El acuerdo de China y EEUU contra el cambio clim¨¢tico es ¡°necesario pero insuficiente¡±

Estados Unidos y China, la primera potencia del mundo y la que va camino de reemplazarla, son los responsables de casi el 45% de las emisiones de CO₂ que est¨¢n cambiando el clima del planeta. El anuncio de que van a reducirlas es un hito en el intento de frenar el cambio clim¨¢tico. Pero los expertos y ecologistas creen que, aunque necesario, su compromiso podr¨ªa ir mucho m¨¢s all¨¢.

Durante la cumbre Asia-Pac¨ªfico, celebrada en Pek¨ªn, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el de China, Xi Jinping, anunciaron un doble compromiso. El primero se compromet¨ªa a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en un 28% para 2025. China dejar¨¢ de aumentarlas cinco a?os despu¨¦s, en 2030.

Ambos compromisos son importantes. Estados Unidos ha sido el principal emisor durante d¨¦cadas. En 2012, ¨²ltimos datos disponibles, sus emisiones alcanzaron las 6.526 toneladas m¨¦tricas (Tm) de CO₂, seg¨²n la Agencia para la Protecci¨®n Medioambiental de ese pa¨ªs (EPA). El estadounidense es tambi¨¦n uno de los pocos gobiernos que no ratific¨® el Protocolo de Kioto de 1997, un acuerdo internacional vinculante para reducir las emisiones.

China, por su parte, no estaba obligada a limitar sus emisiones GEI al ser catalogado entonces como una potencia emergente y, como otros pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, no ser responsable del calentamiento acumulado. Pero su aportaci¨®n al cambio clim¨¢tico ha estallado en dos d¨¦cadas. De las 2.500 Tm que emiti¨® en 1990, ha pasado a ser el principal emisor, con 9.900 Tm, seg¨²n el ¨²ltimo informe EDGAR del Centro Com¨²n de Investigaci¨®n de la Uni¨®n Europea.

Estados Unidos y China son responsables de casi el 45% de las emisiones de CO₂

"En l¨ªneas generales, es una buena noticia", dice la ex secretaria de Estado de Cambio Clim¨¢tico entre 2008 y 2011, Teresa Ribera. Y es buena noticia porque muestra que "la colaboraci¨®n entre China y Estados Unidos para descarbonizar el sistema energ¨¦tico, necesaria para combatir el cambio clim¨¢tico, es posible", explica la ahora directora del Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales, una organizaci¨®n que asesora al Gobierno franc¨¦s en la lucha contra el cambio clim¨¢tico.

El acuerdo tambi¨¦n es positivo porque significa que, con Europa, "los tres mayores emisores ya han anunciado su compromiso con cifras concretas de cara a Lima", asegura Ribera, en referencia a la cumbre que celebra la ONU en la capital peruana a comienzos de diciembre. Por ¨²ltimo, el compromiso chino estadounidense "fuerza a otros pa¨ªses, como Australia, Canad¨¢, Brasil, India o Rusia a moverse", a?ade.

"Pero, ya sea por razones pol¨ªticas o t¨¦cnicas, son propuestas conservadoras", opina Ribera. "La cifra anunciada por Estados Unidos de reducci¨®n para 2025 no est¨¢ a la altura de lo que podr¨ªa hacer la econom¨ªa estadounidense", completa. Los datos confirman sus palabras. Las emisiones GEI per c¨¢pita, lo que emite cada estadounidense, asciende hasta las 16,4 Tm de CO₂. En comparaci¨®n, cada europeo es responsable de 7,4 toneladas, seg¨²n el informe EDGAR. No parece que el est¨¢ndar de vida estadounidense sea el doble que el europeo.

Adem¨¢s, el margen de maniobra de Obama es limitado. Como ya se demostr¨® en el pasado, la capacidad del Ejecutivo federal de imponer sus objetivos en un pa¨ªs con tanta descentralizaci¨®n pol¨ªtica y peso de la autonom¨ªa privada de las empresas es escasa.

Comparaci¨®n con Europa

Seg¨²n anunci¨® la Casa Blanca, el nuevo objetivo de Estados Unidos supone doblar el ritmo actual de reducci¨®n de sus emisiones, pasando de un 1,2% anual actual al 2,3-2,8% entre 2020 y 2025. Eso supondr¨ªa apenas igualar el compromiso, ya casi logrado, de la Uni¨®n Europea pero cinco a?os despu¨¦s. Peor a¨²n, la cifra quedar¨ªa muy lejos del 40% de reducci¨®n de emisiones que los pa¨ªses europeos se han impuesto para 2030. Pero el mayor problema es que, a diferencia de Europa, Estados Unidos no ha explicado a¨²n c¨®mo va a lograrlo.

"Los dos pa¨ªses no han dado detalles de c¨®mo pretenden conseguir sus objetivos", recuerda el vicepresidente del Centro para el Clima y Soluciones Energ¨¦ticas, Elliot Diringer. Esta organizaci¨®n independiente, sucesora del Centro Pew para el Cambio Clim¨¢tico Global, es una de las m¨¢s influyentes cuando de pol¨ªtica clim¨¢tica estadounidense se trata. "En el caso de Estados Unidos, el plan se apoyar¨¢ fundamentalmente en dos cosas: la normativa anunciada por la Administraci¨®n Obama para doblar la eficiencia de los nuevos veh¨ªculos y, por tanto, reducir sus emisiones a la mitad y la propuesta de la EPA de recortar las de las centrales energ¨¦ticas, la principal fuente de emisiones", explica Diringer.

Ya sea por razones t¨¦cnicas o pol¨ªticas, son propuestas conservadoras", dice la ex secretaria de Estado Teresa Ribera

El caso de China es a¨²n m¨¢s complejo e incierto. Como un reci¨¦n llegado al desarrollo, el gigante asi¨¢tico no estaba obligado a reducir sus emisiones. Pero, su acelerado desarrollo le ha convertido en el principal responsable actual del futuro cambio clim¨¢tico. El 29% del total de los GEI emitidos en 2012 proced¨ªa de la industria, ciudades y coches chinos.

La cifra encuentra su contexto cuando se relativiza en funci¨®n de su poblaci¨®n. Los chinos suponen el 20% de los habitantes del planeta y, hoy, las emisiones per c¨¢pita de China son de 7,9 toneladas de CO₂. En comparaci¨®n, han igualado a los europeos (con 7,4 Tm per c¨¢pita), pero a¨²n contaminan menos de la mitad que las 16,4 Tm de un estadounidense. Y el nivel de vida del ciudadano chino medio a¨²n est¨¢ muy lejos de los est¨¢ndares europeos. Esto muestra que el modelo de desarrollo chino es muy ineficiente y uno de los mayores agentes del cambio clim¨¢tico.

"El modelo chino se basa en los combustibles f¨®siles y eso les est¨¢ provocando grandes problemas ambientales en sus ciudades", recuerda el jefe del ¨¢rea de energ¨ªa y cambio clim¨¢tico de Greenpeace, Jos¨¦ Luis Garc¨ªa. De hecho, cree, que "el descenso de las emisiones de CO₂ no es su objetivo principal sino reducir sus impactos negativos actuales".

En el 12? Plan Quinquenal, un vestigio de la econom¨ªa centralizada, el Gobierno chino introduc¨ªa por primera vez algunas medidas y objetivos para cambiar de pol¨ªtica energ¨¦tica para 2015. Entre ellas, estaba la reducci¨®n de consumo energ¨¦tico por unidad del Producto Interior Bruto (una medida de eficiencia energ¨¦tica) en un 16%.

M¨¢s modesto parece el compromiso de elevar el porcentaje de lo aportado por las energ¨ªas renovables hasta un 11,4%. El acuerdo anunciado junto a Estados Unidos prev¨¦ que, en 2030, China ya no aumentar¨¢ sus emisiones, con la ayuda en parte de las renovables que, para entonces, supondr¨¢n el 20% del total del consumo energ¨¦tico. Cifra casi ya alcanzada por Europa y lejos del objetivo europeo del 27% para ese mismo a?o.

"Lo que propone China lo podr¨ªan conseguir antes", sostiene Garc¨ªa, de Greenpeace. Pero reconoce que es un avance. Cambiar en pocos a?os un modelo econ¨®mico basado de forma intensiva en el carb¨®n y el petr¨®leo sin afectar su desarrollo en una econom¨ªa del tama?o de la china no es tarea sencilla. Con todo, el ecologista s¨ª considera hist¨®rico que "los dos principales contaminantes se comprometan a reducir sus emisiones".