Abandonar el tabaco es bueno para la salud incluso si se engorda

Dejar de fumar no es f¨¢cil. No solo por plantar cara a la adicci¨®n, a los procesos de recompensa y placer que desencadena la nicotina en el cerebro; y por tener que afrontar el famoso s¨ªndrome de abstinencia. Adem¨¢s, existen otros inconvenientes que sirven de excusa para aplazar el prop¨®sito de abandonar la dependencia del tabaco, como los kilos de m¨¢s que suele llevar aparejada esta decisi¨®n. A quienes les frene el aumento de peso, un grupo de investigadores japoneses se lo quiere poner m¨¢s f¨¢cil. Este martes han presentado un estudio en el congreso que celebra en Chicago la Asociaci¨®n Americana del Coraz¨®n en el que han observado que, en lo que afecta a la salud, el alza en la b¨¢scula es mejor que seguir fumando: el que consigue dejar la dependencia del tabaco, aunque engorde, tiene hasta un 49% un menor riesgo de muerte que los fumadores.

La relaci¨®n entre dejar el h¨¢bito y el aumento de masa corporal es conocida y est¨¢ bien documentada con numerosos estudios epidemiol¨®gicos. Trabajos previos han descrito con detalle esta vinculaci¨®n. Por ejemplo, han analizado el peso medio adquirido por los exfumadores, que suele oscilar entre los tres y los cinco kilos. O la tasa de personas que cuando dejan la nicotina cogen peso, que ronda el 70%. Tambi¨¦n los mecanismos que explican el fen¨®meno, en el que intervienen encimas que tienen un papel fundamental en el metabolismo de la grasa y que act¨²an en un doble sentido: aumentando el hambre y reduciendo el gasto de energ¨ªa.

El estudio japon¨¦s, elaborado por investigadores del Centro de Ex¨¢menes de Salud de Moriguchi (Osaka) se centra en analizar el beneficio para la salud de los exfumadores que engordan frente a quienes no dejan el h¨¢bito. Para ello compar¨® las muertes de todo tipo de 1.305 japoneses adultos que hab¨ªan dejado de fumar con 2.803 ciudadanos que murieron con su adicci¨®n. El 65% eran hombres y la muestra ten¨ªa una media de edad de 54 a?os.

A partir de los controles y el seguimiento que se someti¨® a todas estas personas entre los a?os 1997 y 2013, el trabajo estableci¨® tres grupos diferenciados entre los exfumadores: los que no ganaron peso (el 23%), los que engordaron hasta dos kilos (35%) y los que cogieron a¨²n m¨¢s peso (37%). Al comparar los historiales cl¨ªnicos de estas personas con los de los fumadores, el primer grupo (los que se quedaron igual) presentaron hasta un 34% menos de riesgo de muerte. Y quienes engordaron, un 49% y un 26% (los que m¨¢s peso adquirieron).

¡±El estudio es interesante, introduce como novedad el riesgo de mortalidad¡±, comenta Esteve Fern¨¢ndez, responsable de la Unidad de Control del Tabaco del Instituto Catal¨¢n de Oncolog¨ªa. Fern¨¢ndez redact¨® hace dos a?os un editorial en el British Medical Journal sobre otro trabajo que analiz¨® 62 art¨ªculos sobre cu¨¢nto peso se gana al dejar el tabaco. Entonces este experto en tabaquismo recuerda que insist¨ªa en que la ganancia de peso no aumentaba el riesgo de muerte, pero sin llegar al detalle de este trabajo, que aporta cifras. ¡°Es un mensaje de salud p¨²blica relevante explicar que a pesar de engordar, las ventajas de dejar de fumar superan a las de seguir con la adicci¨®n¡±, comenta.

En el estudio japon¨¦s hay una conclusi¨®n curiosa. Comparado con los fumadores, tienen un menor riesgo de muerte los que engordan poco (hasta dos kilos, un 49%) que quienes se quedaron en su peso. "No es tan extra?o, a veces las ganancias no son lineales", explica Fern¨¢ndez. "Algo similar sucede con el consumo de alcohol: el mayor beneficio cardiovascular no se relaciona con la abstinencia, sino con un consumo moderado", comenta. Pasar¨ªa lo mismo en este caso: es mejor engordar un poco que nada.