Reservas naturales en manos privadas
Un informe saca a la luz las ¨¢reas protegidas propiedad de millonarios, empresas y ONG
Un mensaje atribuido al Gran Jefe Seattle, de la tribu india Dewamish, se preguntaba: ¡°?Qui¨¦n puede comprar o vender el cielo o el calor de la tierra? Para nosotros, esa idea es extra?a. Ni el frescor del aire ni el brillo del agua son nuestros. ?C¨®mo podr¨ªa alguien comprarlos?¡±. El discurso, del que nadie ha encontrado el original y que muy posiblemente fue inventado posteriormente, habr¨ªa sido seg¨²n la leyenda enviado por carta en 1855 al presidente de EEUU, Franklin Pierce, como respuesta a una oferta para comprar las tierras de los Dewamish. Es falso casi con certeza, pero es tan emotivo que se considera uno de los textos fundacionales del ecologismo.
Sin embargo, la realidad es que el frescor del aire y el brillo del agua en este planeta a menudo son de alguien y el movimiento ecologista est¨¢ empezando a cambiar el m¨ªtico discurso del Gran Jefe Seattle. Las propias organizaciones conservacionistas, al igual que empresas y grandes millonarios, est¨¢n comprando tierras para protegerlas y sus propiedades ya se consideran ¡°un componente esencial¡± para lograr el objetivo internacional de proteger el 17% de la tierra del planeta en 2020, seg¨²n un informe de la Uni¨®n Internacional para la Conservaci¨®n de la Naturaleza (UICN).
Uno de los mayores ejemplos de estas ¨¢reas bajo protecci¨®n privada es el Parque Karukinka, en la isla de Tierra del Fuego, en el sur de Chile. Son 298.000 hect¨¢reas de tierras de albatros y elefantes marinos que pertenecieron a la maderera estadounidense Trillium. Pero la empresa quebr¨® y, en 2002, el banco de inversiones estadounidense Goldman Sachs compr¨® un paquete de deuda impagada ¡ªun aval entregado cuando no se pag¨® un pr¨¦stamo¡ª en el que figuraba la enorme extensi¨®n en Tierra del Fuego. En un gesto con pocos precedentes, facilitado porque eran tierras aisladas y poco rentables, el banco decidi¨® donarlas a la ONG estadounidense Wildlife Conservation Society. Hoy es uno de los parques privados m¨¢s grandes del mundo.
Uno de los parques privados m¨¢s grandes del mundo, Karukinka (Chile), fue donado por el banco estadounidense Goldman Sachs
¡°La Lista de ?reas Protegidas de Naciones Unidas [con un total de 209.000 reservas catalogadas] solo contempla un 0,3% de ¨¢reas bajo protecci¨®n privada. Yo estoy segura de que son muchas m¨¢s¡±, opina la consultora ambiental brit¨¢nica Sue Stolton, coautora del nuevo informe. Las reservas privadas m¨¢s desconocidas son las que son propiedad de empresas y la UICN quiere sacarlas a la luz y atraerlas a la comunidad internacional de conservaci¨®n de la naturaleza.
Una de las m¨¢s conocidas es la Laguna Conchal¨ª, 54 hect¨¢reas de humedales localizadas en Punta Chungo (Chile), un puerto de embarque en el Pac¨ªfico para el mineral extra¨ªdo por la empresa minera Los Pelambres. Cuando la compa?¨ªa, s¨¦ptima productora mundial de cobre, compr¨® el lugar en 1997, la autorizaci¨®n ambiental le oblig¨® a proteger la laguna costera que estaba en su interior. En la actualidad es un ¨¢rea clave para aves migratorias del hemisferio norte.
El informe tambi¨¦n recuerda el caso de la cementera francesa Lafarge, que ha creado reservas naturales dentro o cerca de sus canteras en pa¨ªses como Francia, Reino Unido, Kenia y Espa?a, donde 230 hect¨¢reas de la cantera de Yepes y Ciruelos, en Toledo, son dedicadas ahora a recuperar los ecosistemas que exist¨ªan antes de ser destruidos por la explotaci¨®n minera.
¡°Hasta la fecha, la gran mayor¨ªa de las ¨¢reas protegidas han sido establecidas en tierras y aguas estatales¡±, afirma el mexicano Ernesto Enkerlin, presidente de la Comisi¨®n Mundial de ?reas Protegidas de la UICN, en el informe, presentado en el Congreso Mundial de Parques que se celebra en Sidney (Australia). Pero estas reservas p¨²blicas, asegura, ¡°no ser¨¢n suficientes por s¨ª solas¡± para cumplir el objetivo de proteger el 17% de la tierra en 2020.
El informe calcula que en Espa?a existen 310.000 hect¨¢reas protegidas en manos privadas
El documento de la UICN reconoce que ¡°nadie sabe cu¨¢ntas ¨¢reas bajo protecci¨®n privada hay en el mundo o donde est¨¢n situadas¡±. Su informe, que analiza 17 pa¨ªses, es el primero que intenta cuantificarlas y localizarlas. La organizaci¨®n calcula que en Espa?a existen 310.000 hect¨¢reas protegidas en manos privadas. La Fundaci¨®n Catalunya-La Pedrera posee 24 espacios naturales, algunos de ellos en Pirineos y en el delta del Ebro, que forman ¡°la mayor red bajo propiedad privada de Espa?a¡±, seg¨²n escribe en el informe el bi¨®logo Miquel Rafa, director de Medio Ambiente de la Fundaci¨®n.
Esta organizaci¨®n, creada por la caja de ahorros Caixa Catalunya e independizada en 2012, posee 7.400 hect¨¢reas, que gestiona en parte con el mill¨®n de euros que recibe de los visitantes de La Pedrera, el edificio dise?ado por el arquitecto Antoni Gaud¨ª en Barcelona.
¡°Las ¨¢reas bajo protecci¨®n privada a menudo constituyen un recurso oculto, son ignoradas por los gobiernos¡±, lamenta el brasile?o Braulio Ferreira, secretario ejecutivo del Convenio de Naciones Unidas sobre la Diversidad Biol¨®gica, el tratado internacional que obliga a proteger el 17% de la superficie terrestre de los pa¨ªses. ¡°Esto es lamentable porque, como muestra este informe, los esfuerzos privados de conservaci¨®n a menudo pueden llenar importantes vac¨ªos en las pol¨ªticas nacionales¡± y ¡°pueden ayudar a mantener posiciones firmes cuando los gobiernos no cumplen su funci¨®n¡±, a?ade.
Esto es lo que ocurri¨® en la Sierra de Hornachos, una isla de bosque mediterr¨¢neo en el coraz¨®n de la provincia de Badajoz. All¨ª, a finales de la d¨¦cada de 1970, la ONG extreme?a Adenex comenz¨® a detectar talas de encinas centenarias, proliferaci¨®n de proyectos para construir chal¨¦s y caza sin control. En 1984, tras una campa?a de captaci¨®n de fondos, la ONG compr¨® en la sierra una finca de 100 hect¨¢reas que hoy constituye el n¨²cleo de la Reserva Biol¨®gica de Sierra Grande.
La Iglesia Cat¨®lica posee algunos sitios naturales, manejados en forma privada como un negocio tur¨ªstico, dice el bi¨®logo Miquel Rafa
En la actualidad, Adenex es due?a de 1.724 hect¨¢reas en diferentes sitios naturales de Extremadura, una superficie pr¨®xima a las 2.000 hect¨¢reas que posee la organizaci¨®n conservacionista SEO/Birdlife. La joya de esta organizaci¨®n es la Reserva Ornitol¨®gica El Planer¨®n, 700 hect¨¢reas compradas en 1992 para proteger el h¨¢bitat de aves esteparias como la alondra ricot¨ª y la ganga ib¨¦rica.
El bi¨®logo de la Fundaci¨®n Catalunya-La Pedrera recuerda que, en Espa?a, la mayor parte de las ¨¢reas protegidas ¡°generalmente est¨¢ en manos privadas¡±. En 2008, apenas el 39% de las ¨¢reas protegidas eran de propiedad p¨²blica, seg¨²n sus datos. ¡°Sin embargo, en la actualidad no existen programas o fondos espec¨ªficos para comprar tierras nuevas y la situaci¨®n econ¨®mica actual ha eliminado cualquier presupuesto que estuviera disponible para esta actividad, tanto en el Gobierno central como en los gobiernos auton¨®micos¡±, recalca. En estas condiciones, opina, ¡°el rol de las ¨¢reas de protecci¨®n privada en Espa?a podr¨ªa cobrar una importancia a¨²n mayor en la protecci¨®n de la biodiversidad¡±.
El informe presentado en S¨ªdney define por primera vez los requisitos que debe cumplir una propiedad privada para considerarse ¨¢rea protegida. Entre otras exigencias, los propietarios deben demostrar que su prop¨®sito fundamental es la conservaci¨®n a largo plazo, al menos 25 a?os. No se pide que est¨¦n abiertas al p¨²blico. As¨ª, un rancho sudafricano en el que se mate a los depredadores para mantener artificialmente una alta densidad de animales salvajes para los turistas, no ser¨ªa considerado un ¨¢rea protegida.
Solo dos pa¨ªses, Brasil y M¨¦xico, cuentan con bases de datos de ¨¢reas bajo protecci¨®n privada
¡°La Iglesia Cat¨®lica posee algunos sitios naturales, los cuales son manejados en forma privada como un negocio tur¨ªstico (por ejemplo el Monasterio de Piedra en Zaragoza y Sant Miquel del Fai en Barcelona) pero, pese a que se realiza cierta conservaci¨®n de los valores naturales dentro de estas ¨¢reas, probablemente no cumplen la definici¨®n de ¨¢rea protegida¡±, detalla Miquel Rafa en el informe.
En la actualidad, solo dos pa¨ªses, Brasil y M¨¦xico, cuentan con bases de datos de ¨¢reas bajo protecci¨®n privada. Espa?a est¨¢ haciendo la suya. En M¨¦xico, rozan las 490.000 hect¨¢reas, el 0,25% de la superficie terrestre del pa¨ªs. En Brasil, 1.100 reservas privadas protegen m¨¢s de 700.000 hect¨¢reas, por motivos que incluyen el turismo, la exenci¨®n de impuestos y el lavado de imagen, adem¨¢s de la satisfacci¨®n personal y la conservaci¨®n de especies amenazadas.
Brent Mitchell, responsable del programa de ¨¢reas bajo protecci¨®n privada de la UICN, afirma que uno de sus objetivos es ¡°conseguir el reconocimiento global¡± para estos espacios, que en ocasiones se enfrentan a la oposici¨®n de la poblaci¨®n local. As¨ª ocurri¨® en la d¨¦cada de 1990, cuando el estadounidense Douglas Tompkins, fundador de la empresa de ropa de monta?a The North Face, compr¨® unas 300.000 hect¨¢reas de tierras en el sur de Chile con la declarada intenci¨®n de proteger la flora de sus bosques templados. La propiedad provoc¨® pol¨¦mica entre los ciudadanos, porque se extend¨ªa desde la costa del Pac¨ªfico hasta la frontera argentina, dividiendo de alguna manera el pa¨ªs en dos. Hoy es el Parque Pumal¨ªn, gestionado por una fundaci¨®n chilena y declarado Santuario de la Naturaleza en 2005 por el entonces presidente Ricardo Lagos.
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