La estrella de Wall Street pierde brillo
Tras ser considerada como un or¨¢culo, ahora los inversores abandonan a la afamada analista Meredith Whitney
El ¨¦xito en Wall Street es ef¨ªmero. Y m¨¢s r¨¢pido alguien logra despuntar en la mayor casa de apuestas del mundo, mayor es el batacazo desde lo m¨¢s alto. Es un v¨¦rtigo que empieza a sentir Meredith Whitney (Nueva Jersey, 1969) la analista financiera que se convirti¨® en una de las figuras m¨¢s poderosas en el mundo de las financias por sus malos augurios. Decidi¨® ir por libre, creando su propio fondo de inversi¨®n, y le cambi¨® de golpe la suerte.
Kenbelle Capital, el hedge fund (fondo de cobertura) que fund¨® hace poco m¨¢s de un a?o y medio en Nueva York, atraviesa por serios problemas. Las oficinas de la firma de inversi¨®n est¨¢n en el ¨¢tico del 444 de Madison Avenue, justo debajo del cartel luminoso de Burberry que corona el rascacielos. Ahora, el espacio est¨¢ en el mercado, dos de sus principales ejecutivos abandonaron el fondo y poderosos inversores, como BlueCrest Capital, le piden que les devuelven lo que debe.
Lejos quedan los a?os en los que la revista Forbes coloc¨® a Whitney como la segunda mejor ojeadora del parqu¨¦ neoyorquino, en un universo dominado por hombres. Eso fue en 2007, cuando escribi¨® un informe muy pesimista sobre el estado de las cuentas de los grandes bancos por las operaciones que hicieron con hipotecas basura. El diario The New York Post lleg¨® a colocarla entonces entre las 50 mujeres m¨¢s influyentes en el centro del capitalismo.
De adolescente, la graduada de la Universidad de Brown quer¨ªa ser veterinaria. Ten¨ªa 37 a?os cuando se convirti¨® en uno de los or¨¢culos de lo que despu¨¦s se bautizar¨ªa como la Gran Recesi¨®n. Su augurio le meti¨® en la lista que la revista Crain dedica a las 40 personalidades con menos de 40. El peri¨®dico The Wall Street Journal la calific¨® como la analista m¨¢s controvertida de Estados Unidos. Lleg¨® a estar entre las 50 mujeres m¨¢s poderosas en el mundo de los negocios, seg¨²n Fortune.
Eso era cuando la analista trabaja para Oppenheimer, uno de los fondos m¨¢s respetados de Wall Street. Whitney, de 45 a?os de edad, construy¨® su perfil con la llamada de atenci¨®n que dio a Citigroup, un a?o antes de que el conglomerado tuviera que ser rescatado de la hecatombe hipotecaria. A partir de ese momento, las televisiones financieras se peleaban por tenerla en sus programas. En pleno esplendor, cre¨® Meredith Whitney Securities.
Al inicio de su estelar ascenso, Meredith Whitney fue de la mano de su marido John Layfield. ?l ya era famoso antes que ella. Este profesional retirado de la lucha libre, conocido entre las cuerdas como JBL y que se presentaba al p¨²blico como un empresario del petr¨®leo tipo J.R. Ewing en la serie Dallas, se la ingeni¨® para gestionar su patrimonio invirti¨¦ndolo en Wall Street. La cadena Fox, de Rupert Murdoch, le fich¨® para exponer sus estrategia en el programa Bulls & Bears y all¨ª se conocieron, en el plat¨® de los estudios de News Corporation, discutiendo ya cinco a?os antes del colapso financiero sobre si los inversores deb¨ªan comprar o no acciones de Citigroup.
Layfield y Whitney se casaron en la id¨ªlica Key West, en Florida, cuando ella ten¨ªa 35 a?os. Pero siempre dej¨® claro que era una mujer independiente, capaz de salir adelante por si sola. Layfield cuenta que su mujer le refin¨®. En la primera cita, le prohibi¨® ir con vaqueros.
El primer intento de ir en solitario en el mundo financiero no le fue bien. Decidi¨® jugarlo todo al derrumbe del mercado de bonos locales, el de la deuda que asumen los ayuntamientos para poder operar. Salvo la suspensi¨®n de pagos de Detroit, la mayor en la historia de Estados Unidos, el desastre nunca lleg¨® a materializarse. Peor a¨²n, su error de c¨¢lculo fue tan grande, porque result¨® ser uno de los productos financieros que mejor rendimiento tuvo en 2011 y eso le cre¨® muchos enemigos.
En agosto del a?o pasado, la analista desmantel¨® la firma de asesor¨ªa tras tres a?os de p¨¦rdidas y concentr¨® los recursos en el emergente fondo especulativo. Whitney trabaj¨® muy bien para otros, m¨¢s que para ella misma. Su patrimonio personal sufri¨® un serio rev¨¦s durante los a?os de la crisis financiera, pese a haber sido la persona que anticip¨® que Lehman Brothers quedar¨ªa reducida a la nada. ¡°Ir¨®nico, ?verdad?¡±, comentaba en una reciente entrevista.
El hedge fund empez¨® a funcionar con 50 millones de d¨®lares (m¨¢s de 41 millones de euros) y mucha fanfarria. Pero las cosas van ahora peor de lo que auguraron algunos. Meredith Whiteney promet¨ªa a sus clientes retornos de hasta el 17%. Sin embargo, los inversores que le confiaron su dinero han visto c¨®mo su cuenta pierde un 11%. Si lo hubieran jugado al ¨ªndice S&P 500, el que integra a las mayores corporaciones de Estados Unidos, habr¨ªan ganado un 12%. Eso explica la reciente desbandada.
Michael Platt, el multimillonario que est¨¢ detr¨¢s de BlueCrest Capital, la demanda ahora para poder recuperar los 46 millones de d¨®lares (casi 37 millones de euros) que est¨¢n a¨²n en el fondo especulativo. Un giro dram¨¢tico para Meredith Whitney, porque quien ahora le ataca en los tribunales fue el primero que le ayud¨® a crear Kenbelle Capital. Su abogado responde diciendo que ella se siente ¡°insultada¡± y ¡°ofendida¡±, pero deja claro que es una luchadora y saldr¨¢ adelante.
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