Siete preguntas sobre pobreza infantil en Espa?a
Los menores han sufrido la crisis m¨¢s duramente que cualquier otro grupo social. Las pol¨ªticas p¨²blicas de un n¨²mero demasiado alto de pa¨ªses han fracasado a la hora de evitar y revertir esta situaci¨®n
Durante los ¨²ltimos seis meses la oficina de investigaciones de Unicef ha evaluado el impacto de la crisis econ¨®mica en el bienestar de los ni?os y j¨®venes adultos de los pa¨ªses ricos. El resultado es Los ni?os de la recesi¨®n, una fotograf¨ªa desasosegante de los efectos de la Gran Recesi¨®n en los 41 estados de bienestar m¨¢s desarrollados del planeta. Dicho de forma simple, la crisis ha tenido un impacto devastador en los menores, los ni?os han sufrido m¨¢s que ning¨²n otro grupo social y las instituciones p¨²blicas de un n¨²mero demasiado alto de pa¨ªses han fracasado a la hora de evitar y revertir esta situaci¨®n.
Lo que es igualmente importante, el sufrimiento de los ni?os de hoy evolucionar¨¢ con rapidez en una carga para el futuro. La pobreza infantil es una bomba de relojer¨ªa para los intereses demogr¨¢ficos, econ¨®micos y democr¨¢ticos de cualquier sociedad inteligente. Incluso aquellos menos interesados en la pobreza de los ni?os deber¨ªan estar aterrados ante las consecuencias que se deriven de ella en las pr¨®ximas d¨¦cadas.
Espa?a es un estudio de caso de esta peligrosa ecuaci¨®n. De acuerdo con las estad¨ªsticas europeas, uno de cada tres ni?os de nuestro pa¨ªs (2,7 millones) viven en la pobreza o en riesgo de exclusi¨®n. El informe de Unicef calcula que los niveles de pobreza infantil han crecido un 28% entre 2008 y 2012. Espa?a se sit¨²a en niveles alarmantes en algunos indicadores b¨¢sicos de bienestar, como el n¨²mero de j¨®venes que no estudian ni pueden trabajar (casi uno de cada cinco), o la percepci¨®n que las propias familias tienen de su futuro.
Utilizando este informe como punto de partida, el equipo de investigaci¨®n de porCausa ha analizado las implicaciones de la crisis espa?ola de la pobreza infantil en algunos ¨¢mbitos particularmente sensibles del inter¨¦s p¨²blico. El an¨¢lisis de los datos sugiere al menos siete preguntas relevantes que deber¨ªan formar parte del debate que genere este informe:
?1. ?Por qu¨¦ la crisis ha golpeado m¨¢s duramente a los ni?os que a los ancianos?
El mejor modo de comprender la magnitud de la evoluci¨®n de la pobreza infantil en Espa?a es compararla con la pobreza de los mayores de 65 a?os, un grupo tradicionalmente vulnerable de nuestra sociedad. Mientras la primera se incrementaba entre 2008 y 2012 hasta alcanzar cifras r¨¦cord, la segunda se reduc¨ªa a la mitad. Es cierto que la posici¨®n relativa de los mayores ha mejorado como consecuencia de la ca¨ªda del ingreso medio del pa¨ªs, ya que las pensiones son una fuente de ingreso que no ha variado esencialmente. Pero estos datos son todo un poema a la eficacia de las diferentes herramientas de protecci¨®n: s¨®lida en el caso de los pensionistas, vol¨¢til en el de los ni?os. Si una de las funciones principales del estado de bienestar es proteger a los individuos y las familias frente a un shock, el de Espa?a ha demostrado ser alarmantemente ineficaz.
2. ?Cu¨¢les son las implicaciones de la crisis de los ni?os en el largo plazo?
La experiencia de crisis pasadas sugiere que episodios breves pero intensos de pobreza durante los a?os de crecimiento tienen consecuencias de por vida en la seguridad, la preparaci¨®n o la capacidad de emprendimiento de los afectados. Aunque todav¨ªa es pronto para hacer una estimaci¨®n de las consecuencias que tendr¨¢ esta crisis, algunos indicadores nos permiten calibrar la envergadura del impacto social. El a?o 2008, por ejemplo, puso fin al crecimiento lento pero continuado de las tasas nacionales de fertilidad, cuya recuperaci¨®n es una condici¨®n necesaria para revertir el peligro de una pir¨¢mide demogr¨¢fica invertida que sea incapaz de sostener en el futuro las pensiones y el estado de bienestar. Cuando los niveles de abandono escolar en Espa?a doblan la media de la Uni¨®n Europea, el miedo de las familias a tener hijos hoy se disparar¨¢ en una sociedad de empleos precarios y de baja cualificaci¨®n.
3. ?Ha complicado a¨²n m¨¢s las cosas el Estado con su intervenci¨®n?
Los ni?os han sido uno de los principales da?os colaterales de la reducci¨®n del gasto p¨²blico derivado de las pol¨ªticas de austeridad. De acuerdo con las estimaciones realizadas por la Fundaci¨®n Tomillo para el Comit¨¦ Espa?ol de Unicef, entre 2010 y 2013 la inversi¨®n de las diferentes administraciones en infancia se redujo un 14,6%. Pero Los ni?os de la recesi¨®n ofrece un nuevo dato a¨²n m¨¢s preocupante: durante el per¨ªodo 2008-12, y a diferencia de otros pa¨ªses desarrollados, la intervenci¨®n del Estado espa?ol no ha reducido la desigualdad entre ricos y pobres, sino justo lo contrario. Como muestra el gr¨¢fico, la pol¨ªtica de subsidios e impuestos del Gobierno ha contribuido a incrementar la desigualdad generada por el mercado (medida de acuerdo al ¨ªndice de Gini). El contraste con otros pa¨ªses europeos ¡ªcomo el Reino Unido¡ª es llamativo y demuestra hasta qu¨¦ punto las pol¨ªticas p¨²blicas espa?olas durante este per¨ªodo han beneficiado m¨¢s a las rentas altas y a las grandes empresas, con independencia del partido en el gobierno.
4. ?D¨®nde ha estado el Parlamento durante la crisis de los ni?os?
La pobreza infantil fue objeto de mofa hace unos d¨ªas en el Congreso por parte de algunos diputados del Partido Popular. El asunto llam¨® mucho la atenci¨®n, pero lo verdaderamente llamativo es que durante la presente legislatura no haya prosperado en el Parlamento ninguna medida notable para abordar un tema tan relevante. De acuerdo con la informaci¨®n recabada por el Proyecto Avizor, de las 395 iniciativas legislativas tramitadas hasta septiembre de este a?o, solo dos estaban directamente relacionadas con el bienestar de los ni?os. Las dos fueron rechazadas.
5. ?Es suficiente con recuperar el empleo para rescatar a los ni?os?
El Gobierno ha fiado la recuperaci¨®n social a la creaci¨®n de empleo. Los datos, sin embargo, muestran que la baja calidad de los nuevos empleos espa?oles (precariedad, temporalidad, bajos salarios) impide a muchas familias trabajadoras con hijos escapar de la pobreza. Las tasas de pobreza entre familias con empleo e hijos pr¨¢cticamente doblan la de aquellas que no tienen hijos, lo que convierte a los ni?os en lo m¨¢s parecido a un lastre. Incluso en el mejor de los casos, la recuperaci¨®n del empleo no conseguir¨ªa resolver la debilidad del sistema de protecci¨®n para los ni?os en familias desempleadas, que se ha puesto de manifiesto durante la crisis.
6. ?Han sido v¨ªctimas los ni?os de una d¨¦cada perdida?
La debilidad de los sistemas que deb¨ªan haber evitado esta crisis de los ni?os no es solo el resultado de la recesi¨®n que comenz¨® en 2009. Mientras la riqueza nacional creci¨® de manera galopante en la d¨¦cada previa a la crisis, el volumen y la eficacia de la inversi¨®n en pol¨ªticas p¨²blicas de infancia creci¨® lentamente para despu¨¦s estancarse y caer, lo que se tradujo en niveles menguantes de reducci¨®n de la pobreza infantil. Espa?a desperdici¨® durante ese tiempo la posibilidad de fortalecer un sistema de protecci¨®n que ha demostrado ser esencial en el ¨¦xito de otros pa¨ªses a la hora de sortear el impacto de la crisis sobre los ni?os.
7. ?D¨®nde est¨¢n los datos?
La informaci¨®n disponible acerca del bienestar de los ni?os y de las pol¨ªticas e instituciones que deben velar por ellos es claramente insuficiente para garantizar un debate p¨²blico informado. Quien desee abordar con seriedad este problema se enfrenta a un conjunto de datos fragmentado, incompleto y desactualizado. El contraste con otras ¨¢reas del inter¨¦s p¨²blico, como la calidad de las instituciones financieras, resulta sorprendente y da una idea del orden de prioridades establecido por las autoridades espa?olas y europeas.
Cada una de estas preguntas plantea elementos centrales del debate acerca de la pobreza infantil en Espa?a, uno de los grandes debates de nuestra generaci¨®n. El inter¨¦s que demuestren los responsables pol¨ªticos y las instituciones en hacerle frente determinar¨¢ el futuro de millones de ni?os en nuestro pa¨ªs, tanto como el del conjunto de la sociedad.
Gonzalo Fanjul es autor principal del informe de Unicef?Los ni?os de la recesi¨®n y cofundador de la Fundaci¨®n porCausa.
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