Pistorius, la duda siempre quedar¨¢
El escritor y periodista, prepara un libro sobre el atleta, ha asistido al tribunal de Pretoria en el que se le juzgaba y ha hablado con ¨¦l y sus allegados. Pero no puede ser concluyente ante la gran pregunta: ¡°?Mat¨® intencionadamente a Reeva Steenkamp?¡±

Llevo casi a?o y medio preparando un libro sobre el atleta ?scar Pistorius y me han hecho la misma pregunta ¡ªen Texas, Trieste, Londres, Madrid, Barcelona, Johanesburgo, Reikiavik, Nueva York y muchos m¨¢s lugares¡ª mil veces.
¡°?Lo hizo?¡±.
Respond¨ªa a la pregunta con creciente irritaci¨®n. Claro que lo hizo. El atleta paral¨ªmpico sudafricano, amputado desde ni?o de ambas piernas, reconoci¨® desde el primer momento que mat¨® a su novia, la modelo Reeva Steenkamp; confes¨® que dispar¨® las cuatro balas a trav¨¦s de la puerta del ba?o de su casa en el que estaba Steenkamp, acabando con su vida entre las 3.12 y 3.14 del 14 de febrero de 2013, el D¨ªa de los Enamorados.
¡°No, no¡±, me contestaban. ¡°La cuesti¨®n es si la mat¨® intencionadamente¡±. Esto tambi¨¦n me irritaba. No porque la pregunta era desacertada ¡ªera LA pregunta¡ª sino porque sab¨ªa que en el 90% de los casos mis interlocutores ya ten¨ªan la respuesta. Se hab¨ªan convencido de que Pistorius tuvo toda la intenci¨®n de matar a Steenkamp, de que, como pretendi¨® convencer el fiscal a la juez en el juicio que acaba de concluir en Pretoria, hubo una discusi¨®n entre los dos, ella huy¨® al retrete y ¨¦l la asesin¨® a balazos.
Es cort¨¦s, generoso, paran¨®ico y proclive a caer sin motivo en unas rabias descomunales.
Para sorpresa de todos los que me interrogaban mi respuesta siempre fue la misma: ¡°No tengo la m¨¢s m¨ªnima idea si la mat¨® deliberadamente o si fue, como ¨¦l siempre ha insistido, que pens¨® que detr¨¢s de la puerta hab¨ªa un intruso que amenazaba su vida¡±.
Se sorprend¨ªan porque yo sab¨ªa, y s¨¦, m¨¢s sobre el caso que la gran mayor¨ªa del resto de los mortales ¡ªestuve presente en el juicio casi todos los d¨ªas y habl¨¦ despu¨¦s del crimen con Pistorius, su familia y sus amigos y conocidos en tres continentes¡ª mientras que la informaci¨®n de ellos, mis interrogadores, se basaba solo en lo que hab¨ªa salido en los medios. La diferencia es que yo nunca he pretendido ser Dios y saber lo que solo Pistorius puede saber, ?qu¨¦ demonios estaba pasando por su mente mientras disparaba las cuatro balas, tres de las cuales dieron con el cuerpo de Steenkamp, una en la cabeza?
La duda siempre quedar¨¢ para muchos, incluso para m¨ª. Pero ahora, al menos, tenemos el resultado del juicio. Thokozile Masipa, la juez, descart¨® por completo la tesis del fiscal y de millones de personas en todo el mundo. No se presentaron pruebas ni remotamente contundentes durante el juicio, que dur¨® siete meses y medio, que demostrasen que Pistorius quisiera matar a Steenkamp. No se demostr¨® que tuviese un motivo para matarla (lo de la discusi¨®n anterior a los disparos se qued¨® en pura hip¨®tesis). Y ante la falta de testigos oculares solo se pudieron presentar los testimonios de siete vecinos que oyeron gritos y disparos. Los que viv¨ªan m¨¢s lejos dijeron que eran gritos de mujer; los vecinos inmediatos dijeron que eran gritos de hombre osea, de Pistorius cuando tom¨® conciencia de lo que hab¨ªa hecho... Masipa, una mujer negra con 16 a?os de experiencia como juez, concluy¨® que la evidencia que se present¨® ante su tribunal corrobor¨® m¨¢s la versi¨®n de Pistorius que la del fiscal. La juez acept¨® que el atleta, aterrado, convencido de que hab¨ªa un intruso en su casa, dispar¨® su pistola en lo que imagin¨® haber sido un acto de autodefensa. De paso Masipa acab¨® con la tesis, muy difundida, de que la muerte de Steenkamp cae en la categor¨ªa de violencia de g¨¦nero.

Y lo curioso fue que al final ning¨²n observador serio en Sud¨¢frica discrep¨®. El consenso entre las legiones de abogados que opinaron sobre el caso en los medios fue que Masipa acert¨®. Hubo pol¨¦mica, pero sobre una cuesti¨®n mucho m¨¢s fina: ?en aquellos segundos en los que Pistorius dispar¨® su arma ten¨ªa la intenci¨®n de matar a un ser humano o no? Masipa le dio el beneficio de la duda. Lo declar¨® culpable no de asesinato sino de homicidio involuntario y lo conden¨® no a lo que hubiese sido, en el primer caso, un m¨ªnimo de 15 a?os en la c¨¢rcel, sino a cinco a?os, con una alta posibilidad de que quede libre antes, incluso despu¨¦s de solo 10 meses.
Los expertos legales en Sud¨¢frica se han dividido entre aquellos que dicen que Masipa sac¨® la conclusi¨®n correcta y aquellos convencidos de que err¨® al pronunciar que el prop¨®sito de Pistorius, al disparar no una sino cuatro balas contra la puerta, no fue acabar con la vida de una persona. El problema es que nadie sabe la respuesta con seguridad, ni siquiera quiz¨¢ el propio Pistorius sepa exactamente cuales fueron sus procesos mentales en aquellos instantes de locura (si aceptamos su versi¨®n de los hechos, como la acept¨® la juez) en los que apret¨® el gatillo de su pistola.
Reconociendo los l¨ªmites de la ley humana, un veterano juez sudafricano hab¨ªa dicho unos meses anteriores al veredicto que exist¨ªan dos tipos de verdades: ¡°La verdad legal y la verdad verdad¡±.
Muchas personas por el mundo, incluyendo casi todos los que me hicieron aquella pregunta ¡°?lo hizo?¡±, seguir¨¢n insistiendo en que la verdad verdadera es que Pistorius quiso asesinar a Steenkamp. Algunos creen con igual convicci¨®n que fue un ¡°accidente tr¨¢gico¡±. Deseosos, como solemos ser, de buscar orden en el caos de la vida, necesitamos verle o como un monstruo o como un hombre bueno que sucumbi¨® en un par de segundos a un acto de demencial criminalidad. Nos cuesta soportar la ambig¨¹edad o la complejidad, y menos cuando se trata de nuestra percepci¨®n de un famoso. Pero, como he constatado, a lo largo de estos 18 meses de investigaci¨®n, Pistorius es un hombre de muchas facetas. Como atleta cuyas piernas le fueron amputadas cuando ten¨ªa 11 meses y que a los 26 a?os se convirti¨® en el primer velocista paral¨ªmpico capaz de conseguir la marca m¨ªnima para competir en unos Juegos Ol¨ªmpicos, demostr¨® una admirable persistencia y determinaci¨®n; como hombre es extremadamente cort¨¦s, generoso, vulnerable, inseguro, paranoico y proclive ¡ªhabitualmente con poco motivo¡ª a caer en unas rabias descomunales.
Una vez que uno mira a Pistorius como un ser humano y no como una caricatura ¡ªcomo h¨¦roe o como villano¡ª todo se complica. Por eso yo, con todo el respeto del mundo hacia la juez Masipa, nunca afirmar¨¦ con la certeza que tantos otros demuestran que mat¨® a la bella Reeva Steenkamp intencionalmente, o no.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
M¨¢s informaci¨®n
Archivado En
- Oscar Pistorius
- Atletas
- Homicidio imprudente
- Feminicidios
- Sud¨¢frica
- Sentencias condenatorias
- ?frica meridional
- Homicidios
- Violencia machista
- Machismo
- Sentencias
- ?frica subsahariana
- Violencia g¨¦nero
- Derechos mujer
- Violencia
- Sexismo
- Deportistas
- ?frica
- Asesinatos
- Sanciones
- Atletismo
- Relaciones g¨¦nero
- Mujeres
- Juicios
- Sucesos
- Revista S¨¢bado