La felicidad de la peor selecci¨®n del mundo
En la fase clasificatoria del Mundial 2014, Samoa Americana obtuvo su primera victoria desde que es miembro de la FIFA
?Qu¨¦ es realmente el ¨¦xito? ?C¨®mo se mide? O, formulado de un modo m¨¢s parad¨®jico, ?se puede triunfar perdiendo? Este a?o se estren¨® un delicioso documental titulado Next goal wins, que cuenta la historia de la selecci¨®n de f¨²tbol de Samoa Americana, un archipi¨¦lago del Pac¨ªfico de soberan¨ªa estadounidense. Samoa Americana fue considerada durante muchos a?os la peor selecci¨®n del mundo en el ranking de la FIFA, y tiene sobre sus espaldas el bald¨®n de haber sufrido la derrota m¨¢s exorbitante del f¨²tbol internacional: en 2001 perdi¨® ante Australia por 31-0; es decir, encaj¨® un gol cada tres minutos.
Para salir de ese pozo, los responsables buscaron un entrenador capaz de devolverles la dignidad nacional. El ¨²nico que acept¨® el puesto fue Thomas Rongen, que hab¨ªa formado parte de la plantilla del Ajax en los a?os setenta. Rongen comenz¨® a construir poco a poco la disciplina deportiva del equipo y sopl¨® en la ambici¨®n de los jugadores, todos ellos amateurs. Pocos meses despu¨¦s, en la fase clasificatoria del Mundial 2014, Samoa Americana obtuvo su primera victoria desde que era miembro de la FIFA: 2-1 contra Tonga. El siguiente, lo empataron, y el tercero perdieron por la m¨ªnima frente a Samoa, malogrando as¨ª la posibilidad de clasificarse. El orgullo de los jugadores, sin embargo, dif¨ªcilmente lo habr¨¢n superado nunca unos campeones del mundo.?
El pasado agosto se cumpli¨® el centenario del inicio de la expedici¨®n del Endurance, el buque con el que Ernest Shackleton trat¨® de llegar a la Ant¨¢rtida para cruzarla a pie. Aquella aventura, una de las m¨¢s ¨¦picas, dur¨® dos a?os y culmin¨® con un estrepitoso fracaso, pues los expedicionarios ni siquiera alcanzaron su destino. El Endurance qued¨® atrapado en el hielo del mar de Weddell en enero de 1915 y, en noviembre de ese a?o, las placas de hielo aplastaron el casco, que se hundi¨® en el mar glacial. Shackleton y sus hombres emprendieron el regreso, arrastrando los botes sobre la superficie helada, bajo temperaturas extremas y ya sin provisiones. Llegaron a tierra firme, despu¨¦s de muchos meses de no haberla pisado, exhaustos, en abril de 1916.?
Lo que importa no es el destino, sino el viaje
Jes¨²s Alcoba, director de la escuela de negocios La Salle de Madrid, acaba de publicar La br¨²jula de Shackleton, donde reflexiona acerca del sentido ejemplar de aquella expedici¨®n legendaria. El subt¨ªtulo del libro no deja lugar a dudas: Ense?anzas de un explorador polar sobre el ¨¦xito personal.
??xito personal? ?Nos puede iluminar sobre eso un fracasado como Shackleton? Antes de la expedici¨®n del Endurance, hab¨ªa tratado de ser el primer hombre en alcanzar el Polo Sur sin conseguirlo: lleg¨® antes el noruego Roald Amundsen. Entonces Shackleton redefini¨® su meta: quer¨ªa ahora ser el primer hombre en atravesar la Ant¨¢rtida. Una aventura incomprensible, como dijo Churchill: ¡°El Polo ya se ha descubierto. ?Cu¨¢l es la utilidad de otra expedici¨®n?¡±. Tambi¨¦n fracas¨® en ella.
Le pregunto a Jes¨²s Alcoba por qu¨¦ podemos llamar ¨¦xito a la derrota de Samoa Americana y al desastre del Endurance. ¡°Para convertir un fracaso en un ¨¦xito hace falta una capacidad de superaci¨®n extraordinaria, como evidenci¨® el equipo de Samoa¡± dice. ¡°La vida es como es, no como la planeamos. Cruzar la Ant¨¢rtida hubiera sido heroico, pero regresar tras el hundimiento del barco fue simplemente sublime.¡±
Quiz¨¢s haya que encontrar la explicaci¨®n una vez m¨¢s en la Itaca de Cavafis: lo que importa no es el destino, sino el viaje. O en el amargo Valle-Incl¨¢n, que sab¨ªa mucho de ¨¦xitos y de cat¨¢strofes: ¡°Lo mismo da la victoria que hacer gloriosa la derrota¡±.
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