Madonna: eterno regreso a la provocaci¨®n
A los 56 a?os, la reina del pop ofrece una nueva imagen de s¨ª misma con unas fotos en las que muestra sus pechos.Tras tres d¨¦cadas de carrera, pretende continuar con su particular revoluci¨®n sexual
?Qu¨¦ le queda por hacer a una mujer que lleva provocando desde principios de los a?os ochenta del pasado siglo? ?C¨®mo puede cuestionar el status quo del mundo del pop en el a?o 2014 una se?ora que ha salido en pantalla derramando cera sobre el miembro viril de Willem Dafoe, una se?ora que edit¨® un documental que versaba sobre humanos que se met¨ªan en su cama y un libro titulado Sex,una se?ora que escribi¨® una canci¨®n sobre el aborto en 1986 y que puso un Jesucristo negro del que se enamoraba en un videoclip? Pues con algo tan simple como aparecer mostrando los pezones en lo que parece el a?o internacional del trasero.
Mientras una diva peque?a como Jennifer Lopez va al gimnasio y trata de recuperar su puesto en el trono mundial del mejor culo, una diva grande, como Madonna, da la vuelta al paradigma morfol¨®gico y reclama su centralidad, algo que ya logr¨® de la mano del dise?ador Jean Paul Gaultier hace m¨¢s de una d¨¦cada con los sujetadores en forma de cono, cuya reformulaci¨®n en tiempos recientes ha dado tantas alegr¨ªas medi¨¢ticas a otras estrellas como Lady Gaga o Katy Perry.
Tal vez puede parecer un movimiento casi infantil, sobre todo ahora cuando ya nada parece que pueda escandalizar, y si lo hace, el esc¨¢ndalo dura lo que el sistema tarda en asimilarlo, embotellarlo y venderlo. Ah¨ª est¨¢n esas c¨¦lebres im¨¢genes de Madonna, que ya han dado varias vueltas al mundo, en las que, a sus 56 a?os, sale mostrando sus pechos para la revista Interview, pero tambi¨¦n esas otras instant¨¢neas que se han filtrado y en las que aparece la diva sin pasar por la chapa y pintura del Photoshop. Para sorpresa de muchos, la autora de Ray of Light es una mujer de 56 a?os que casi parece tenerlos, no ese ser sobrenatural que ella y muchos de sus seguidores llevan armando durante m¨¢s de una d¨¦cada con el tan f¨²til como innecesario af¨¢n por ignorar el paso del tiempo.
Para Chris M¨¢rquez, presidente del club de fans de Madonna desde 1987 (el Photoshop se lanz¨® en enero de 1990), director de dareStar, revista en castellano consagrada a la diva y fundador de la web Divinamadonna, estas fotos ¡°ponen en evidencia el edadismo [la discriminaci¨®n de una persona por su edad] contra el que siempre ha luchado Madonna. Las mujeres adultas no solo sufren sexismo, sino edadismo¡±. Y a?ade: ¡°A partir de cierta edad, a una mujer no se le permite ser aventurera, no se le permite ser sexual. Eso es espantoso. Mucha gente cuando ve una foto de una mujer de m¨¢s de 50 mostrando los pechos dice: ¡®?Oh, eso es pat¨¦tico!, ?se cree que tiene 20 a?os?, que deje de actuar as¨ª¡¯. Madonna con estas fotos tan solo nos dice: ?A qui¨¦n le importa? ?Y qu¨¦ pasa si lo hago? Quiero decir: ?hay alguna regla? ?se supone que deber¨ªas morirte a los 40? Esta es una de las mil razones por la que la amamos. Sus convicciones las lleva hasta el final¡±.
Hablar de convenciones cuando se trata de un producto de la industria pop puede sonar exagerado, pero ahora, como en la frase que promocionaba la secuela del filme Los indestructibles (el t¨ªtulo encaja de forma casi m¨¢gica), parece que Madonna ha vuelto, y esta vez es personal.
La Ciccone ha despachado m¨¢s de 300 millones de discos desde que arrancara su carera. Es la cuarta artista que m¨¢s ha vendido en la historia y la mujer que m¨¢s ¨¢lbumes ha colocado en Estados Unidos (65,5 millones). En los ¨²ltimos 25 a?os, 9,7 millones de seres humanos de toda orientaci¨®n sexual, clase social e inquietudes vitales han acudido a sus conciertos. Su ¨²ltima gira recaud¨® m¨¢s de 300 millones de d¨®lares (242 millones de euros), cifra que ayud¨® a colocarla en 2013 como la artista musical m¨¢s rica del planeta, seg¨²n Forbes, con unos beneficios de 125 millones.
Pero Madonna es voraz. Va a lanzar un nuevo disco y es la nueva imagen de Versace para esta pr¨®xima temporada de primavera/verano. En las im¨¢genes que han salido esta semana, aparece saturada de Photoshop, pero logra que este recurso, en vez de convertirse en una trampa est¨¦tica para parecer m¨¢s joven y lozana, se presente como una forma de jugar con la memoria colectiva sobre la imagen que de ella se conserva. Parece tramposo. Lo es. ?Funciona? Eso parece. As¨ª que Madonna vuelve otra vez como lo ha hecho ya mil veces, y lo ha logrado siempre sin parecer jam¨¢s que antes de volver se hab¨ªa ido.
¡°Ella es mucho m¨¢s que una cantante. Creo que esto, adem¨¢s de hablar de ella como plataforma multimedia, productiva y digital muy exitosa e inteligente, habla tambi¨¦n de un p¨²blico que comprende que algo pasa con Madonna: vivimos tiempos de transformaci¨®n y convergencia, y ella es un gran exponente de todo esto¡±, explica Gabriela Pedranti, coordinadora del BA (Hons) Fashion Marketing and Communication en el IED Barcelona. ¡°A lo mejor, nos vemos reflejados en sus im¨¢genes de los ¨²ltimos 30 a?os. Hace poco escuch¨¦ una frase divertida, que representa esto: ¡®Si el mundo estallara pero quedaran Los Simpson, los extraterrestres entender¨ªan la historia occidental de los ¨²ltimos 30 a?os¡¯. Yo creo que entender¨ªan mucho de esos a?os si tambi¨¦n quedaran registros de las distintas ¨¦pocas de Madonna¡±.
?Y qu¨¦ aspecto parece que tendr¨¢ esta nueva ¨¦poca de la diva? Los lanzamientos de esta mujer no son meros acontecimientos musicales y comerciales, sino ejercicios que marcaron el camino a seguir y, m¨¢s tarde, trabajos de certificaci¨®n del estado de las cosas. Es decir, una suerte de debate sobre el estado de la naci¨®n pop.
Con Confessions on a Dance Floor incluso inici¨® un revival, el de la m¨²sica disco. Cuando a¨²n no se sab¨ªa que los revivals iban a definir la primera d¨¦cada del siglo XXI. De momento, ha trascendido que ha estado trabajando con el productor y DJ Avicii, quien parece el encargado de incrustarla en la escena de la EDM ¡ªesa suerte de m¨²sica electr¨®nica que se define m¨¢s por las botellas de champ¨¢n que se consumen en los clubes que por sus aportaciones al devenir de la m¨²sica¡ª. Tambi¨¦n ha enrolado a Diplo, el hombre que con m¨¢s talento y osad¨ªa ha fagocitado las ra¨ªces africanas y caribe?as hasta trasladarlas a las pistas de baile y a las listas de lo mejor del a?o de los medios occidentales, ya sea produciendo discos de MIA o al frente de Major Lazer. ¡°Normalmente, no siento la necesidad de escribir ¨¦xitos, pero con un artista de este calibre te ves obligado a ir m¨¢s all¨¢ de tus propios l¨ªmites, de superarte¡±, ha declarado este ¨²ltimo, actual pareja de Katy Perry.
¡°Ella simplemente es la diva. Es la reina del pop. Fue la primera. Todas beben de sus fuentes y todas la adoran. La mayor¨ªa de cantantes actuales no esconden su admiraci¨®n. No hay ninguna pupila que se precie que no haya rendido homenaje a la maestra¡±, comenta Chris M¨¢rquez, el presidente de su club de fans. Y en sus palabras se explicita algo realmente fascinante: el pop naci¨® como una celebraci¨®n del ahora, se desarroll¨® en una ¨¦poca en la que a los 25 a?os ya se era mayor para descifrar sus c¨®digos, que evolucionaban de forma supers¨®nica con el ¨²nico fin de reclutar adolescentes con la misma velocidad con la que se descartaban a quienes parec¨ªan mayores.
A diferencia del rock, donde la gerontocracia impone su autenticidad y su canon, y con eso espera perpetuarse, el pop es un poco hoy y bastante ma?ana. No necesita luchar contra el tiempo, porque el tiempo es suyo. As¨ª que en un esquema como este ninguna de las estrellas que podr¨ªan competir con Madonna en 2014 o cuestionar a la diva, con el af¨¢n de apropiarse del momento, se equivoca. Todos la quieren. Pero ella se quiere m¨¢s.
Las eras de la diva
1983-86. Lencer¨ªa por encima de la ropa de calle, sonido brit¨¢nico importado directamente, imagen sexual, pero teniendo en cuenta las limitaciones morales de la ¨¦poca. Hab¨ªa que gustar. Resultado: un cambio de paradigma total y absoluto en la idiosincrasia del pop. De hecho, tal vez el giro m¨¢s brutal en la historia de este estilo musical desde la aparici¨®n de los Beatles.
1989-1994. Imaginer¨ªa religiosa, sexo expl¨ªcito y dominaci¨®n planetaria. Sin Madonna tal vez jam¨¢s Scorsese hubiera osado rodar La ¨²ltima tentaci¨®n de Cristo.De intentar agradar a la muchachada, la diva pasa a intentar molestar a todo el mundo. Lo logra. Se abre la veda de la provocaci¨®n en una era en la que, en estos t¨¦rminos, a¨²n quedaba mucho por hacer. El ¨²nico problema es que ella es tan voraz que se lo come todo. Despu¨¦s de Like a virgin, Erotic,a Bedtime stories, cualquier intento por vender sexo en el pop pareci¨® vacuo y manierista.
1998-2000. Intento triunfal de madurez. Madonna viste jeans, se arregla poco el pelo, se maquilla lo justo y baila sin necesidad de coreograf¨ªa. Luego, Music, hit global, est¨¦tica cowboy, luces y primeras sombras.
2005. La pista de baile. La diva empieza a necesitar m¨¢s clases de spinning las que cre¨ªa. Se compra una bola de espejos, mallas de colores chillones y mira hacia atr¨¢s, hasta llegar a los a?os setenta. El resultado es un ¨¦xito sin precedentes. Todo vuelve a girar a su alrededor.
2008-2012. Se acabaron los trucos. Se ve atrapada en un paradigma nuevo que no le deja espacio. No puede mirar atr¨¢s, no puede mirar hacia delante, porque la verdad ya no es algo que le toque hacer a ella, sino a los m¨¢s j¨®venes. Paga el precio de no haber seguido la senda de Ray of light. Entonces, se convierte en esa diva que lo mejor que hace es la lista de la compra: seleccionar lo mejor de la escena actual y reclutarlo para que la barnice de modernidad. Sale medio bien. No gana nada nuevo, pero tampoco pierde demasiado. Musicalmente, poco relevante, aunque metaf¨ªsicamente se confirma como invencible.
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