El s¨¦ptimo continente

No hay ning¨²n tipo de discusi¨®n en que el pl¨¢stico es uno de los materiales estrella en la industria mundial. Lo encontramos en innumerables objetos cercanos a nosotros pero, como algunos pol¨ªmeros no son biodegradables, de ah¨ª que haya que controlar mucho su reciclaje. Precisamente la mala gesti¨®n de estos residuos pl¨¢sticos y su vertido continuado durante muchos a?os a los mares y oc¨¦anos en cantidades inimaginables, ha originado la formaci¨®n de una zona en el Pac¨ªfico (a la altura de Hawai y a unas 1.000 millas de la costa de California mar adentro), conocida como El s¨¦ptimo continente. Su extensi¨®n tiene unos 3,4 millones de km2, es decir, casi 7 veces la superficie de Espa?a.

Mide unos 22.000 km de circunferencia y se estima que su peso podr¨ªa llegar a unos 100 millones de toneladas, seg¨²n el Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES). Tambi¨¦n se la ha bautizado con otros calificativos como el Gran parche de basura del pac¨ªfico, la Isla de basura o la Gran sopa de pl¨¢stico puesto que la mayor parte de estos desechos no se ven a simple vista y llegan hasta una profundidad de 35 m. La causa por la que se concentran en un mismo punto miles y miles de toneladas de estos materiales es por la circulaci¨®n de las corrientes marinas que giran en el Pac¨ªfico en el mismo sentido que las agujas del reloj.

Este movimiento rotatorio facilita que se vayan recogiendo y arremolinando los residuos que, desde los r¨ªos y los barcos, se van vertiendo a nuestras aguas. El mismo giro cicl¨®nico de estas corrientes, producido por la fuerza de la corriente en v¨®rtice del Pac¨ªfico Norte, hace que toda esta basura marina vaya convergiendo a?o tras a?o en un mismo punto, dando lugar a un remolino que impide que los desechos de pl¨¢stico se dispersen hacia las costas, de manera que lamentablemente no para de crecer y crecer cada vez m¨¢s. Nuestra falta de conciencia ecol¨®gica ha creado un grav¨ªsimo problema medioambiental dif¨ªcil de solucionar.