Un conflicto artificial

Repsol ha comenzado ya las perforaciones para buscar petr¨®leo en aguas del Atl¨¢ntico, a unos cincuenta kil¨®metros al este de las islas de Lanzarote y Fuerteventura, inmediatamente despu¨¦s de que una militante de Greenpeace resultara herida en un encontronazo de las lanchas del buque ecologista Artic Sunrise y de que Defensa haya abierto expediente al grupo ecologista por no respetar la zona de exclusi¨®n de navegaci¨®n. Un conflicto que parec¨ªa resuelto cuando el Tribunal Constitucional dictamin¨® en contra del refer¨¦ndum propuesto por el Gobierno canario sobre la extravagante disyuntiva Turismo/Petr¨®leo corre el riesgo de convertirse en un enfrentamiento cr¨®nico.

Y esto es lo que hay que evitar. El Gobierno de la naci¨®n tiene perfecto derecho a explorar el petr¨®leo que pueda haber en la zona; porque un pa¨ªs cometer¨ªa una grave negligencia si no inventariase sus recursos energ¨¦ticos. Naturalmente, el petr¨®leo que pueda extraerse en aguas canarias es propiedad del Estado; tendr¨¢n que estar muy claras las condiciones de explotaci¨®n y de qu¨¦ forma beneficiar¨¢n a las islas. En cuanto a los posibles da?os, hay que recordar que los sondeos deben estar respaldados por informes medioambientales muy solventes. Cualquier negligencia legal o un incidente grave merecer¨ªan una investigaci¨®n a fondo y un castigo para los responsables, es decir, la Administraci¨®n y la compa?¨ªa. Estos son los l¨ªmites de responsabilidad que debe manejar un Estado de derecho.

Establecida la racionalidad de los sondeos, ser¨ªa conveniente aclarar el incidente de la Armada con Greenpeace. Defensa todav¨ªa no ha explicado las causas de la dureza del encontronazo con las lanchas ecologistas. Aunque parezca evidente que las embarcaciones del Artic Sunrise no respetaron la zona de exclusi¨®n, tambi¨¦n lo es que la Armada seguramente dispone de recursos m¨¢s sofisticados y eficaces para evitar el acoso a los sondeos.