20 a?os de Secretos que Matan
Por Alberto Est¨¦vez (investigador de la campa?a ¡°Armas Bajo Control¡±), Mar¨ªa del Pozo (Amnist¨ªa Internacional), Jordi Armadans (FundiPau) Jos¨¦ Luis Garc¨ªa Ortega(Greenpeace), y Paula San Pedro (Oxfam Interm¨®n).
coyright Amnistia Internacional
Veinte a?os no es nada, dice el c¨¦lebre tango ¡°Volver¡± de Gardel, pero s¨ª es un buen momento para hacer balance. Hoy se cumplen veinte a?os del inicio de la campa?a por la transparencia en el comercio de armas espa?ol, bajo el lema ¡°Secretos que Matan¡±. Aquel 12 de diciembre de 1994, las ONG escrib¨ªamos al entonces Presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez pidiendo: i) la total transparencia de las exportaciones de armamento espa?ol, y ii) la publicaci¨®n trimestral de las actas de aprobaci¨®n de las exportaciones de la Junta Interministerial que autoriza las ventas de armas espa?olas.
Hoy en d¨ªa la transparencia es una demanda com¨²n en la sociedad espa?ola, pero hace 20 a?os era una exigencia pionera y la campa?a conjunta, una experiencia de trabajo en coalici¨®n sin precedentes coordinada durante m¨¢s de un lustro por Vicen? Fisas, que en este art¨ªculo de opini¨®n explicaba el porqu¨¦ de la campa?a.
Antes de analizar los logros y retos de la campa?a, repasemos algunos datos. Desde la d¨¦cada de los 80, el aumento de las exportaciones de armas espa?olas ha sido constante. Desde los a?os 90 hasta 2004, la media anual oscilaba entre los 300 y 480 millones de Euros. Esta ¨²ltima d¨¦cada, la cifra no dej¨® de aumentar y se multiplic¨® por diez, pasando de 400 millones de Euros en 2004 a superar los 4.000 millones en 2013. A finales de este mes conoceremos los datos del primer semestre de 2014. A nivel global, en los ¨²ltimos a?os Espa?a entr¨® en el ¡°top ten¡± de los exportadores globales elaborado por el SIPRI, ocupando entre el 6? y el 8? puesto. El objetivo de esta campa?a es conseguir que las armas exportadas por Espa?a no contribuyan a que se cometan o se facilite la comisi¨®n de graves violaciones del Derecho Internacional Humanitario y de los derechos humanos.
Los avances en la campa?a fueron lentos, pero seguros. A ello contribuy¨® el esc¨¢ndalo sobre la operaci¨®n ilegal de tr¨¢fico de armas hacia Ruanda desde Espa?a que las ONG destapamos a finales de 1996, y sobre la que pedimos una investigaci¨®n exhaustiva e independiente. En 1997 el Congreso aprob¨®, por unanimidad, una Proposici¨®n No de Ley que instaba al Gobierno a publicar los ¡°datos esenciales¡± de las ventas de armas. Trabajando en alianza demostramos que las cosas se pueden cambiar, con tres premisas: a) rigor y seriedad en la investigaci¨®n y las propuestas al Gobierno y al Parlamento, realistas y que supon¨ªan cambios graduales, b) una movilizaci¨®n amplia, de sectores muy diversos de la sociedad civil. c) alianzas estrat¨¦gicas con diputados y diputadas de todos los partidos pol¨ªticos, que han jugado un papel fundamental. As¨ª, poco a poco, el comercio de armas espa?ol dej¨® de ser un tema tab¨². Los informes, an¨¢lisis y propuestas de las ONG han tenido un enorme impacto en los medios de comunicaci¨®n, el Gobierno y los grupos parlamentarios, para quienes han sido una fuente fiable y constante de informaci¨®n
?Qu¨¦ hemos conseguido en estos veinte a?os? Varias cosas, ninguna de ellas desde?able:
1?. Transparencia. Aunque las actas de la Junta Interministerial siguen siendo secretas, desde 1997 el Gobierno publica informes semestrales y anuales sobre las ventas de armas. Sin embargo, los informes no son todo lo detallados que nos gustar¨ªa y, por ejemplo, no permiten saber qu¨¦ unidades del Ej¨¦rcito colombiano ¨Calgunas de ellas responsables de graves violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos- utilizan las armas que le vende Espa?a desde hace a?os, ni si las armas exportadas a Estados Unidos se usan en los conflictos armados en los que est¨¢ implicado este pa¨ªs o para cometer delitos en los propios Estados Unidos. Tampoco sabemos qu¨¦ controles existen sobre la gran cantidad de armas vendidas a Ghana en la ¨²ltima d¨¦cada. En los contrainformes de la coalici¨®n ¡°Armas Bajo Control¡± denunciamos estos y otros muchos casos y recomendamos medidas al Parlamento y al Gobierno.
2?. Control parlamentario. El Gobierno comparece anualmente en la Comisi¨®n de Defensa para explicar el informe anual de exportaciones de armas. Esta Comisi¨®n elabora un dictamen con recomendaciones, para el que las ONG elaboramos propuestas a los grupos parlamentarios. El dictamen aprobado en octubre de este a?o incluye seis recomendaciones del PP e ignor¨® las 67 propuestas presentadas por la oposici¨®n, rompiendo as¨ª una tradici¨®n de consenso en esta materia en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas. Ninguna de esas propuestas refuerza significativamente el control parlamentario y la transparencia para garantizar que no se autoricen ventas de armas ¡°Marca Espa?a¡± para cometer atrocidades. Mucho nos falta para llegar al nivel de rendici¨®n de cuentas en Reino Unido donde el Gobierno responde con detalle a las m¨¢s de 100 recomendaciones anuales del Parlamento.
3?. Poner las exportaciones de armas en la agenda pol¨ªtica y lograr avances legislativos en Espa?a, Europa y en el ¨¢mbito internacional. Al darle visibilidad, hemos conseguido que los partidos pol¨ªticos hicieran propuestas sobre el tema y se tomasen medidas y se hablase de exportaciones pol¨¦micas. La Ley 53/2007 de control de las exportaciones de armas fue un hito en este sentido y, aunque mejorable, establece mecanismos de transparencia y rendici¨®n de cuentas ante el Parlamento, con un cierto grado de control parlamentario, aunque sea a posteriori. El nuevo Reglamento que desarrolla esta Ley recoge la ¡°Regla de Oro¡± -prohibir la venta de armas para cometer atrocidades- promovida por las ONG desde hace una d¨¦cada. En un importante avance, Espa?a es el primer pa¨ªs del mundo en recogerla expl¨ªcita y literalmente en su legislaci¨®n nacional.
4?. Una mayor participaci¨®n de Espa?a en temas internacionales de control de comercio de armas como la adopci¨®n de la Posici¨®n Com¨²n de la UE sobre transferencias de armas, los Tratados sobre minas antipersonal y bombas de racimo y, sobre todo, la negociaci¨®n entre 2006 y 2013 en la ONU del Tratado el Comercio de Armas (TCA) que entrar¨¢ en vigor en unos d¨ªas, el 24 de diciembre. Es un instrumento que contribuir¨¢ a reducir el n¨²mero de muertes resultado de la violencia armada, si se aplica de buena fe.
5?. Impacto en decisiones concretas del Gobierno. El papel de ¡°Pepito Grillo¡± de las ONG ha tenido un cierto impacto en algunas operaciones del Gobierno en los ¨²ltimos a?os, vigilado por el Parlamento y sometido al escrutinio de las ONG. Somos realistas, sabemos que no vamos a cambiar la pol¨ªtica de exportaci¨®n de armas de la noche a la ma?ana, pero s¨ª sabemos que la Junta Interministerial Reguladora del Comercio Exterior de Material de Defensa y de Doble Uso (JIMDDU) tiene un especial cuidado al analizar algunas operaciones que antes pod¨ªan no ser objeto del mismo examen riguroso. Esto se puede observar en algunas decisiones de los ¨²ltimos a?os relativas a la suspensi¨®n de determinadas exportaciones a, por ejemplo, Egipto, Venezuela o Israel (aunque el mes pasado la JIMDDU revoc¨® la decisi¨®n adoptada este verano de suspender las ventas a Israel). El di¨¢logo con el Gobierno es una clave en este sentido, aunque a menudo estemos en desacuerdo sobre las medidas a adoptar.
Al mismo tiempo, hemos sacado algunas lecciones del trabajo conjunto:
i) Es necesario un compromiso a largo plazo para conseguir cambios significativos. Conseguir la Ley de 2007 reguladora del comercio de armas en Espa?a supuso 13 a?os de esfuerzo continuado y el TCA es fruto de una campa?a internacional que dur¨® casi una d¨¦cada, a la que precedi¨® un trabajo previo de diez a?os.
ii) crear redes y complicidades. Tanto para lograr la Ley espa?ola como para el TCA fue necesario aunar una coalici¨®n amplia y diversa. Esto implica trabajar con generosidad, sabiendo renunciar a ¡°mi logo¡± para conseguir los objetivos marcados, algo que las 4 ONG han sabido hacer y un papel clave de determinados miembros del parlamento de diversos grupos parlamentarios
?Cu¨¢les son los retos pendientes? Hemos alcanzado, parcialmente, uno de los dos objetivos iniciales de la campa?a, la transparencia, pero a¨²n no hemos logrado que las actas de la JIMDDU dejen de ser secretas. Se nos plantean al menos tres retos:
a) Lograr cambios en la pr¨¢ctica gubernamental y mecanismos de verificaci¨®n. Ahora que la legislaci¨®n ya recoge el principio del TCA de no autorizar ventas de armas para cometer atrocidades, los informes remitidos al Parlamento deben permitir saber qui¨¦nes usan las armas espa?olas y qu¨¦ medidas se adoptan para mitigar el riesgo de su uso para cometer graves violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos. Para ello, el Gobierno debe dotarse de suficientes recursos humanos y t¨¦cnicos, dado el gran incremento de las operaciones en los ¨²ltimos a?os.
b) Ni un arma espa?ola para cometer atrocidades. El nuevo Reglamento de la Ley 53/2007 que regula las exportaciones de armas incluye la Regla de Oro del TCA. Sin embargo, se debe dar un paso m¨¢s y modificar la Ley 53/2007 para tener mayor seguridad jur¨ªdica e incluso incluir esta regla en un eventual cambio de la Constituci¨®n, lo que pondr¨ªa a Espa?a a la cabeza del control mundial del comercio de armas.
c) Universalizar y aplicar el TCA, aumentando su contribuci¨®n al Fondo de la ONU para cooperaci¨®n en materia de regulaci¨®n del control de armas convencionales. Como miembro del Consejo de Seguridad de la ONU, Espa?a puede impulsar la universalizaci¨®n del TCA y promover que el esp¨ªritu del Tratado influya en los embargos de armas que imponga la ONU.
En estos 20 a?os hemos demostrado que s¨ª se puede regular el comercio de armas, pero que es una tarea ardua que exige un esfuerzo continuo. Nuestro compromiso es seguir trabajando para impulsar la transparencia y la rendici¨®n de cuentas. Esa es la mejor receta para una pol¨ªtica de control del comercio de armas que d¨¦ prioridad a las personas y los derechos humanos frente a los intereses econ¨®micos de la industria de defensa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.