El accidentado aterrizaje de la ¡®Philae¡¯ en el cometa, fotografiado por ¡®Rosetta¡¯
Las im¨¢genes tomadas desde la nave en ¨®rbita de 67P/Churyamov-Gersasimenko permiten reconstruir parte de los rebotes que dio el robot en el suelo
Las im¨¢genes captadas por la c¨¢mara Osiris que lleva la nave Rosetta, en ¨®rbita del cometa 67P/Churyamov-Gerasimenko, han permitido reconstruir parte del accidentado triple aterrizaje de la sonda de descenso Philae en ese cuerpo celeste, el pasado mi¨¦rcoles 12 de noviembre. El robot esta en hibernaci¨®n, con las bater¨ªas agotadas, desde el pasado s¨¢bado. En el mosaico de fotograf¨ªas presentado hoy, tras los an¨¢lisis de las mismas, se aprecia el descenso Philae hacia el cometa, antes del primer contacto con el suelo, que se produjo a las 16.34 (hora peninsular espa?ola), aunque se recibi¨® en la Tierra casi media hora despu¨¦s, a las 17.03 h. La siguiente toma, a las 16.43, confirma que el robot se desplaza hacia el este (a una velocidad aproximada de 0,5 metros por segundo). La secuencia abarca algo m¨¢s de 30 minutos y las fotograf¨ªas tienen una resoluci¨®n de 28 cent¨ªmetros por p¨ªxel, seg¨²n informa la Agencia Europea del Espacio (ESA). A las 18.25 (siempre hora peninsular espa?ola) la Philae rebot¨® de nuevo en el suelo y lleg¨® al punto definitivo a las 18.32 h.
Las im¨¢genes presentadas hoy fueron tomadas desde la Rosetta a una distancia de 15,5 kil¨®metros de la superficie del cometa (17,5 kil¨®metros desde el centro de ese objeto celeste). Con estas fotograf¨ªas y datos tomados por otros instrumentos cient¨ªficos de la misi¨®n, los expertos conf¨ªan en poder determinar d¨®nde exactamente est¨¢ el Philae. El robot est¨¢ apagado, en estado de hibernaci¨®n al agotarse sus bater¨ªas, tras 57 horas de funcionamiento, y no poderse recargar: los paneles solares no reciben suficiente iluminaci¨®n solar en el lugar sombr¨ªo al que fue a parar el robot tras los tres sucesivos e incontrolados aterrizajes.
La Philae, que cumpli¨® los 10 a?os de viaje hasta el cometa enganchada a la Rosetta, se solt¨® el 12 de noviembre y cumpli¨® el descenso de siete horas previsto hasta el suelo del cometa. Atin¨® con precisi¨®n en el lugar elegido por los operadores y los cient¨ªficos. Pero no se activaron los arpones que deb¨ªan anclarla al suelo y evitar, precisamente, que saliera otra vez hacia el espacio dado que el peque?o cometa no tiene gravedad suficiente para sujetarla (el Philae pesaba cien kilos en la Tierra, pero apenas pesa un gramo en la superficie del 67P/Churyamov-Gerasimenko).
Al no agarrarse al suelo, tras el primer contacto rebot¨®, se elev¨® un kil¨®metro y se desplaz¨® otro tanto hasta que aterriz¨® por segunda vez, y aun rebot¨® de nuevo, hasta quedarse en el suelo la tercera vez, en total unas dos horas desde el primer aterrizaje. Qued¨® finalmente en un lugar que no se ha podido precisar hasta ahora, sobre dos de sus tres patas y a la sombra de paredes del relieve cometario, por lo que sus paneles solares no reciben suficiente energ¨ªa. En el ¨²ltimo contacto con la Philae, el s¨¢bado de madrugada, los operadores lograron enviarle comandos para que girase 35 grados y se elevase unos cent¨ªmetros sobre sus patas, de manera que aument¨® la exposici¨®n de su mayor panel solar. La idea es que, tal vez, cuando el cometa est¨¦ m¨¢s cerca del Sol, dentro de unos meses, puedan recargarse algo las bater¨ªas y volver a enviar se?ales a la Tierra.
Los percances impidieron la pr¨®rroga de la misi¨®n m¨¢s all¨¢ de las primeras horas, pero funcionaron los diez instrumentos de la Philae, incluido el perforador de toma de muestras y el dispositivo de an¨¢lisis de las mismas. Los cient¨ªficos est¨¢n analizando los datos recibidos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.