Arrancar un verbo pegajoso
La costumbre de los periodistas de engancharse a algunas palabras se da por rachas
El idioma espa?ol dispone de muchos verbos para significar la acci¨®n de que algo da comienzo: iniciar, empezar, acometer, principiar, emprender, desatar, despegar, comenzar, desencadenar, activar, impulsar, fundar, irrumpir... Y, sin embargo, se ha extendido como una plaga en los medios informativos la reiteraci¨®n hasta lo inveros¨ªmil del verbo ¡°arrancar¡±. As¨ª, ¡°arranca el partido¡±, ¡°arranca la inauguraci¨®n¡±, ¡°arranca la campa?a electoral¡±, ¡°arranca el juicio contra Fulano¡±... Y no hay manera de arrancar ese verbo del vocabulario de locutores y redactores.
Las etapas, los congresos, los campeonatos no empiezan o comienzan: arrancan. Las obras, los empe?os o los programas no se acometen, se emprenden o se inician: arrancan. Los procesos, las tormentas o los acontecimientos no se desencadenan o se desatan: arrancan. Las ideas no se activan o se impulsan: arrancan.
Y, luego, cuando se trata de arrancar el coche, resulta que lo ponemos en marcha.
Esta costumbre de algunos periodistas de engancharse a determinadas palabras se va dando por rachas. Unas veces se imanta durante dos o tres a?os el verbo ¡°apostar¡± (¡°el Gobierno apuesta por un cambio de estrategia¡±, ¡°la empresa apuesta por la continuidad¡±); despu¨¦s puede reemplazarlo en su obsesiva presencia el verbo ¡°dejar¡±, sobre todo para casos de cat¨¢strofes (¡°el terremoto dej¨® cientos de v¨ªctimas¡±, ¡°el hurac¨¢n dej¨® muchos destrozos¡±...), o tambi¨¦n ¡°tumbar¡±, en el uso judicial, pol¨ªtico y deportivo (¡°el Parlamento tumba la iniciativa de la oposici¨®n¡±, ¡°Alemania tumba a Brasil¡±, ¡°el Constitucional tumb¨® la ley recurrida¡±).
Ocurri¨® tiempo atr¨¢s con ¡°realizar¡±, hasta el punto de que lo mismo se realizaba una obra de caridad que se realizaba un asesinato
Otro tanto ocurri¨® tiempo atr¨¢s con ¡°realizar¡±, hasta el punto de que lo mismo se realizaba una obra de caridad que se realizaba un asesinato.
Y en el caso de cuanto signifique dar un comienzo a algo, durante a?os padecimos el abuso del verbo ¡°iniciar¡±, defendido por muchos periodistas en nombre de su brevedad y por la finura de sus tres ¨ªes, que facilita el ajuste de los titulares.
En efecto, la cuadratura de los encabezamientos (una especie de crucigrama que hay que resolver deprisa) se facilita con letras cortas y delgadas, pues no ocupa el mismo espacio una eme (m) que una ele (l). ¡°Iniciar¡± cobra as¨ª ventaja respecto a ¡°comenzar¡±, gracias a su fisonom¨ªa. Esa percutiente presencia informativa, debida al menor peso que da en la b¨¢scula, se explicaba con claridad en los diarios impresos y en Internet; no tanto su uso machac¨®n tambi¨¦n en la televisi¨®n y en la radio.
Y ahora ¡°iniciar¡± deja paso a ¡°arrancar¡± en ese papel de abducir los amplios espacios sem¨¢nticos que dan idea de que algo comienza.
Curiosamente, ¡°arrancar¡± no se invent¨® para que equivaliera a ¡°comenzar¡±, ¡°empezar¡± o ¡°iniciar¡±. Su significado primitivo se acercaba a ¡°desbandar¡±: sacar a alguien de las filas (des-bandar), ¡°separar¡±; y de ah¨ª luego ¡°desarraigar, extirpar, arrebatar¡± (Corominas y Pascual).
El Diccionario acad¨¦mico ofrece 11 acepciones de este verbo (sacar de ra¨ªz, obtener con fuerza, embestir...) antes de anotar ¨¦sta: ¡°Partir de carrera para seguir corriendo¡±; y a continuaci¨®n: ¡°Dicho de una m¨¢quina, iniciar el funcionamiento¡±. Y en la acepci¨®n 17?, ¡°empezar a hacer algo de modo inesperado¡± (¡°se arranc¨® a cantar¡±); en todos estos casos como usos figurados que se iban fosilizando.
Por tanto, arranca una carrera, arranca un motor, arrancamos una ra¨ªz. Tales sentidos evocan algo que cambia de estado bruscamente o que entra?a incluso cierta violencia, ya sea espiritual, f¨ªsica o sonora. Arranca lo que empieza con ruido (la lavadora), o de forma inesperada (la manada de bisontes que se encamina de pronto hacia el r¨ªo), o con esfuerzo (el atleta que sale tras el pistoletazo). Sin embargo, el verbo ¡°arrancar¡± se aplica hoy con frecuencia en los medios informativos a cualquier hecho que comience; sin matices, sin rigor, con descuido. Y as¨ª, a veces arranca una procesi¨®n, arranca un pase de modelos y hasta arranca un minuto de silencio.
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