Los enredos del El¨ªseo
Hollande se enfrenta a la exposici¨®n continua de su vida privada en p¨²blico... y a una posible traici¨®n. Su equipo va tras la pista de un posible topo que filtr¨® la foto del presidente franc¨¦s con su pareja en palacio
La vida amorosa de Fran?ois Hollande ha salido a la luz p¨²blica m¨¢s veces de lo que al presidente franc¨¦s, muy celoso de su intimidad, le habr¨ªa gustado. Su relaci¨®n con la actriz Julie Gayet, confirmada a principios de a?o y que provoc¨® la ruptura del pol¨ªtico socialista con su entonces pareja, la periodista Val¨¦rie Trierweiler, comenz¨® siendo un problema de seguridad nacional. ?C¨®mo era posible que el hombre m¨¢s protegido del pa¨ªs fuera fotografiado entrando en el piso de su amante en plena calle sin que nadie lo evitara? Ahora, esa relaci¨®n puede haber sido objeto de una traici¨®n. El equipo del El¨ªseo est¨¢ convencido de que las im¨¢genes del jefe de Estado con Gayet en el jard¨ªn de palacio publicadas hace unos d¨ªas, que en principio tambi¨¦n se plantearon como una grave brecha de seguridad en torno al presidente de la Rep¨²blica, no fueron obra de un paparazi ni de un avi¨®n teledirigido, sino que fueron tomadas desde dentro.
El ¨¢ngulo de la fotograf¨ªa apunta a que la c¨¢mara (quiz¨¢s alojada en un m¨®vil) estaba situada en un primer piso: desde unas oficinas o bien desde los apartamentos privados del presidente, seg¨²n un experto consultado por Le Monde. ¡°Las pruebas indican que esta imagen fue tomada desde el interior. Se trata m¨¢s de una cuesti¨®n de confianza que de seguridad¡±, explica una fuente cercana a la investigaci¨®n citada por el peri¨®dico. Se sabe que la foto fue realizada un domingo de septiembre. Pero, ?cu¨¢l? El equipo de seguridad del El¨ªseo, que ya hab¨ªa detectado en los ¨²ltimos meses ciertas indiscreciones relacionadas con la agenda del presidente, investiga una docena de nombres, tanto de visitantes como de miembros del personal de palacio. No se ha denunciado ni detenido a nadie.
El semanario sat¨ªrico Le Canard encha?n¨¦ ha a?adido un elemento m¨¢s a toda esta enrevesada historia. La publicaci¨®n, tradicionalmente bien informada, sostiene que la mencionada foto, publicada por la revista Voici, pudo haber sido tomada por un topo de Nicolas Sarkozy que trabajar¨ªa en la residencia oficial del jefe del Estado. Seg¨²n el semanario, que cita ¡°fuentes cre¨ªbles¡±, ese posible infiltrado del expresidente estar¨ªa empleado en el El¨ªseo desde hace a?os y seguir¨ªa si¨¦ndole fiel pol¨ªticamente. Los portavoces oficiales de Hollande no han comentado la noticia.
Si bien los franceses presumen en las encuestas de no tener en cuenta la vida personal de los pol¨ªticos para juzgarles, analistas y medios de comunicaci¨®n consideran que la ajetreada vida personal de Hollande no contribuye precisamente a incrementar su credibilidad y autoridad como dirigente. Especialmente ahora que sus ¨ªndices de popularidad est¨¢n por los suelos, sobre todo por la delicada situaci¨®n econ¨®mica que atraviesa Francia. Tambi¨¦n contrasta con la vida aparentemente m¨¢s estable del pujante Manuel Valls, su primer ministro, casado desde 2010 con la violinista Anne Gravoin y padre de cuatro hijos que tuvo durante su primer matrimonio con Nathalie Souli¨¦.
¡°Las pruebas indican que esta imagen fue tomada desde el interior. Se trata m¨¢s de una cuesti¨®n de confianza que de seguridad¡±, explica una fuente a 'Le Monde'
Tampoco resulta de gran ayuda su anterior pareja, Val¨¦rie Trierweiler, a quien Hollande dej¨® por Gayet tras hacerse p¨²blica su infidelidad. La periodista transform¨® su indignaci¨®n en un libro, titulado en modo ir¨®nico Gracias por este momento, en el que describe al jefe de Estado como un hombre fr¨ªo y despiadado que califica en privado a los pobres como ¡°desdentados¡±. Fue publicado en septiembre, d¨ªas despu¨¦s de que Hollande afrontara una crisis de Gobierno. La que fuera primera dama durante 18 meses ha hecho en los ¨²ltimos d¨ªas promoci¨®n de la traducci¨®n del libro al ingl¨¦s en Londres, donde se ha explayado en varias entrevistas con medios brit¨¢nicos. Al Times le cont¨® que ya no ama al jefe de Estado, para poco despu¨¦s, preguntada por ello en la BBC, se limitaba a responder: ¡°No puedo contestar¡±.
La personalidad de Trierweiler ya fue objeto de pol¨¦mica antes de la ruptura. Por ejemplo, vet¨® la asistencia de la ex candidata presidencial S¨¦gol¨¨ne Royal y sus hijos, fruto de la relaci¨®n de la pol¨ªtica socialista con Hollande, cuando jur¨® su cargo en el El¨ªseo, o apoy¨® en un pol¨¦mico tuit a un candidato rival a Royal cuando esta se presentaba para diputada por la ciudad de La Rochelle. El ¨²ltimo cap¨ªtulo de las entradas y salidas furtivas del presidente se registr¨® el 9 de noviembre, cuando fue fotografiado visitando a Trierweiler en casa de ella, seg¨²n la periodista para decirle que no ten¨ªa nada en su contra pese al tono del libro.
Las intimidades que cuenta Trierweiler de Hollande se han convertido en un bestseller. El libro ya ha vendido m¨¢s de 700.000 ejemplares y ha reportado dos millones de euros a su autora. Francia est¨¢ cambiando. En el pasado, las escapadas nocturnas de algunos dirigentes para visitar a sus amantes fueron un secreto a voces, como los escarceos de Val¨¦ry Giscard d¡¯Estaing o Jacques Chirac. Fran?ois Mitterrand, por ejemplo, mantuvo en secreto a un amante y una hija com¨²n y los medios guardaron silencio durante a?os. Exist¨ªa cierto consenso en que el inter¨¦s p¨²blico de un pol¨ªtico terminaba en la puerta de su dormitorio. Las leyes de defensa de la privacidad francesas, adem¨¢s, son estrictas y han protegido a las figuras p¨²blicas de la persecuci¨®n que han sufrido algunos pol¨ªticos brit¨¢nicos y estadounidenses. El estilo m¨¢s abierto de Nicolas Sarkozy, cuyo divorcio y enamoramiento posterior con la cantante Carla Bruni fueron seguidos al detalle por los franceses, cambi¨® un poco las cosas.
Mientras, algunos medios franceses se preguntan si Julie Gayet es la primera dama oficiosa de Francia. Fuentes cercanas a la pareja aseguran que no tienen prisa.
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