En busca del mejor mayordomo rob¨®tico
El concurso de Humanoids 2014 prob¨® lo dif¨ªcil de adaptar la rob¨®tica a tareas dom¨¦sticas
La tarea parece banal. Coger un (falso) tomate y ponerlo en una sart¨¦n. Pero, en el mundo de la rob¨®tica, es todo un reto. Ayer, durante la prueba final del Humabots Challenge, concurso internacional para universitarios dentro del marco del mayor congreso mundial de rob¨®tica humanoide (Humanoids 2014) que se celebr¨® ayer en Madrid, nadie lo consigui¨®.
Edgar Riba (Barcelona, 1986) que se encuentra trabajando en su tesis de autom¨¢tica y rob¨®tica en la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a (UPC) y Gerard Canal (La Garriga, 1991) que cursa un m¨¢ster en inteligencia artificial de la UPC, la Universidad de Barcelona (UB) y la Universidad Rovira y Virgili de Tarragona, hab¨ªan conseguido cazar el tomate a la segunda. Eso s¨ª, en los test. "Es el efecto demo. Antes de la prueba te sale, pero cuando ya concursas, no hay manera", explica Canal. As¨ª fue. Ni espa?oles, ni mexicanos, ni colombianos, ni suecos (que lo consiguieron en los pruebas varias veces seguidas) pudieron superar la prueba.?
La raz¨®n por la que coger un tomate es tan compleja para un robot sigue la t¨®nica de los grandes desaf¨ªos a los que se enfrenta esta ciencia para su evoluci¨®n y explosi¨®n comercial. "El problema es la percepci¨®n", explica Riba. "Estas pruebas de grasping (coger objetos) son muy complicadas porque acumulas errores. Por ejemplo, detectar el tomate es f¨¢cil. Buscamos algo rojo. Pero pongamos que s¨¦ que est¨¢ a 20 cent¨ªmetros, con el error de un mil¨ªmetro, y le digo al robot que se pare a 15 frente a ¨¦l. En ese movimiento ya puedes acumular error y fallar". E incluso en la parte te¨®ricamente f¨¢cil de esta prueba se pueden presentar problemas. Este equipo de dos trabajaba con una versi¨®n antigua del robot Nao cuya c¨¢mara no funcionaba bien en las condiciones de iluminaci¨®n de la prueba. As¨ª que se buscaron una tienda, dos linternas y con celo improvisaron unos focos de ayuda. "Ingenier¨ªa inventiva", comenta Riva sonriendo.
Un gran desaf¨ªo patente en este Humabots Challenge fue la complicaci¨®n que tienen los robots del hoy para adaptarse a un entorno desconocido. El escenario de la competici¨®n era una cocina con dos muebles principales, una encimera y el lavadero. Las otras dos pruebas, en las que hubo equipos de los cinco finalistas que s¨ª tuvieron ¨¦xito, fueron detectar un fog¨®n encendido y apagarlo y localizar tres objetos de una lista de seis para elaborar una hipot¨¦tica lista de la compra. Pero hay trampa. Un d¨ªa antes del test de la lista de la compra, los equipos ten¨ªan los objetos (cajas de cereales, de palomitas, colacao...) para que el robot pudiera fotografiarlos en diversas posiciones y reconocerlos. "Y en la prueba del tomate tambi¨¦n sabemos m¨¢s o menos donde est¨¢ el tomate y que la sart¨¦n quedar¨¢ a la izquierda. Adaptamos el entorno al robot y no al rev¨¦s", explica Canal.
Pero hay otros ¨¢ngulos desde los que se puede triunfar. As¨ª lo ha demostrado Roomba, el exitoso robot aspirador de iRobot. "A lo mejor el error es imaginarse que debemos construir un robot que vaya por toda la casa limpiando y cocinando. Si te fijas en un problema como: quiero limpiar el suelo, es m¨¢s f¨¢cil", subraya Riba. Pero el p¨²blico sigue teniendo en la mente las im¨¢genes de prodigiosos robots legadas por la ciencia ficci¨®n, sin pensar que estos en el mundo real, dejados al albur de su albedr¨ªo, son poca cosa sin un buen ingeniero a sus espaldas. "Esta ma?ana se nos acerc¨® un se?or y nos pregunt¨®: 'Y si me llevo este robot a casa, ?qu¨¦ me har¨ªa?'. Le respondimos: 'Nada'". Y Riba y Canal rompen a re¨ªr. ?
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