Ni un paso atr¨¢s
Hace unos 20 a?os, la violencia machista se llamaba crimen pasional. Recuerdo perfectamente la primera vez que escuch¨¦ ese concepto, fue en la televisi¨®n, en las noticias, y estaban contando que la mujer que nos ten¨ªa que comprar la casa hab¨ªa sido asesinada por su compa?ero.
Lo que antes se consideraba un problema individual, ahora sabemos que es una problem¨¢tica social. Ese cambio demuestra que estos a?os no han pasado en balde y que algo hemos aprendido. Pero no podemos dejarlo aqu¨ª. Los datos demuestran que se ha producido un estancamiento en la concienciaci¨®n, o incluso una involuci¨®n. Y no nos lo podemos permitir. Reconocemos la violencia expl¨ªcita pero seguimos considerando que el amor aut¨¦ntico es el rom¨¢ntico, que merece la pena sufrir por ¨¦l y que los celos son una demostraci¨®n de amor. Nada de eso es amor. Y aceptarlo s¨®lo perpetua unos roles que hacen que muchas mujeres no sepan c¨®mo reaccionar ante la violencia de sus parejas.¡ª Teresa Sed¨® Ferr¨¦.
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