Mujeres que luchan por una sociedad mejor
¡°Mi madre no estuvo escolarizada¡±, explica Prisca Nadine Kouacou (Adzop¨¦, Costa de Marfil, 1984) por skype. ¡°No pudo ir a la escuela, porque su padre pensaba que ya sab¨ªa lo suficiente. Sin embargo, era una mujer muy inteligente y ya de ni?a, yo pod¨ªa sentir su frustraci¨®n porque no hab¨ªa podido estudiar¡±.
Pas¨® el tiempo, la vida decidi¨® repetirse como a veces pasa y la propia Prisca se encontr¨® en la situaci¨®n de su madre. Hab¨ªa cumplido 17 a?os cuando su padre muri¨®. Su madre era costurera, sin posibilidades para costearle una educaci¨®n superior, as¨ª que ella tuvo que empezar a trabajar y pagarse los estudios a trav¨¦s del comercio minorista informal. Ya estaba casi a las puertas de la universidad, donde pretend¨ªa estudiar una ingenier¨ªa. Era una alumna aplicada, brillante. So?aba llegar lejos en la vida.
La doble experiencia familiar, en carne de mujer, se le qued¨® grabada a Prisca en el alma. Se propuso trabajar en favor de la alfabetizaci¨®n de mujeres hu¨¦rfanas y sin medios en cuanto pudiera mantenerse y disponer de algo de capital extra. As¨ª naci¨® su oeneg¨¦: EFIFEM (Educaci¨®n, Formaci¨®n, Inserci¨®n para las Mujeres).
Prisca se encarga ahora de la comunicaci¨®n de una empresa de telefon¨ªa. Es experta en m¨¢rquetin. Tambi¨¦n es madre de dos hijos peque?os y est¨¢ felizmente casada. Entre sus pr¨®ximos proyectos se encuentra el regresar a la universidad, esta vez en Francia, para ampliar estudios.
"EFIFEM funciona gracias al trabajo de los voluntarios", explica Prisca. "Tenemos una docena de personas voluntarias que dan clases y realizan otro tipo de tareas. No tenemos otra financiaci¨®n que la que yo obtengo por mi trabajo, la parte de mi salario que va a la oeneg¨¦, mi propio dinero. Estamos buscando donantes, fondos, pero de momento funcionamos as¨ª".
EFIFEM tiene a medio centenar de chicas inscritas como alumnas, procedentes, sobre todo, del sector del servicio dom¨¦stico. Adem¨¢s de la alfabetizaci¨®n, reciben formaci¨®n en pasteler¨ªa y costura. Llevan dos a?os funcionando y un a?o inscritos en el Ministerio de Educaci¨®n Nacional gracias a la perseverancia de Prisca, una mujer que es toda voluntad.
En la misma ciudad en la que opera EFIFEM y trabaja Prisca, Abiy¨¢n, tambi¨¦n se encuentra la Fundaci¨®n Mireille Hanty, dirigida por la mujer que ha donado su nombre al organismo y que se centra en el trabajo con los ni?os que est¨¢n recluidos con sus madres en las celdas de la MACA, la principal c¨¢rcel del pa¨ªs.
Mireille tambi¨¦n viene del mundo de la comunicaci¨®n: trabaja en la radio. Sin embargo, decidi¨® abandonar su programa nocturno, en el que aconsejaba a corazones rotos y solitarios, para dedicarse al periodismo puro y ejercer una labor social.
No contenta con eso, decidi¨® crear una fundaci¨®n para canalizar su trabajo de servicio a la comunidad. Activa, resolutiva, segura de s¨ª misma, Mireille organizaba actividades de todo tipo, desde campa?as de sensibilizaci¨®n sobre el bienestar mental a cenas ben¨¦ficas, giras por los medios de comunicaci¨®n o jornadas de trabajo. Sin embargo, encontr¨® su campo de acci¨®n el a?o pasado, cuando funcionarios de la administraci¨®n penitenciaria del pa¨ªs se acercaron a ella para proponerle que ayudara a las mujeres que viven en la c¨¢rcel con sus hijos.
Tras una visita a la MACA, la fundaci¨®n Mireille Hanty comenz¨® un trabajo de investigaci¨®n y lanz¨® propuestas para ayudar a esos ni?os. En una reciente entrevista en el blog de Israel Yoroba, ella explicaba: ¡°Nos dijimos que se puede sacar a esos ni?os de la prisi¨®n, enviarles al colegio y mostrarles que la c¨¢rcel no es su ¨¢mbito¡±. Se puso manos a la obra y consigui¨® transporte para garantizar la escolarizaci¨®n de los ni?os, que pasaban el d¨ªa fuera de la celda y regresaban por la noche con sus madres. No contenta con eso, se lanz¨® a una campa?a medi¨¢tica con el hashtag #JeDisNonCIV en fotos y v¨ªdeos de celebridades locales. Su objetivo: sacar a los ni?os mayores de dos a?os del ¨¢mbito carcelario, evitar que las embarazadas entren en prisi¨®n y den a luz all¨ª, ocuparse de proporcionar un entorno amable y seguro a los hijos de las presas fuera de la c¨¢rcel.
¡°La convenci¨®n africana de derechos y bienestar del ni?o dice que no debe ser encarcelado con su madre¡±, record¨® Mireille en su entrevista. ¡°La ley marfile?a misma dice que los ni?os pueden quedarse con su madre hasta los dos a?os. Dos a?os y no m¨¢s. Los ni?os a los que escolarizamos tienen m¨¢s de dos a?os. Se quedan en prisi¨®n todo el tiempo que dura la condena de su progenitora. Nadie quiere ocuparse de ellos¡±.
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