El negocio de ser Cara Delevingne

Con veinte a?os su nombre se convirti¨® en uno de los m¨¢s buscados de Google. 2013 marc¨®, sin duda, el cl¨ªmax del fen¨®meno Cara Delevingne. Las firmas brit¨¢nicas ya llevaban varias temporadas contando con ella, pero aquel a?o su rostro se convirti¨® en ubicuo. Ocup¨® decenas de portadas y cerr¨® los desfiles m¨¢s emblem¨¢ticos. Lagerfeld la hizo su musa, se hizo amiga de Rihanna y comenz¨® a ganar seguidores en las redes sociales. Hoy cuenta con m¨¢s de ocho millones en Instagram y dos millones en Twitter.

¡°Las plataformas de referencia, como la web models.com, hoy tienen una secci¨®n basada en la influencia de las modelos en las redes sociales. En ese aspecto, Cara es pionera. Se ha convertido en una estrella de Twitter e Instagram. A diferencia de otras tops, a ella la sigue gente de todo tipo, no solo los interesados en la industria¡±, cuenta David Cabaleiro, director de casting en la agencia Pin up comunicaci¨®n.

Consciente de la fiebre global que estaba despertando, Cara comenz¨® a desarrollar su sello personal; a vestir con ropa deportiva de dise?o, retratarse haciendo muecas divertidas y asistir a festivales, conciertos y fiestas de todo pelaje. ¡°Ella es el ejemplo perfecto de modelo-celebridad. Es famosa por su trabajo, pero tambi¨¦n por su actitud¡±, explica Carolina Barcel¨®, directora de la agencia Comunicaci¨®n de Moda. Por eso, cuando logr¨® afianzar su imagen, se convirti¨® en una marca registrada. Literalmente.

En febrero de 2013 cre¨® Cara & Co., una sociedad que gestiona la propiedad intelectual de la modelo. Su imagen, su nombre y sus creaciones. Hace pocos d¨ªas, el diario The Daily Express publicaba los ingresos que dicha sociedad hab¨ªa facturado en su primer a?o de vida: posee un l¨ªquido de casi un mill¨®n y medio de euros y tiene pendientes de pago facturas por valor de casi dos millones. En total, y a trav¨¦s de su empresa, Cara Delevingne se embols¨® en 2013 m¨¢s de 8.000 euros diarios. La top Linda Evangelista aseguraba que no se levantaba de la cama por menos de diez mil d¨®lares, hoy esta maniqu¨ª brit¨¢nica, que acaba de inaugurar la veintena y lleva menos de cinco a?os de carrera a sus espaldas, ha alcanzado el cach¨¦ de las supermodelos de los noventa.

A su faceta como maniqu¨ª pronto le sumar¨¢ la de actriz y cantante

Sin embargo, a Cara Delevingne a¨²n le queda mucho camino (y muchos ceros) para alcanzar a sus principales competidoras. El pasado mes de agosto, Forbes publicaba la lista de las modelos mejor pagadas del mundo y situaba a Gisele Bundchen en el primer puesto por octavo a?o consecutivo. En 2013, la top brasile?a se embols¨® nada menos que 35 millones de euros gracias a contratos millonarios con marcas de gran consumo como Pantene y Oral B. Kate Moss ocupa el cuarto lugar, con una facturaci¨®n cercana a los 6 millones y Cara entra por primera vez en la lista, concretamente en el puesto n¨²mero quince, con ganancias de 3 millones.

En el mismo instante en que la joven modelo empez¨® a ser un rostro recurrente en revistas y pasarelas, los medios hablaron de ella como la sucesora de Moss. ¡°Ambas representan el ep¨ªtome del look londinense, se ganaron un hueco en los medios por su actitud rebelde y no cumplen con los c¨¢nones de belleza establecidos: ni son demasiado altas ni tienen facciones cl¨¢sicas¡±, argumenta Cabaleiro. Ahora las dos aparecen juntas, y desnudas, en la campa?a de la nueva fragancia de Burberry. Tal vez anunciando impl¨ªcitamente ese relevo generacional.

¡°Sin embargo, a diferencia de Moss, parte de la fascinaci¨®n que genera Cara Delevingne viene de haber roto con las normas tradicionales y haberse rebelado contra lo que se esperaba de ella. Kate era una chica de barrio que se convirti¨® en estrella. Cara es una chica de buena familia que, al menos aparentemente, pasa del estrellato¡±, a?ade el director de Pin up.

En su fulgurante ascenso hay poco de azar y mucho de h¨¢biles gestiones. Al fin y al cabo, Cara es la hija de Charles Hamar Delevingne, magnate del negocio inmobiliario. Su hermana Poppy es una de las it girls m¨¢s famosas de Reino Unido y sus antepasados ostentan el t¨ªtulo de Sir. Por si sus ra¨ªces millonarias y aristocr¨¢ticas no fueran suficiente, tiene por padrino a Nicholas Coleridge, presidente de Cond¨¦ Nast Internacional, la editora de cabeceras como Vogue o Vanity Fair. ¡°Pero se puede tener todo para alcanzar el ¨¦xito y no lograr mantenerse. Y en ese sentido es la propia Cara la que ha sabido convertirse en una marca en s¨ª misma, pasando por encima de las convenciones que se le suponen a alguien como ella. Es su descaro y su frescura lo que la convierten en un caso at¨ªpico y le hacen haberse ganado tantos fans¡±, asegura Carolina Barcel¨®

Aunque protagoniza noticias editoriales casi a diario, el fen¨®meno Cara Delevingne est¨¢ lejos de quemarse. Si en 2013 gan¨® 8.000 euros al d¨ªa, es m¨¢s que probable que en 2014 las cuentas se hayan duplicado. Adem¨¢s de ser imagen de Chanel, Yves Saint Laurent o Topshop, acaba de lanzar una colecci¨®n c¨¢psula con DKNY y de anunciar su segunda colaboraci¨®n con la firma de bolsos Mulberry. Por si fuera poco, a su faceta como modelo y dise?adora, pronto sumar¨¢ las de actriz y cantante: protagonizar¨¢ la pel¨ªcula Paper Towns y ha grabado una canci¨®n nada menos que con Pharrell Williams. ¡°Diversificar puede pasarle factura. Hay numerosos ejemplos de modelos que quisieron ser actrices y al final la industria de la moda fue olvid¨¢ndose de ellas¡±, argumenta Barcel¨®. ¡°No creo que su fama disminuya a corto plazo, pero es curioso que ni ella ni Kendall Jenner (otra modelo-celebridad) vayan a participar este a?o en el desfile de Victoria¡¯s Secret¡±, matiza Cabaleiro.

Da la impresi¨®n de que el ¨²nico plan real de Cara fuera seguir haciendo apolog¨ªa de la juventud y el descaro en cada una de sus cientos de apariciones. Como si nada fuera lo suficientemente importante o lo suficientemente serio. Mientras tanto, se embolsa miles de euros al d¨ªa y el Sunday Times la nombra una de las cien brit¨¢nicas m¨¢s influyentes del siglo XXI.

Tal vez sea la encargada de arrebatarle a Gisele el puesto de top model mejor pagada. Al fin y al cabo, Gisele pertenece a otra generaci¨®n, la de las modelos f¨ªsicamente perfectas y pol¨ªticamente correctas. El torbellino Cara pr¨¢cticamente acaba de empezar, aunque su omnipresencia nos haga creer que lleva a?os estando ah¨ª.