¡°Cambiar la vida de las mujeres es cambiar la vida de la poblaci¨®n¡±
Tres mujeres alrededor de una mesa en Salamanca; Paola Berenice Pab¨®n, asamble¨ªsta por Movimiento Alianza Pa¨ªs en Ecuador, Alejandrina Castro Figueroa, diputada por Alianza Republicana Nacionalista en El Salvador y Gabriela Monta?o, senadora por el Movimiento al Socialismo en Bolivia. Una sola frente a un ordenador en Madrid. Y una interesante conversaci¨®n que la tecnolog¨ªa permite en una ma?ana que arrecia fr¨ªa. La charla promete. El tema no pod¨ªa ser otro que mujer, pol¨ªtica y democracia, centrado sobre todo en Latinoam¨¦rica, con las particularidades de las experiencias de estas tres mujeres con ganas de dar su visi¨®n. Lo que parec¨ªa algo de poco m¨¢s de 20 minutos, se convirti¨® en m¨¢s de una hora. Pero un tiempo demasiado corto, creedme.
Mujer y pol¨ªtica son t¨¦rminos que muchos han intentado separar a lo largo de siglos de historia. Ellas demuestran que est¨¢n unidos. Escucharlas compartir sus impresiones sobre pol¨ªtica y liderazgo es ya de por s¨ª una experiencia. Y bajo la premisa de la experiencia hay que sumergirse no solo para entender m¨¢s sobre pol¨ªtica y mujer, o sobre j¨®venes legisladoras en Latinoam¨¦rica como lo son ellas, sino tambi¨¦n sobre construcci¨®n de m¨¢s sociedad en funci¨®n de la participaci¨®n femenina.
Barreras. Empezamos a saltar puentes y cruzar barreras. Barreras con las que se encuentran las mujeres para acceder a cargos pol¨ªticos. A pesar de que las mujeres en Latinoam¨¦rica son la m¨¢s poderosas, bien es cierto que escalar no es f¨¢cil. ?Y permanecer? A¨²n menos. Gabriela asegura que en Bolivia est¨¢n en pleno avance legislativo, porque la primera barrera con la que se encuentran las mujeres son las firmadas a golpe de Ley. ¡°Nosotros estamos en la construcci¨®n real de la paridad, dejamos de lado la experiencia de las cuotas porque no nos ayud¨® a avanzar¡±.
Pero hay dos barreras m¨¢s con las que se encuentran, la financiaci¨®n electoral y la ¡°vinculaci¨®n de las mujeres con ciertos temas que en algunas sociedades tienen que ver con lo social y no con otros ¨¢mbitos como pueden ser el econ¨®mico, la seguridad ciudadana o la seguridad p¨²blica¡±. Paola opina que ¡°seguir motivando la aprobaci¨®n a trav¨¦s de las leyes electorales de cuotas para garantizar la participaci¨®n pol¨ªtica de las mujeres sigue siendo una tarea en confusi¨®n para algunos pa¨ªses. Nosotros estamos desde el 2008 ya en un modelo paritario, no solamente para cargos de elecci¨®n popular en listas unipersonales sino para cargos de designaci¨®n y creo que eso ha permitido un n¨²mero importante de mujeres dirigiendo distintos espacios¡±.
Paola, adem¨¢s, a?ade dos barrera m¨¢s: una tiene que ver con un tema mucho m¨¢s cultural y ¡°pasa por la construcci¨®n de una ciudadan¨ªa que valore la presencia de mujeres en pol¨ªtica¡±; la segunda es que hay mujeres ¡°que tienen que dedicarse de manera mayoritaria al cuidado de hombres, hijos, personas... Esto va en detrimento de la posibilidad de ocupar espacios p¨²blicos, formarse, capacitarse. Entonces, mientras no hay una corresponsabilidad del Estado, de la empresa privada, de la familia, como tal, de los compa?eros, en asumir todo el tema del cuidado va a ser muy complicado que podamos tener una presencia permanente de las mujeres en pol¨ªtica. No solamente es llegar. Sino permanecer¡±.
Educaci¨®n. Una vez saltadas las barreras, las mujeres en pol¨ªtica se encuentran con otra tarea: hacerse entender. Seg¨²n Alejandrina, a pesar de hablar de pol¨ªtica y mujeres, ¡°no es un tema solo de mujeres. Es un tema de sociedad y de comprensi¨®n de que la democracia se pone m¨¢s robusta y se hace m¨¢s profunda mientras mayor participaci¨®n de las mujeres existe en el ¨¢mbito pol¨ªtico¡±. Y contin¨²a: ¡°Creo mucho en el papel pedag¨®gico que tenemos adem¨¢s del papel de legisladoras, de administradoras¡ Creo en el papel pedag¨®gico que tenemos las mujeres y los hombres convencidos de esta necesidad de profundizar la democracia para seguir avanzando¡±. A ra¨ªz de su reflexi¨®n, ejemplifica con una historia: ¡°Un amigo tiene un hijo peque?o var¨®n de 4 a?os, argentino, y ha crecido viendo a una presidenta mujer. Un d¨ªa estaban hablando de las candidaturas, etc. en la televisi¨®n y entonces hablan de hombres candidatos y el ni?o dice: papi, ?los hombres tambi¨¦n pueden ser presidentes? Pongo este ejemplo porque es muy gr¨¢fico lo que implica la educaci¨®n, la formaci¨®n, y la experiencia de lo que uno vive en lo cotidiano y la presencia que las mujeres versan sobre todos estos temas".
Sus vidas. Cuando a Alejandrina se le pregunta por sus inicios en pol¨ªtica, ella empieza a contar su propia historia, su militancia y su primera campa?a donde se enfrent¨® a no pocos desaf¨ªos, haciendo una campa?a electoral ¡°casa a casa¡±, diferente dice, centr¨¢ndose en los j¨®venes y en las mujeres. Pero hay una idea clara que extrajo de esa campa?a: ¡°La ciudadan¨ªa cree en las mujeres y en la necesidad de un relevo pol¨ªtico¡±.
Paola, por otro lado y a pesar de su corta edad -36 a?os- dice creer tener muchos a?os en la tarea. Muchos porque lleva desde los 17 militando y participando en acciones pol¨ªticas desde la Universidad. Pero hay algo que cambi¨® su vida por completo: ¡°Luego tuve, yo dir¨ªa, la suerte, porque eso marc¨® mi carrera pol¨ªtica, de poder estar en la ruralidad en mi pa¨ªs, donde tienes una poblaci¨®n importante ind¨ªgena, donde ha habido mucha marginaci¨®n. Se ha pensado muy poco en el campo, donde ha habido la concentraci¨®n de un modelo en dos o tres ciudades, condiciones de inequidad en el resto del pa¨ªs. Ser parte de la ruralidad marc¨® mi forma y mi enfoque de hacer pol¨ªtica¡±.
Cuando Gabriela habla de sus inicios en pol¨ªtica, cuenta que tambi¨¦n empez¨® como Paola a los 17 a?os. Pero lo hizo por los cambios estructurales que se estaban dando en el pa¨ªs. Si no hubiera estado convencida de que esos cambios merec¨ªan el que la sociedad fuera part¨ªcipe de ese proceso, ella nunca se hubiese presentado: ¡°Me siento profundamente feliz de ser una generaci¨®n que cambia para siempre la historia de Bolivia y aporta un granito de arena¡±.
Conciliaci¨®n. Seg¨²n Alejandrina, entre pol¨ªticas, suelen conversar de la entrega de las mujeres a la pol¨ªtica ¡°que requiere de muchos m¨¢s sacrificios que los hombres por el tema de ser ¨Calgunas de ellas- cuidadoras en sus hogares. Y es realmente una entrega que una le da a su pa¨ªs, a su partido, pero especialmente al pa¨ªs. Sabemos valorar la calidad del tiempo no la cantidad del tiempo¡±. Al hablar sobre este tema, Paola ha sacado a colaci¨®n las ¨²ltimas encuestas que se hicieron en Ecuador donde ¡°el 85% de las cuidadoras somos mujeres. Cuando hablamos sobre el uso del tiempo y la calidad de vida de las mujeres, la encuesta nacional nos arroja que las mujeres trabajamos 17 horas m¨¢s que los hombres en la zona urbana y 22 horas m¨¢s en la zona rural¡±. Ella dice tener un gran apoyo por parte de sus padres y de sus hermanas, pero tambi¨¦n asegura que lo tiene m¨¢s f¨¢cil al no ser madre. Gabriela es tajante: no le interesa y no quiere dar ese mensaje de ¡°las mujeres tienen que ser ¡°supermujeres¡± para estar en un espacio de toma de decisi¨®n o responsabilidad estatal. Todas las mujeres podemos construir esa posibilidad. Tenemos que romper el mito. Tenemos que animar a que otras mujeres quieran asumir el espacio pol¨ªtico como un paso propio¡±.
Mujeres en Am¨¦rica Latina. ¡°Creo que la regi¨®n, despu¨¦s de muchos a?os de desasosiego, despu¨¦s de muchos a?os de producir recetas por varios modelos, encontr¨® un camino propio. Creo que esa es una de las ventajas en un momento de crisis mundial, en un momento donde te encuentras con conflictos armados, crisis econ¨®micas en muchas potencias¡ T¨² ves a una Am¨¦rica Latina en crecimiento y en despunte. Y creo que eso es parte de haber encontrado un propio camino, con procesos adem¨¢s individuales¡±, dice Paola cuando hablamos del n¨²mero de mujeres presidentas en el continente en comparaci¨®n con el n¨²mero de feminicidios. Y sigue: ¡°creo que hay que trabajar los roles, y c¨®mo este incremento de mujeres en la pol¨ªtica tiene un efecto positivo en mejorar la calidad de vida de las mujeres. Todos los temas de violencia, todos los temas de discriminaci¨®n¡ Seis de cada diez mujeres sufren de violencia f¨ªsica y ps¨ªquica son patrones que se van a modificar, con marcos legales, con pol¨ªtica p¨²blica, pero tambi¨¦n con una conciencia de una sociedad mucho m¨¢s respetuosa¡±.
Alejandrina tiene una visi¨®n propia tambi¨¦n sobre el tema: ¡°No s¨®lo nos ven como profesionales, sino como defensoras de valores. Hay muchos espacios ciudadanos para que las mujeres participen, no solamente en los partidos pol¨ªticos, sino en la ciudadan¨ªa. Quisiera pasar de la legalidad formal a la legalidad sustancial. Que todo se ponga en pr¨¢ctica y que eso ayude a las mujeres a poder llegar a un tipo de igualdad que les permita actuar en igualdad de condiciones, y m¨¢s en la pol¨ªtica que es un mundo a¨²n dominado por los hombres¡±. Gabriela tambi¨¦n lo tiene claro: ¡°Nosotros en Bolivia hemos pasado a aprobar una ley integral contra la violencia hacia las mujeres, es parte de una nueva ola de normativas en Latinoam¨¦rica que deja de ver la violencia contra las mujeres como un tema del ¨¢mbito privado para ponerlo en el ¨¢mbito penal p¨²blico y genera mecanismos muy novedosos como la posibilidad declaratoria de denuncia en una regi¨®n o municipio. La violencia, no s¨®lo en Latinoam¨¦rica, sino en el mundo entero, la tenemos que ver como un tsunami, como una cat¨¢strofe en la que tenemos que actuar inmediatamente¡±. Asegura que este es su compromiso y el de muchas mujeres en pol¨ªtica a pesar las diferencias ideol¨®gicas. Y termina diciendo que ¡°no se trata s¨®lo de poner leyes¡±, sino de poner operativas esas ¡°normas en la realidad¡±.
Liderazgo femenino. Dos palabras que dan una charla de m¨¢s de un caf¨¦. Concepto profundo, aseguran que es, pero cada una de ellas tiene su propia opini¨®n a la hora de definir qu¨¦ es el liderazgo femenino. ¡°Nos ven a las mujeres como personas correctas y creo que, en cierta medida, es responsabilidad que tenemos nosotras de responderle a la ciudadan¨ªa en la manera en la que ellos han depositado su confianza en nosotras. Eso es lo que marca un liderazgo femenino¡±, asegura Alejandrina. ¡°Entiendo el liderazgo como la posibilidad de que tus acciones, tus pensamientos, tu vocer¨ªa, puedan incidir en otras personas. Y ese liderazgo puede ser positivo o puede ser negativo, puede ser un liderazgo que se est¨¢ ejerciendo por muchas mujeres con la posibilidad de comprender que la reivindicaci¨®n de los derechos de las mujeres, de nuestros derechos, son reivindicaciones que no ¨²nicamente generan el cambio de vida de las mujeres. Y aunque se pueda ver como una exclusi¨®n, cambiar la vida de las mujeres es tambi¨¦n cambiar la vida de la poblaci¨®n¡±, reflexiona Paola, pero introduce una variante novedosa en la charla. ¡°Hay que ir trabajando en la idea de generar liderazgos colectivos. El depositar la carga o la tarea en una o dos personas puede hacer que esos resultados no sean efectivos, creo que hay que compartir los liderazgos. Unos somos buenos en unas tareas, y otros mejores en otras¡±.
Gabriela, por su parte, est¨¢ en desacuerdo a la hora de formular el liderazgo femenino como un liderazgo ¨²nico porque es ah¨ª precisamente donde ¡°se pierde la riqueza y la posibilidad de profundizar la democracia¡±. Si se habla de liderazgo femenino ¨²nicamente, dice, se cuestionan las estructuras de poder establecido. Y comparte la tesis de Paola: ¡°Creo que debemos verlo como liderazgos m¨²ltiples con m¨²ltiples posibilidades. Y creo que ese liderazgo puede ser de una mujer ind¨ªgena, de una mujer profesional, campesina, de una mujer trabajadora. Y son liderazgos que no siempre se visibilizan en los medios de comunicaci¨®n, que est¨¢ muchas veces en los barrios, en las calles, deben tener canales claros de construcci¨®n, de avance¡ Y eso es tarea de quienes creemos en ello. Mientras m¨¢s seamos los seres humanos capaces de construirnos, y las mujeres de reconocernos, seremos mejores seres humanos¡±.
Nota: El pasado mes de marzo se celebr¨® el Foro Internacional "Mujeres, pol¨ªtica y democracia: Rompiendo los techos de cristal en Am¨¦rica Latina" organizado por el Instituto de Iberoam¨¦rica de la Universidad de Salamanca. En ese foro participaron hombres y mujeres, entre ellas estas tres de la primera l¨ªnea pol¨ªtica: Paola Berenice Pab¨®n, Alejandrina Castro Figueroa y Gabriela Monta?o.
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