Encarceladas por conducir

S¨ª, en Arabia Saud¨ª, ?d¨®nde si no? No hay otro pa¨ªs en el mundo que proh¨ªba conducir a las mujeres. O mejor dicho, ninguna ley del Reino del Desierto lo proh¨ªbe de forma expresa, pero las autoridades s¨®lo conceden el carn¨¦ a los hombres. As¨ª que como tambi¨¦n son v¨¢lidos los permisos de conducir del resto de los pa¨ªses del Consejo de Cooperaci¨®n del Golfo (que adem¨¢s de Arabia, incluye Emiratos, Kuwait, Bahr¨¦in, Qatar y Om¨¢n), la joven saud¨ª Loujain Hathloul decidi¨® el pasado d¨ªa 1 conducir desde Dub¨¢i hasta su pa¨ªs con su licencia emirat¨ª. Apenas hab¨ªa pisado territorio saud¨ª, cuando los polic¨ªas le confiscaron el pasaporte y el coche, mientras la reten¨ªan en el puesto fronterizo.

¡°Es un intento de apoyar la campa?a por el derecho de las mujeres a conducir¡±, hab¨ªa explicado sobre su acci¨®n en un v¨ªdeo colgado en YouTube en el que se la ve dirigi¨¦ndose a la frontera con Arabia Saud¨ª. Al d¨ªa siguiente, tambi¨¦n detuvieron a Maysaa Alamoudi, una amiga que acudi¨® en su coche a llevarle agua, comida y una manta, desde Dub¨¢i donde reside. Hathloul, de 25 a?os, fue enviada a un correccional de menores de Al Ahsa y Alamoudi, de 33, a la prisi¨®n central de la misma localidad, en la Provincia Oriental.

Las activistas Loujain Hathloul y Maysaa Alamoudi, en sendas im¨¢genes difundidas por la campa?a saud¨ª por el derecho a conducir.

Aunque no han hecho p¨²blicas las razones de esa medida, los responsables saud¨ªes han informado a las familias de que la detenci¨®n va a extenderse 25 d¨ªas m¨¢s. Ambas han sido interrogadas sin contar con la presencia de un abogado, aunque se les ha permitido recibir visitas de familiares y hablar por tel¨¦fono con ellos.

¡°Su detenci¨®n forma parte de una pol¨ªtica continuada y sistem¨¢tica de hostigamiento a los activistas que defienden el derecho de las mujeres a conducir por parte de las autoridades saud¨ªes¡±, denunci¨® el Centro del Golfo para los Derechos Humanos. La web de esta ONG, que fue la primera en dar la alarma sobre la detenci¨®n, fue inmediatamente censurada en Arabia Saud¨ª.

Las dos mujeres apoyan la campa?a popular contra la prohibici¨®n de conducir iniciada hace tres a?os al hilo de la primavera ¨¢rabe, aunque el movimiento tiene sus ra¨ªces en la d¨¦cada de los noventa del siglo pasado. Sus organizadoras explican que la medida pone de relieve el problema m¨¢s amplio de las leyes de custodia que convierten a las saud¨ªes en eternas menores, sometidas para siempre a la supervisi¨®n de un var¨®n, sea el padre, el hermano o el marido.

¡°Las degradantes restricciones a las mujeres del Gobierno saud¨ª son una verg¨¹enza para el pa¨ªs, y no para las valientes activistas que se levantan en defensa de sus derechos¡±, ha declarado Sarah Leah Whitson, la directora para Oriente Pr¨®ximo de Human Rights Watch (HRW). Esta organizaci¨®n de defensa de los derechos humanos exige la inmediata liberaci¨®n de ambas activistas y que se levante el anacronismo que impide conducir a las mujeres.

Seg¨²n la interpretaci¨®n del islam de los ulemas saud¨ªes, permitir que las mujeres conduzcan incitar¨ªa al libertinaje. No obstante, en ning¨²n otro pa¨ªs del mundo isl¨¢mico existe tal prohibici¨®n, ni siquiera en los conservadores vecinos del Golfo.