Un dinosaurio como un avestruz de 11 metros y 6 toneladas

De aspecto similar al de un avestruz pero de 11 metros de largo y seis toneladas y media de peso, con dos brazos enormes, un pico como de pato, joroba y grandes garras, el Deinocheirus mirificus era un animal singular. Sus descubridores, hace casi medio siglo, lo llamaron precisamente ¡°extra?a mano terrible¡±, y ha sido considerado desde entonces uno de los dinosaurios m¨¢s enigm¨¢ticos dada, adem¨¢s, la escasez de piezas del esqueleto encontradas. Ahora dos nuevos esqueletos descubiertos en Mongolia han permitido describir la anatom¨ªa, rasgos de alimentaci¨®n y ecolog¨ªa de esta especie de hace 70 millones de a?os, unos cinco millones de a?os antes de la extinci¨®n de los dinosaurios. Est¨¢ emparentado con el tiranosaurio y el velociraptor. El equipo internacional autor del hallazgo, liderado por el coreano Yuong Nam Lee, presenta en la revista Nature estos nuevos f¨®siles y la combinaci¨®n inusual de rasgos del Deinocheirus.

El Deinocheirus mirificus emerge a la luz de la paleontolog¨ªa en 1965, cuando la cient¨ªfica polaca Zofia Kielan-Jaworowska, l¨ªder de una expedici¨®n conjunta de Polonia y Mongolia en el desierto de Gobi, descubre los primeros restos de Deinocheirus, unos pocos huesos fosilizados entre los que destacaban unas extremidades superiores de 2,4 metros de largo (el r¨¦cord de longitud de brazo conocida para un animal b¨ªpedo), junto con algunas costillas y vertebras. ¡°Pese a ser tan incompletos, los restos eran suficientemente distintivos en tama?o y morfolog¨ªa de otros ter¨®podos para que Kielan-Jaworowska y sus colegas [¡­]propusieran su pertenencia a un nuevo g¨¦nero y especie, Deinocheirus mirificus, o extra?a mano horrible¡±, resume el experto Thomas R. Holtz, de la Universidad de Maryland, en Nature. Pero con tan pocos datos, los paleont¨®logos lo ten¨ªan dif¨ªcil para encuadrar este dinosaurio en la familia de los ter¨®podos.

De los dos esqueletos descubiertos ahora, uno tiene un brazo un 6% m¨¢s largo que el descubierto en 1965 y el otro es de inferior tama?o. No solo permiten conocer la morfolog¨ªa del animal, sino que tambi¨¦n dan pistas sobre su forma de vida y alimentaci¨®n. El Deinocheirus, un ornitomimosaurio (lagarto imitadores de aves), con un cr¨¢neo de m¨¢s de un metro de largo, tiene rasgos t¨ªpicamente asociados al consumo de plantas, pero los cient¨ªficos explican que han encontrado indicios de restos de peces en el est¨®mago de uno de ellos, por lo que deducen que ser¨ªa un omn¨ªvoro. El hocico alargado y la joroba en la espalda son rasgos ausentes en otras especies emparentadas; la pelvis extendida que soportar¨ªa m¨²sculos fuertes y los grandes pies indican que era un dinosaurio b¨ªpedo, corpulento de movimientos lentos y, en general, parece bien adaptado para vivir en entornos fluviales. La zona de Gobi donde han aparecido los f¨®siles ser¨ªa un medio ambiente similar al actual delta del Okavango en ?frica, se?ala Holtz.

La idea es que el Deinocheirus, compartiendo recursos alimenticios en el h¨¢bitat con herb¨ªvoros m¨¢s grandes a¨²n que ¨¦l, habr¨ªa tenido una ventaja en esa alimentaci¨®n m¨¢s variada de peque?os animales a?adidos a la dieta de plantas. ¡°El mosaico de caracter¨ªsticas de [¡­]ornitomimosaurio[/¡­] y de no [¡­]ornitomimosaurio[/¡­] en el holotipo [los primeros f¨®siles descubiertos, en 1965] dificultaron la definici¨®n del estatus filogen¨¦tico del [¡­]Deinocheirus[/¡­]¡±, advierten Lee y sus colegas en Nature.

Este equipo, en el marco de la Expedici¨®n Internacional Corea-Mongolia de Dinosaurios, descubri¨® el primer esqueleto de Deinocheirus en 2006 y el segundo en 2009. Juntos permiten recomponer uno pr¨¢cticamente completo. Pero la b¨²squeda fue m¨¢s dif¨ªcil a¨²n porque los yacimientos hab¨ªan sido claramente presa del furtivismo. Entonces, en 2011, un cient¨ªfico del Real Instituto Belga de Ciencias Naturales, Pascal Godefroit, alert¨® a Lee y sus colegas de que hab¨ªa visto varias piezas (un cr¨¢neo, un pie y una mano) del animal en una colecci¨®n privada en Europa; huesos que, como luego se comprob¨®, efectivamente, encajaban perfectamente con los esqueletos descubiertos por los cient¨ªficos en el Gobi. Los f¨®siles fueron devueltos a Mongolia en mayo de este a?o.