Conciencia en un vestido chino
Una joven dise?adora espa?ola afincada en Shangh¨¢i lanza una campa?a de financiaci¨®n colectiva para fabricar en China un vestido multifunci¨®n solidario
Made in China. Son solo tres palabras aparentemente inofensivas, pero en el imaginario colectivo occidental desatan una riada de asociaciones negativas. La fabricaci¨®n en la segunda potencia mundial es, para la mayor¨ªa, sin¨®nimo de explotaci¨®n laboral, calidad deficiente y falta de respeto hacia el medio ambiente. Pero M¨®nica Muriel est¨¢ convencida de que no tiene por qu¨¦ ser as¨ª. Por eso ha dise?ado el One, un peculiar vestido multiforma de dos piezas que sirve para cualquier persona y ocasi¨®n ¡ªpuede llevarse en 50 posiciones diferentes seg¨²n el estilo que se desee¡ª y con el que quiere demostrar que ¡°existe una mejor forma de hacer moda, en la que se fabrica sin desperdiciar recursos, de forma sostenible y socialmente responsable¡±. Y Made in China.
Esta joven madrile?a tiene claro c¨®mo conseguirlo: ¡°El One estar¨¢ fabricado en tejido de bamb¨², que es uno de los m¨¢s ecol¨®gicos que existe ¡ª100% biodegradable¡ª, y todos los qu¨ªmicos que se empleen en su tratamiento ser¨¢n reciclados. Adem¨¢s, los trabajadores ser¨¢n personas excluidas de la sociedad o con dificultad para obtener ingresos, y realizar¨¢n su labor en instalaciones adecuadas por un salario digno¡±. El planteamiento de Muriel parece ciencia ficci¨®n en China, pero la marca de ropa ¡ªNuomi, arroz glutinoso en chino¡ª?que estableci¨® en Shangh¨¢i con su socia filipina Bonita Lim, lleva ya a?os trabajando de esta forma. ¡°Creemos que hacer bien las cosas en este pa¨ªs tan complicado, aunque acarree unos costos mayores, puede convertirse al final en un valor a?adido para la marca. Porque cada vez la gente est¨¢ m¨¢s concienciada sobre el impacto que tiene en el mundo la forma en la que consume¡±, sentencia.
Con el proyecto del One, que se har¨¢ realidad si triunfa la campa?a de financiaci¨®n colectiva que han lanzado en la plataforma Kickstarter bajo el lema One World, One Dress (Un mundo, un vestido), Muriel y Lim pretenden alcanzar dos objetivos. ¡°Por un lado, queremos ofrecer a todo tipo de mujeres una prenda c¨®moda que responda a las necesidades de la vida actual: que se pueda llevar al trabajo, a una fiesta, o a la playa¡±. Por otro lado, desde una perspectiva m¨¢s empresarial, las dos dise?adoras pretenden dar un salto cuantitativo. ¡°Como peque?a empresa que somos", tienen tres tiendas en Shangh¨¢i y adem¨¢s venden tanto en establecimientos multimarca como por Internet, "resulta muy dif¨ªcil conseguir capital para crecer. Y eso crea un c¨ªrculo vicioso: si no tienes grandes ventas no puedes atraer inversores, y si no tienes inversores no puedes aumentar las ventas¡±.
La soluci¨®n, creen, est¨¢ en crear un producto atractivo en el que se pueda involucrar el cliente final, sin intermediarios. ¡°Con el vestido enviaremos un manual que detalla todas las posibilidades que le hemos descubierto hasta ahora, pero tambi¨¦n queremos crear un di¨¢logo en el que la gente nos haga part¨ªcipes de sus propuestas y nos pregunte c¨®mo pueden usar el One en diferentes situaciones. Es un juego que estimular¨¢ la creatividad¡±. No en vano, la idea surge del exceso de equipaje con el que se encuentran Muriel y Lim cada vez que viajan. ¡°Siempre pens¨¢bamos en lo bien que estar¨ªa tener un solo vestido que sirva para todo. Al final, un d¨ªa decidimos ponernos a buscar una soluci¨®n y, junto con Judith Fong, dimos con el dise?o actual¡±. Impresiona ver c¨®mo lo que aparentemente son dos amorfos trozos de tela se convierte r¨¢pidamente en un conjunto de vestido y chaqueta o en unos pantalones y una camiseta. ¡°Saldremos con cuatro tallas y ocho colores, siempre en dise?os reversibles¡±.
Con este proyecto, las responsables de Nuomi tambi¨¦n quieren aumentar el peso del programa de reinserci¨®n social que pusieron en marcha desde el principio. ¡°Un mayor tama?o nos permitir¨ªa emplear a m¨¢s gente, a la que primero damos formaci¨®n para que trabajen con nosotros¡±. Sus beneficiarios se dividen en dos grupos principales. ¡°Est¨¢n las madres de ni?os enfermos o discapacitados que trabajan para Nuomi desde sus propias casas y a las que proporcionamos una m¨¢quina de coser y, si lo necesitan, un microcr¨¦dito; y luego tenemos en nuestra oficina a gente que viv¨ªa por debajo del nivel de la pobreza, sobre todo personas sin techo y hu¨¦rfanos¡±.
Ben es uno de esos ¨²ltimos. Sufri¨® la polio en una zona rural de China y, como ten¨ªa ocho hermanos y era incapaz de trabajar en el campo, la familia lo ech¨® de casa. Vivi¨® durante doce a?os en la calle, hasta que una ONG local lo rescat¨®. Despu¨¦s de darle una formaci¨®n b¨¢sica, Nuomi lo contrat¨®, y ahora cose botones con nudos chinos y cinturones. ¡°Si conseguimos el capital suficiente podremos asociarnos con diferentes organizaciones para institucionalizar el proceso de formaci¨®n y ofrecer una salida laboral a su finalizaci¨®n. Adem¨¢s, Nuomi puede ser solo un paso en una carrera que pueden continuar luego en el sector textil¡±. Porque si hay algo que caracteriza a las creaciones de la marca de Muriel y de Lim es que combinan elementos asi¨¢ticos con otros de vanguardia internacional. ¡°Nosotras somos extranjeras pero vivimos y bebemos de China, y eso lo queremos traslucir en todo lo que hacemos¡±.
De momento, el embri¨®n del One requiere 15.000 d¨®lares (11.500 euros) para gestarse y ver la luz. ¡°Ese es el importe que nos hemos propuesto alcanzar con la campa?a de crowdfunding, en la que cualquiera puede colaborar desde 25 d¨®lares (19 euros). Luego, el vestido costar¨¢ 99 d¨®lares (76 euros)¡±. Y ese es s¨®lo el comienzo de una nueva colecci¨®n de ropa que tendr¨¢ como denominador com¨²n el bamb¨². ¡°Es un material tan c¨®modo que incluso hemos pensado fabricar un burka con ¨¦l. Al fin y al cabo, creemos que si las mujeres tienen que ir tapadas de los pies a la cabeza lo mejor es proporcionarles la f¨®rmula para hacerlo de la forma menos desagradable, porque entendemos la moda como algo que debe estar al servicio de la gente¡±.
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