Demasiado d¨¦bil para respirar. Sin fuerzas para llorar
Beb¨¦s prematuros que luchan por sobrevivir, madres que dejan muy pronto de amamantar a sus hijos y ni?os que no crecen Estas son algunas de las caras de la desnutrici¨®n, una realidad descarnada y habitual para muchas familias paquistan¨ªes
La habitaci¨®n est¨¢ decorada con dibujos y globos. Hay beb¨¦s consumidos tumbados en camas azules y dentro de incubadoras. Muchos de ellos apenas pesan m¨¢s de un kilo, incluso d¨ªas despu¨¦s de su nacimiento. Normalmente, los que pesan menos de un kilo no son ingresados en el hospital pues sus probabilidades de sobrevivir son m¨ªnimas. Los beb¨¦s est¨¢n conectados a ox¨ªgeno, fluidos y bajo constante observaci¨®n. Luchan por respirar, por vivir. Algunos de ellos no tienen ya m¨¢s fuerza para llorar. El doctor Barkat Hussein se pasea por la sala de neonatolog¨ªa. Comprueba los signos vitales con su estetoscopio. Hay algunas instrucciones en la pared: ¡°Seca al beb¨¦, comprueba su respiraci¨®n, sus pulsaciones¡±. El doctor Barkat toma a Chath Bibi entre sus manos, lo hace cuidadosamente para no lastimarle el cuello. Chath Bibi naci¨® de manera prematura y ha estado en la sala de neonatolog¨ªa durante 18 d¨ªas. Cuando fue ingresada, su peso era de 1,65 kilos, ahora pesar 1,43. Es normal que los beb¨¦s pierdan peso en los primeros d¨ªas de vida. Chath Bibi tiene un destino dif¨ªcil, pero su recuperaci¨®n est¨¢ en camino.
Una de las im¨¢genes m¨¢s impactantes de la desnutrici¨®n puede verse en esta sala de cuidados intensivos del Hospital de Distrito de Dera Murad Jamali, en la provincia de Baluchist¨¢n, al que M¨¦dicos Sin Fronteras (MSF) facilita apoyo. Seg¨²n datos oficiales de 2011, la desnutrici¨®n es la causa directa o indirecta del 35% de las muertes de ni?os menores de cinco a?os en Pakist¨¢n. Entre un cuarto y un tercio de los reci¨¦n nacidos llegan al mundo con bajo peso, y una de cada dos mujeres en edad reproductiva pesa menos de 45 kilos. Las provincias de Sindh y Baluchist¨¢n registran la mayor proporci¨®n de ni?os con desnutrici¨®n en el pa¨ªs. La polvorienta localidad de Dera Murad Jamali, uno de los lugares m¨¢s calurosos de Pakist¨¢n, se ubica en ese epicentro de la desnutrici¨®n. Cerca del emblem¨¢tico r¨ªo Indo, la zona es un cruce de culturas donde la poblaci¨®n habla casi cualquier idioma: desde sindhi a baluchi, y tambi¨¦n seraiki y urdu.
Beb¨¦s prematuros
¡°Por favor, respeten siempre la capacidad de la sala¡±, se lee en un cartel en la entrada, firmado por el supervisor m¨¦dico. ¡°Hay capacidad para 13 beb¨¦s. Normalmente, est¨¢ repleta y tenemos que rechazar pacientes¡±, explica el doctor Barkat. ¡°La mayor¨ªa han nacido fuera del hospital, en sus casas. Cuando llegan aqu¨ª, los beb¨¦s tienen mucha angustia y problemas respiratorios por el uso de oxitocina¡±, dice.
Muchos parteros tradicionales y algunos doctores de cl¨ªnicas privadas recurren con frecuencia al uso de f¨¢rmacos como la oxitocina para agilizar los partos. Adem¨¢s, las mujeres trabajan duro en el campo durante sus embarazos y eso conduce a que muchos ni?os nazcan d¨¦biles y de manera prematura. Llegan al hospital en mal estado, a menudo m¨¢s de un mes despu¨¦s de haber nacido. ¡°La gente nos trae a sus hijos por problemas secundarios. No saben si su beb¨¦ est¨¢ creciendo o no. Solo saben que tiene neumon¨ªa, diarrea y v¨®mitos. Cuando les explicamos lo que sucede realmente, entienden que el principal problema de su hijo es la desnutrici¨®n¡±, afirma el doctor Barkat.
Si las cosas van bien, los ni?os permanecer¨¢n en la sala de neonatolog¨ªa durante cinco o seis d¨ªas. En los peores casos pueden llegar a estar hasta tres meses. Esta unidad es solo el comienzo del viaje. El programa de nutrici¨®n terap¨¦utica de MSF atiende a miles de familias cada a?o: m¨¢s de 39.000 menores de cinco a?os han recibido tratamiento desde 2010 en los servicios de hospitalizaci¨®n y ambulatorios ubicados en Dera Murad Jamali y en las localidades vecinas de Dera Allah Yar y Usta Muhammad. Desde que comenz¨® el programa ha habido un constante incremento del n¨²mero de ingresos.
Jongel Bugti, un agricultor de Tipul Shah, acude al programa por cuarta vez. Espera turno en el hospital de Dera Allah Yar `para una consulta y para recibir medicamentos o al menos algunas de las barritas terap¨¦uticas energ¨¦ticas de pasta de cacahuete conocidas como Plumpy Nut. En esta ocasi¨®n acompa?a a su sobrino, de solo un a?o de edad. Pesa solo 5,5 kilos. ¡°Los doctores nos dan una especie de chocolate. Con esta medicina, los ni?os mejoran. No solo es mi experiencia, todo el mundo dice lo mismo por aqu¨ª¡±, explica Bugti. ¡°Trabajo todo el d¨ªa para ganar un sustento. Nuestras mujeres tambi¨¦n trabajan en el campo porque somos pobres. No tienen tiempo para amamantar a sus hijos. El mayor problema en Baluchist¨¢n es la falta de educaci¨®n. Este es el mayor obst¨¢culo para que las cosas mejoren¡±, lamenta.
Condiciones adversas
Su opini¨®n es compartida por el doctor Barkat. Pobreza, un n¨²mero insuficiente de profesionales m¨¦dicos y centros sanitarios, y la falta de concienciaci¨®n sobre salud contribuyen al problema de la desnutrici¨®n. Los incidentes de seguridad en Baluchist¨¢n son frecuentes y la zona se ha visto afectada por inundaciones de manera recurrente. Los desastres naturales tienden a agravar la inseguridad alimentaria ya que destruyen el sustento vital y empeoran las condiciones de vida de las personas, como sucedi¨® con las terribles inundaciones de 2010 que afectaron a millones de personas.
Adem¨¢s, algunas madres dejan de dar el pecho a sus beb¨¦s poco despu¨¦s del parto o no empiezan a hacerlo nunca. ¡°Cambian el patr¨®n de la alimentaci¨®n. Si comienzan a amamantar tambi¨¦n dan biber¨®n y otros productos y, entonces, el beb¨¦ es apartado muy pronto del pecho y comienza a desnutrirse¡±, dice el doctor Barkat. Pese a que cuesta dinero, dar a los beb¨¦s leche de f¨®rmula o maternizada es una pr¨¢ctica muy com¨²n. A menudo, las mujeres tienen que cuidar a varios hijos y no tienen tiempo suficiente para amamantar a los m¨¢s peque?os o creen que su leche no es suficientemente buena pues tambi¨¦n padecen desnutrici¨®n.
Labor de concienciaci¨®n
Sin embargo, amamantar es crucial en los primeros meses de vida del ni?o puesto que proporciona los anticuerpos con los que luchar contra las enfermedades. La leche materna est¨¢ limpia, libre de bacterias nocivas y siempre est¨¢ fresca y disponible. Unicef y la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) recomiendan que los ni?os sean amamantados exclusivamente durante al menos los seis primeros meses de vida y no reciban ning¨²n otro tipo de alimentaci¨®n adicional durante ese periodo. Pero seg¨²n el ¨²ltimo Estudio Nacional de Nutrici¨®n de Pakist¨¢n (2011), casi cuatro de cada diez mujeres de Baluchist¨¢n no comienzan a amamantar a sus hijos en la primera hora tras el nacimiento y, muchas de ellas, no lo har¨¢n nunca. Algunas familias tambi¨¦n priorizan la leche materna a un ni?o en particular, generalmente var¨®n.
Cada d¨ªa, a primera hora de la ma?ana, una quincena de madres se juntan con sus hijos en el hospital de Dera Murad Jamali para asistir a una sesi¨®n de promoci¨®n de salud. Durante 20 minutos, el personal de MSF muestra carteles con dibujos y explica c¨®mo de importante es limpiar la comida, lavarse las manos y dan detalles sobre los tipos de alimentaci¨®n. Ponen especial ¨¦nfasis en la necesidad de no sustituir la leche materna por otros productos. ¡°A menudo, las madres tienen preguntas y al final admiten que deben seguir los consejos. De lo contrario, sus hijos tendr¨¢n problemas¡±, explica Abdul Majit, un enfermero.
¡°Dej¨¦ de amamantar a mi beb¨¦ despu¨¦s de un mes porque pens¨¦ que era malo para ¨¦l y que ten¨ªa poca leche. Empec¨¦ a darle leche maternizada. Los m¨¦dicos dicen que deber¨ªa continuar con la lactancia materna y lo intentar¨¦¡±, dice Lal Kahu, una madre de unos 20 a?os. Su hijo de cuatro meses lleg¨® al hospital sufriendo diarrea y v¨®mitos, pero ha recibido medicaci¨®n durante los ¨²ltimos d¨ªas y ahora se est¨¢ recuperando, por lo que la familia abandonar¨¢ pronto el hospital y regresar¨¢ a la aldea, colindante con los campos de arroz.
Un rayo de esperanza
Otros ni?os no tuvieron la misma suerte que el hijo de Lal Kahu. No recibieron el tratamiento a tiempo. En 2013, 84 menores murieron en las unidades de MSF en Dera Murad Jamali y las localidades cercanas, y en 2014 han fallecido 66. Casi cada familia en la zona ha sufrido la tragedia de perder a un ni?o o tiene un vecino que lo ha padecido. Algunas mujeres han perdido hasta cinco hijos. Si hay suerte, este no ser¨¢ el destino de Abdurraman, un beb¨¦ de ocho meses. Fuera del hospital, ocho miembros de su familia esperan a que reciba el alta m¨¦dica. Est¨¢n sentados sobre una manta con el abuelo, Ahmed Lahi Day. Abdurraman estaba desnutrido, pero ha recuperado fuerzas en los ¨²ltimos cinco d¨ªas con el apoyo del equipo m¨¦dico. En la sala solo hay espacio para su madre, as¨ª que Ahmed pasar¨¢ la noche durmiendo al raso, esperando a que su nieto salga al d¨ªa siguiente. Est¨¢n contentos de poder irse a casa. Pero no saben cu¨¢ndo ser¨¢ la pr¨®xima vez que tengan que regresar.
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