Bachilleres millonarios
Un estudiante de Queens gana 72 millones de d¨®lares especulando durante los recreos del Instituto; cada d¨ªa que pasa empiezan a enriquecerse antes
Mohammed Islam, hijo de inmigrantes bengal¨ªes, ha demostrado al menos dos cosas a la tierna edad de 17 a?os: que Estados Unidos es realmente la tierra de las oportunidades y que el capitalismo es el sistema en el que el dinero permite generar m¨¢s y m¨¢s dinero. El adolescente es alumno del instituto Stuyvesant (el alcalde que compr¨® Manhattan a los indios por cuatro chavos) y durante los recreos, especulando un poco aqu¨ª y otro poco all¨¢ en los mercados de futuros (petr¨®leo, oro, valores medios de Wall Street proclives a la oscilaci¨®n del valor) ha conseguido acumular una renta de 72 millones de d¨®lares. Es dif¨ªcil imaginar esta historia real (narrada en el New York Magazine, con entrevista incluida al adolescente) en otro lugar que no sea EE UU (concretamente en el barrio neoyorkino de Queens) o en China, donde brotan los millonarios como champi?ones. Islam es el producto acabado de una idea (enriquecerse es posible en un mercado financiero), una voluntad f¨¦rrea y pericia especulativa.
Pero lo que m¨¢s llama la atenci¨®n en Islam (cada d¨ªa que pasa empiezan a enriquecerse m¨¢s temprano; acabar¨¢n especulando en la guarder¨ªa) es el trazo firme de su proyecto vital. No esconde nada. Cuando se le pregunta ?Que es lo que mueve el mundo? responde sin vacilaci¨®n: El dinero. Donde un poeta de su edad hubiera respondido El amor y un maestro del retru¨¦cano hubiera contestado El amor... al dinero (el dramaturgo y director de cine David Mamet en The Heist, sin ir m¨¢s lejos), el alumno del Stuyvesant se ci?e a la realidad sin adornos. Cuando sea mayor (en 2015), constituir¨¢ un hedge fund para acumular 1.000 millones de d¨®lares en el primer a?o y ganar influencia. Bien sabe ¨¦l que cuando los mercados fallan, la influencia es decisiva.
No es del todo exacto comparar al chico con El lobo de Wall Street, el personaje reconstruido por Scorsese: Jordan Belfort empez¨® como un advenedizo en las sentinas del sistema, trep¨® pisando leyes y acab¨® pagando su arribismo; Islam sigue las reglas y lograr¨¢ parecerse a los lobos genuinos de Wall Street a los que venera (los hemanos Koch, con una fortuna de 89.000 millones de d¨®lares). Hay que estudiar mejor Barry Lindon, de Thackeray, para entender quienes est¨¢n llamados a estar dentro y quienes no.
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Este texto est¨¢ basado en una informaci¨®n falsa publicada por la revista New York Magazine y recogida por EL PA?S. Los hechos han sido posteriormente aclarados por diversas informaciones, incluyendo la publicada por este peri¨®dico.
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