Sevillanos del Sol Naciente
Cientos de vecinos de Coria del R¨ªo llevan el apellido Jap¨®n, pero durante siglos nadie hab¨ªa relacionado aquel gentilicio con la embajada Keich¨
Se acaba de clausurar el A?o Dual Espa?a-Jap¨®n 2013-2014 creado para conmemorar los 400 a?os de la c¨¦lebre embajada Keich¨ (1613-1617) con actos simult¨¢neos en ambos pa¨ªses, aunque los m¨¢s singulares han tenido lugar en Sendai (Miyagi) y Coria del R¨ªo (Sevilla), pues cuando el daimyo Masamune envi¨® al samur¨¢i Hasekura Tsunenaga Rokuemon a negociar una ruta comercial con las colonias espa?olas del Pac¨ªfico, jam¨¢s imagin¨® que 25 de los 43 soldados del s¨¦quito de Hasekura nunca regresar¨ªan a Sendai. ?Qu¨¦ ocurri¨® con todos aquellos japoneses?
Eso mismo se preguntar¨ªan los cientos de vecinos de Coria del R¨ªo que llevan el apellido Jap¨®n, porque durante siglos nadie hab¨ªa relacionado aquel gentilicio con la embajada Keich¨. ¡°Mi abuelo era de Coria del R¨ªo y se llamaba Manuel Jap¨®n Jap¨®n¡±, proclam¨® el catedr¨¢tico Juan Manuel Su¨¢rez Jap¨®n en el primer cap¨ªtulo de su libro De Sendai a Coria del R¨ªo: Historias de japoneses y japones (2014). Su¨¢rez Jap¨®n es uno de los m¨¢s ilustres descendientes de aquella hueste junto con el ingeniero Jos¨¦ Luis Manzanares Jap¨®n, el investigador V¨ªctor Valencia Jap¨®n, el ¨¢rbitro de f¨²tbol Jos¨¦ Jap¨®n Sevilla, el exdefensa b¨¦tico El¨ªas Jap¨®n o el exguardameta sevillista Carmelo Jap¨®n Jap¨®n.
La delirante embajada de Hasekura dej¨® un copioso rastro por archivos de M¨¦xico, Sevilla, Madrid y Roma, aunque al menos fue tan literaria que inspir¨® la novela Samur¨¢i (1980), de Shusaku Endo. Sin embargo, como nadie sab¨ªa c¨®mo proceder con el amable embajador, el ambicioso franciscano que lo guiaba consigui¨® que Hasekura fuera recibido por el Rey de Espa?a y por el Papa de Roma, sin contar alcaldes y arist¨®cratas espont¨¢neos. As¨ª, en Saint-Tropez, sus kimonos fascinaron a la nobleza y en La Habana un bronce recuerda todav¨ªa su paso por el Caribe. Pero mientras Hasekura viajaba a todo trapo sin saber que era el primer turista japon¨¦s que recorr¨ªa Europa, sus soldados fueron alojados en Coria del R¨ªo, donde se pusieron morados de camarones, albures, anguilas y esturiones del Guadalquivir. ?C¨®mo iban a volver a Sendai en plena persecuci¨®n religiosa y sobre todo despu¨¦s de haberse bautizado? Desde el punto de vista cristiano, quiz¨¢ la embajada s¨ª fue un ¨¦xito, porque Hasekura se bautiz¨® dos veces: primero en M¨¦xico en 1613 y despu¨¦s en Madrid en 1614.
V¨ªctor Valencia Jap¨®n ha estudiado la embajada Keich¨ desde que descubri¨® en los archivos la existencia del capit¨¢n Tom¨¢s Felipe Caballero Jap¨®n, dedicado a la labranza en Zafra en 1622. ¡°Nuestro apellido proviene de la naci¨®n requerida por los censos de la ¨¦poca¡±, afirma rotundo V¨ªctor Valencia, quien ha hallado en los archivos de Sevilla y Coria del R¨ªo c¨®mo un tal ¡°Mart¨ªn de naci¨®n Jap¨®n¡± se convert¨ªa en el censo siguiente en ¡°Mart¨ªn Jap¨®n¡±.
En honor a la verdad Hasekura no fue el primer japon¨¦s que pis¨® Espa?a, pues en 1585 el jesuita Alessandro Valignano atraves¨® Espa?a con cuatro adolescentes ¨CIto, Chijiwa, Nakamura y Hara¨C quienes tambi¨¦n fueron recibidos por el Rey de Espa?a y el Papa de Roma. No obstante, lo que convierte la embajada de Hasekura en algo extraordinario fueron las semillas de japones que germinaron en Andaluc¨ªa.
Por eso Coria del R¨ªo ha sido distinguida por el Gobierno nip¨®n con un honor especial: 200 sakuras ¨Cel ¨¢rbol emblem¨¢tico del Jap¨®n¨C fueron plantados en Coria del R¨ªo para recordar los 400 a?os de la embajada Keich¨. Y nadie mejor que los descendientes de aquellos guerreros para cuidar el ¨¢rbol m¨¢s bello del pa¨ªs. Cuando llegue la primavera y florezcan los cerezos, los japones de Coria del R¨ªo vivir¨¢n su primer hanami y entonces cerrar¨¢n el c¨ªrculo y ser¨¢n para siempre sevillanos del Sol Naciente.
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