?Violencia contra las mujeres? Violencia contra todos
Los malos tratos son un problema end¨¦mico que impide el desarrollo econ¨®mico y social. Una de cada tres latinoamericanas los sufren
Fueron tres hermanas las que le dieron, con su tr¨¢gica muerte, sentido y origen a un d¨ªa como hoy. Un d¨ªa que desde hace 33 a?os venimos conmemorando como el D¨ªa Internacional de la No Violencia contra la mujer.
Patricia, Minerva y Maria Teresa, conocidas como las hermanas Mirabal en Rep¨²blica Dominicana, perdieron la vida tras ser ahorcadas y luego apaleadas por sus victimarios en 1960. Su muerte, precedida de varias torturas y violaciones recurrentes, fue ordenada por el entonces dictador Rafael Leonidas Trujillo, que quer¨ªa deshacerse de ellas por que se hab¨ªan convertido en opositoras fervientes del mandatario.
Desde entonces, el tema de la violencia contra las mujeres en nuestra regi¨®n ha ido torn¨¢ndose en uno de los m¨¢s preocupantes y hoy se encuentra en el ojo del hurac¨¢n. En nuestra regi¨®n, una de cada tres mujeres son v¨ªctimas de violencia ¨ªntima de pareja. Una cifra solo superada por ?frica y Asia del sur.
Para Claudia Paz y Paz, una guatemalteca nombrada por la revista Forbes como una de las mujeres m¨¢s poderosas del mundo por su trabajo para contrarrestar la violencia contra las mujeres en su pa¨ªs, opina que lo m¨¢s parad¨®jico es que si el tema recibiera una adecuada atenci¨®n de autoridades y familiares muchas de las muertes ser¨ªan f¨¢cilmente prevenibles.
Paz y Paz , quien habl¨® recientemente en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en un evento titulado No m¨¢s Silencio, ha sido reconocida en el tema. Siendo Fiscal General en y jefa del Ministerio P¨²blico de Guatemala (2010-2014) logr¨® aumentar las condenas criminales en feminicidios en un 815 por ciento entre 2011 y 2013, gracias a su eficacia en las garant¨ªas del proceso, y la integraci¨®n de los encargados de la salud y la justicia alrededor de los casos denunciados. Hoy en algunos lugares de Guatemala, los casos de violencia contra las mujeres se pueden solucionar en 24 horas.
Por su parte, Jineth Bedoya una periodista colombiana con m¨¢s de 20 a?os de experiencia en temas judiciales, y quien lleva cinco a?os hablando sobre su testimonio personal como v¨ªctima de la violencia en el conflicto colombiano (Jineth sufri¨® en carne propia torturas, violaci¨®n y secuestro), asegura que en su pa¨ªs el 86% de las mujeres que experimentan violencia se callan. La verg¨¹enza, la impunidad y el temor que tienen de sus victimarios les impiden hablar.
Lo cierto es que este tipo de violencia es un problema end¨¦mico que impide el desarrollo econ¨®mico y social. Seg¨²n c¨¢lculos del BID, el costo de la violencia contra las mujeres oscila entre el 1,6% y el 3,7% del Producto Interno Bruto en Nicaragua y Per¨² correspondientemente.
Si a esto se le suma el impacto en la salud ¡ªlas mujeres v¨ªctimas de la violencia ¨ªntima de la pareja tiene un 16% m¨¢s probabilidades de tener un beb¨¦ con bajo peso al nacer, el doble de probabilidades de sufrir de depresi¨®n y 1,5 veces m¨¢s posibilidades de contraer VIH Sida¡ª, estamos ante un problema de grandes proporciones.
Esta tragedia, como se expuso en el BID, es un predictor casi perfecto de la violencia futura contra las mujeres de la pr¨®xima generaci¨®n. Las ni?as que son testigos de la violencia contra la mujer en sus hogares tienen 2,5 m¨¢s riesgo de hacer parte de una relaci¨®n violenta y los ni?os tienen m¨¢s probabilidades de llevar a cabo actos violentos de esta misma naturaleza como adultos.
Y aunque se han dado avances con la aprobaci¨®n de la Convenci¨®n para la Prevenci¨®n y Sanci¨®n de Violencia contra las Mujeres, conocida como Convenci¨®n Bel¨¦m do Par¨¢, con la que se logr¨® que varios pa¨ªses creara leyes de violencia intrafamiliar entre 1994 y 1996, y luego se reconociera la violencia contra la mujer como delito en algunos pa¨ªses, a¨²n queda mucho camino por recorrer.
En nuestra regi¨®n solo el 14% de las mujeres v¨ªctima de la violencia lo denuncian.
Seg¨²n las expertas invitadas al BID y el acad¨¦mico mexicano Carlos Echarri autor del estudio Violencia Feminicida en M¨¦xico 1985-2010, es importante seguir estimulando a las mujeres a denunciar.
As¨ª mismo, aseguran, es clave que el tema no solo sea uno de car¨¢cter judicial. Los ministerios de educaci¨®n, salud, y finanzas deben trabajar de la mano para darle relevancia al tema. Invertir en insertar el tema en los programas que tratan pol¨ªticas para la primera infancia e insistir en que el problema no es solo de mujeres. Es tambi¨¦n de los victimarios: No solo quienes la perpetran sino aquellos hombres que siendo testigos t¨¢citos de la discriminaci¨®n, el maltrato y el abuso hacia las mujeres dejan que sucedan. Ellos son parte del problema y su voz es ahora m¨¢s que nunca una pieza fundamental de la soluci¨®n al problema.
Silvia Dangond Gibsone es polit¨®loga y periodista graduada de la Universidad de los Andes en Bogot¨¢ Colombia. Tiene una maestr¨ªa en Resoluci¨®n de Conflictos y Comunicaci¨®n de la Universidad de George Mason, de Virginia, Estados Unidos. En el Banco Interamericano de Desarrollo coordina estrategias de comunicaci¨®n para cinco pa¨ªses de Suram¨¦rica. Su blog, Medusa y sus Serpientes se publica en El Tiempo de Colombia.
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