?Y si Podemos perjudica m¨¢s al PP?
Si algo hemos aprendido en los ¨²ltimos 30 a?os es que el PSOE gana con su techo y el PP con su suelo
Recientemente EL PA?S editorializaba: Se¨ªsmo pol¨ªtico. Lo hac¨ªa en base a una encuesta seg¨²n la cual, Podemos podr¨ªa ser primera fuerza pol¨ªtica seguida del PSOE y con el PP en tercer lugar.
Partamos de esa base para analizar el se¨ªsmo. Si algo hemos aprendido en los ¨²ltimos 30 a?os es que el PSOE gana con su techo y el PP con su suelo. Dicho de otra forma, el PSOE es capaz de atraer a m¨¢s votantes que el PP, pero el PP tiene una fidelidad m¨¢s s¨®lida entre los suyos.
En estos 30 a?os, el sistema pol¨ªtico espa?ol ha mantenido un hecho diferencial con el resto de Europa, aqu¨ª se ganaban elecciones por encima del 40% de voto. S¨®lo dos partidos pod¨ªan hacerlo: PSOE con su techo y PP con su suelo si se desplomaba el PSOE.
La receta electoral del PP ha sido m¨¢s sencilla de lo que parece: agrupar el voto del centro-derecha. ?Es la unidad del voto, est¨²pido! Podr¨ªa ser el lema del PP.
En los ¨²ltimos 20 a?os, el PP ha rondado los 10 millones de votos, y esa misma cantidad le ha valido para obtener amplias mayor¨ªas o para perder las elecciones.
Mientras, el PSOE obten¨ªa victorias con 11 millones y derrotas con ocho.
A diferencia del resto de pa¨ªses europeos, con fuertes terceras opciones, en Espa?a s¨®lo IU aparec¨ªa en el panorama nacional y el mapa se completaba con opciones nacionalistas en Catalu?a, Euskadi y Galicia.
Sin embargo, en los ¨²ltimos a?os, y especialmente, desde la llegada de la mayor crisis que hemos conocido en democracia han proliferado nuevas formaciones como UPyD, Ciutadans, Vox o Podemos.
Dicen las malas lenguas que la publicidad dada a partidos como estos en algunos medios conservadores le han costado la cabeza a alg¨²n director de peri¨®dico. Sea o no as¨ª, lo cierto es que UPyD, Ciutadans y Vox han perdido casualmente todo el foco medi¨¢tico que ten¨ªan. Alguien podr¨ªa pensar que el PP no quer¨ªa dividir su voto y ha trabajado para evitarlo. Sin embargo, Podemos ha roto la barrera medi¨¢tica.
Se publica que seg¨²n Arriola la soluci¨®n del PP est¨¢ en Podemos. El an¨¢lisis es simple: si el PP no puede volver al 40, al menos que el PSOE se vaya al 20 y as¨ª podremos gobernar con un 30, y a¨²n mejor, con un PSOE presionado para dejar gobernar el PP para ¡°evitar aventuras¡±. Jugada perfecta: se hunde el PSOE, nos tiene que dar su apoyo y se hunde a¨²n m¨¢s. Visto en Grecia y diagnosticado por Arriola.
Podemos surge del laboratorio de la Facultad de Ciencias Pol¨ªticas de la Universidad Complutense de Madrid. No tiene pasado, ni implantaci¨®n territorial, ni trayectoria ideol¨®gica. Sus debilidades son sus fortalezas en un momento de crisis pol¨ªtica que arrastra al prestigio de los partidos tradicionales por los suelos. Cosa bien distinta es que esas cualidades sean buenas en la oposici¨®n pero desastrosas en un hipot¨¦tico gobierno. Pero 2015 no va de eso. En 1982 tocaba probar el cambio pol¨ªtico, en 1996 dar una oportunidad a la derecha democr¨¢tica tras el desgaste de los Gobiernos socialistas y en 2004 parar los pies a la derecha sin complejos de Aznar y las Azores. Seg¨²n Podemos, en 2015 se trata de castigar a la casta, y punto. No importa c¨®mo crear empleo, mantener el Estado del bienestar o reformar nuestra democracia. El cabreo, justificado, es tal, que el terreno est¨¢ abonado.
Si la empat¨ªa es fundamental en todas las actividades humanas, en pol¨ªtica es vital, y Podemos utiliza la misma t¨¦cnica que los monologuistas: "Se lo que sientes, no se muy bien c¨®mo evitarlo, pero se lo que sientes¡" y funciona.
El problema es que la tarea del monologuista acaba con la descripci¨®n, no tiene la obligaci¨®n de buscar soluciones a la situaci¨®n que describe.
Funciona porque llega, y llega a trav¨¦s de los medios digitales, pero no los nuevos medios, si no los tradicionales, digital s¨ª, pero televisi¨®n, que llega a todos los rincones, a todas las edades, al mundo urbano y al rural, a desempleados, asalariados o empresarios.
Resulta complicado explicar la desregulaci¨®n de los mercados financieros, los excesos de codicia del capitalismo de Lehman Brothers o Goldman Sachs¡no tienen cara y ojos, est¨¢n muy lejos. Mucho m¨¢s si has estado en el Gobierno. Est¨¢n mucho m¨¢s cerca los partidos tradicionales, la patronal y los sindicatos de clase¡tienen cara y ojos, y han cometido excesos intolerables, como las tarjetas black: fotograf¨ªa en alta definici¨®n de la casta.
Y en esto andaba la derecha. Lastrada por un esc¨¢ndalo sist¨¦mico y ramificado, G¨¹rtel, que estall¨® en 2009. Cinco a?os ya de tancredismo en un asunto que no afecta a un Ayuntamiento, sino a muchos, ni a una comunidad sino a varias, y diputados, y senadores y gerentes y secretarios generales y hasta al propio Rajoy, que no es libre para atajarlo, porque forma parte de ello.
?Por qu¨¦ voy a dimitir yo si Mariano sigue ah¨ª? parecen decir la alcaldesa de Alicante o el presidente de la Diputaci¨®n de Le¨®n.
Y en esa par¨¢lisis, asediado por la corrupci¨®n, aislado por sus incumplimientos electorales y denunciado por sus recortes andaba el PP, tratando de repetir su f¨®rmula de ¨¦xito: mantener agrupado el voto del centro-derecha y dividir una vez m¨¢s el de la izquierda.
?Y si ya no vale? ?Qu¨¦ pasar¨ªa si despu¨¦s de fortificar la frontera con el PSOE, hacer desparecer a UPyD, Ciutadans o Vox, el PP hubiera descuidado otra frontera con la que no contaba? ?Alguien en el PP se ha parado a pensar que el tr¨¢nsito de quienes les votaron es mucho m¨¢s sencillo hacia Podemos que hacia el PSOE?
Porque el se¨ªsmo pol¨ªtico trae nuevas preguntas: ?d¨®nde van los votantes desencantados con el PP? Nunca lo hemos comprobado, porque en 2004 el PSOE gan¨® por arriba, sin que el PP perdiera votos.
Recuerden el cl¨¢sico latiguillo avergonzado de los conservadores sobre su propia condici¨®n: ?ya no hay ideolog¨ªas! ?Qu¨¦ pasar¨ªa si los ciudadanos de izquierdas siguen reconociendo las diferencias, mientras los conservadores encuentran acomodo en el cl¨¢sico populista ¡°arriba-abajo¡±?
Ahora el PP se frota las manos mientras el PSOE hace congresos, primarias, c¨®digos ¨¦ticos, expulsiones y autocr¨ªticas tratando de dar respuestas a sus malos resultados electorales.
Pero olvidan que la ¨²ltima vez que los espa?oles votaron, ellos tampoco llegaron a los cuatro millones de votantes. ?Recuerdan lo del suelo del PP?
Lo fiaron todo al ¡°divide y vencer¨¢s¡±, una vez m¨¢s.
Empirismo puro: a iguales condiciones, iguales resultados. Pero, ?y si han cambiado las condiciones?
?Y si ya no es s¨®lo el PSOE quien tiene un suelo m¨®vil?
?Y si gran parte de ese se¨ªsmo pol¨ªtico es algo que no hab¨ªa pasado en 20 a?os? ?Y si obsesionada con los socialistas, la derecha tancredista se olvid¨® de algo?
?Actuamos?, se preguntan hoy en el PP, ¡°o no¡± se responde Rajoy.
Oscar L¨®pez Agueda es senador y secretario General del Grupo Parlamentario Socialista en el Senado
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