Envidia de Guadalajara
El entusiasmo por el libro revive en la Feria de la ciudad mexicana
La envidia que el mundo iberoamericano debe sentir por Guadalajara (M¨¦xico), por su ya veterana e ilustre Feria Internacional del Libro, no se basa solo en las estad¨ªsticas, que declaran ¨²nicamente la importancia num¨¦rica del extraordinario acontecimiento.
La envidia, m¨¢s all¨¢ de los n¨²meros, es porque en un mundo que declara su escepticismo ante la vigencia del libro y de las ideas que en este se contienen, la FIL ha mantenido alto el entusiasmo por este viejo invento que, renovado en los m¨¢s variados soportes, sigue siendo crucial para el entendimiento de los avances y de los retrocesos de la humanidad.
El libro es una expresi¨®n de esperanza, un instrumento de inmenso valor para mejorar la educaci¨®n y por tanto para acentuar el progreso de los pueblos. Y esta feria ha conseguido que las ideas y las ficciones sean objeto de atenci¨®n por parte de miles y miles de lectores que cada a?o se congregan para escuchar a algunos de los importantes escritores del mundo debatiendo entre ellos mismos ante una asombrosa presencia de p¨²blico.
El ¨¢mbito iberoamericano ha sido ya superado por la FIL, que se ha convertido en una asamblea mundial de autores, agentes y lectores, que acuden a una llamada que resulta imprescindible para tomar el pulso, desde todos los puntos de vista, al sector del libro. Este a?o el invitado fue Argentina; este pa¨ªs tan celebrado por su literatura, desde Jorge Luis Borges a Claudia Pi?eiro, llev¨® a Guadalajara tambi¨¦n su teatro, su cine y su m¨²sica, pues de las artes, y no solo del libro, es ya la FIL, que por otra parte se apresta a acoger el pr¨®ximo a?o las artes de Reino Unido.
Tiene la FIL un secreto? Ha huido de los bustos parlantes y de las casetas de las firmas, aunque en ella se firme y se hable. En Espa?a han surgido en los ¨²ltimos a?os el Festival E?e, en Madrid, y el Hay Festival, que naci¨® en Gales; con parecidas armas estos festivales y otros que se les van pareciendo atraen al p¨²blico por lo que dicen los escritores.
Del entusiasmo con que se anime a quienes los proponen depende que esta envidia de Guadalajara sea alguna vez satisfacci¨®n por parecerse o ser como la FIL. Ojal¨¢.
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