¡®Cate¡¯ Aguirre y ¡®Choni¡¯ Castedo
Como ve¨ªa que le daban las uvas y Mariano sin decantarse, Esperanza se ha vestido de chulapa y ha puesto al jefe en el brete de decirle que nones a una yegua ganadora
S¨ª, a los sue?os. S¨ª, a la libertad. S¨ª, al amor. S¨ª, a m¨ª misma, te lo juro, o sea. No, no es que me haya dado un coma diab¨¦tico-et¨ªlico por todos los hect¨®litros de chupitos de crema de orujo que llevo metidos entre Aumentax y espalda desde el principio de los Fastos, que tambi¨¦n. No. Es que el otro d¨ªa, en la sobremesa de la Nochebuena con mis suegros, valga la ant¨ªtesis, en vez de darme llorona y ponerme a cantar L'Estaca por Llu¨ªs Llach, como Monedero a la que te descuidas, me dio tan intensa que me puse a imaginarme a Esperanza Aguirre declamando como Cate Blanchett en el anuncio del perfume S¨¬, de Armani, y ahora no puedo quit¨¢rmela de la cabeza. A Aguirre, s¨ª, especifico, que con tanta negrita me pierdo hasta yo misma, pero a la fuerza ahorcan. Si no meto a equis famosos por p¨¢rrafo en esta tribuna, me sale mi jefe con que tome ejemplo del fin¨ªsimo de Boris, que para eso me pagan, y no le cuente a la pe?a mi asco de vida, que bastante tienen las pobres criaturas con la suya propia.
Pero bueno, a lo que iba, que no est¨¢ el mercado laboral para ponerse en plan Femen del columnismo alternativo. Bueno, ni el mercado ni mis atributos pectorales, si vamos a eso, pero hab¨ªamos quedado en que los periodistas no eran noticia, con permiso de Ana Pastor, Jordi ?vole y Paco Marhuenda. T¨² ponte en su piel. En la de Aguirre, insisto, que la de Blanchett no es de este mundo de tan et¨¦rea, tan transl¨²cida y tan de diosa de las ant¨ªpodas. El caso es que va Esperanza, una pobre sexagenaria seg¨²n se autodefine cuando le conviene, se autojubila hace tres a?os de presidenta madrile?a para ver crecer a sus nietos, se percata de que se aburre que se mata ejerciendo de abuela y, justo ahora que ve pasar el tren de la alcald¨ªa de Madrid por la puerta de su palacete, tiene que esperar a que un sin sangre gallego, por muy presidente del Gobierno y de su partido que sea, la se?ale con el ¨ªndice como candidata. Pues s¨ª, hombre, menuda es ella de ultraliberal y de mujerona para tener que esperar a que ning¨²n var¨®n que no sea Aznar I de Espa?a y vitalicio de FAES le de ¨®rdenes. Total, que como ve¨ªa que le daban las uvas y Mariano sin decantarse, ha sido ella misma la que se ha plantado en la calle de Alcal¨¢ con la falda almidon¨¢ y los nardos apoyaos en la cadera, y ha puesto al jefe en el brete de tener que decirle que no a un caballo ¡ªperd¨®n, yegua¡ª ganador ¡ªperd¨®n, ganadora¡ª en plena carrera por la igualdad de oportunidades.
Ahora, para posfeminista radical, due?a de su destino y lideresa 3.0, la exalcaldesa de Alicante, Choni, perd¨®n, Sonia Castedo. Mientras que otras ilustres procesadas tragan carros y carretas y no renuncian ni aunque se lo pida de rodillas Su Majestad su hermano por no hacerle un feo al padre de sus cuatro hijos, la edila ha cortado por Facebook con sus 335.000 conciudadanos como quien corta por whatsapp con un maromo de una noche tonta. Talmente como la tal Chlo¨¦ del anuncio de la colonia hom¨®nima, ahora que lo pienso. He bebido demasiado.
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