en cuenta lo mucho que sufri¨® al tener que rebanarle el cuello al infante y lo muy necesaria que era la degollina. Ah¨ª siguen todos aferrados al cargo, aguantando los chaparrones con desfachatez cori¨¢cea y siendo adem¨¢s entusi¨¢sticamente secundados por quienes deber¨ªan tomar medidas contra ellos. Quiero decir que aqu¨ª no dimite nadie porque nadie les obliga a dimitir. Tomemos un caso cercano y evidente: la calamitosa gesti¨®n del consejero Rodr¨ªguez con la crisis del ¨¦bola. En realidad deber¨ªan irse todos, empezando por Mato; pero en pro de la eficacia did¨¢ctica del ejemplo me limitar¨¦ a hablar de Rodr¨ªguez, cuyo comportamiento ha sido tan repetidamente catastr¨®fico, indignante e insultante que estoy segura de que hasta los votantes del PP piensan que deber¨ªan haberlo echado. Pero ah¨ª sigue. Y aqu¨ª es cuando me pierdo, me alucino, me pasmo. ?Pero por qu¨¦ diantres no lo cesan? ?Es pura chuler¨ªa de pandilleros de barrio? ?Acaso piensan los pol¨ªticos que si admiten un error son menos machos? ?O quiz¨¢ les da miedo abrir la caja de los truenos porque todos tienen mucho de lo que responder? Ya saben: si no echamos a nadie, tampoco caer¨¦ yo. ?O a lo peor es que todos esos Rodr¨ªguez que jam¨¢s dimiten y siguen tan campantes lo hacen porque conocen trapos sucios que podr¨ªan airear? Es que de otro modo no lo entiendo, de verdad. Desconsuela vivir en un pa¨ªs en el que nadie asume sus responsabilidades.
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