Aldea de aldeas
Y en esto lleg¨® Pablo Iglesias y mand¨® parar. Tiene una idea de Catalu?a
Que pretender gobernar Espa?a es una tarea enormemente dif¨ªcil si no se tiene una idea de c¨®mo han de ser las relaciones del resto del pa¨ªs con Catalu?a, es algo que se ha puesto de manifiesto en los ¨²ltimos a?os y, muy se?aladamente, tras el pulso independentista lanzado por Artur Mas.
Y en esto lleg¨® Pablo Iglesias y mand¨® parar. Tiene una idea de Catalu?a.
Esa idea, al parecer, se la ha dictado desde el m¨¢s all¨¢ Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n, el pol¨ªgrafo mestizo m¨¢s f¨¦rtil de Catalu?a en los a?os de la denostada Transici¨®n. V¨¢zquez es autor de muchas ocurrencias en la pol¨ªtica y la literatura que tuvieron singular ¨¦xito (curiosamente la que m¨¢s se le atribuye, ¡°el Bar?a es m¨¢s que un club¡±, no es suya sino de Javier Coma). V¨¢zquez ten¨ªa una visi¨®n propia de la progres¨ªa catalana de los a?os ochenta y noventa.
Iglesias, que es un madrile?o hijo de progres de la ¨¦poca, nos resucita esa visi¨®n sin haberla pasado, al parecer, por el filtro de alguien que conociera bien el pa¨ªs.
Para empezar, carece de sentido que se haga una presentaci¨®n en Barcelona hablada s¨®lo en catal¨¢n para un p¨²blico que, en teor¨ªa, deber¨ªa ser de un espectro mayor.
Pero luego lleg¨® la chicha. Y la chicha no estaba tampoco demasiado elaborada.
La ¨²nica idea de Podemos sobre la organizaci¨®n del Estado es un federalismo nacido de una inspiraci¨®n socialista
?Qu¨¦ es Espa?a para este madrile?o de Vallecas? Pues un pa¨ªs de pa¨ªses, una naci¨®n de naciones. ?Qu¨¦ quiere decir eso? No lo sabemos. ?Por qu¨¦ no una aldea de aldeas? ?Y qu¨¦ es el derecho a decidir? Pues el derecho a decidirlo todo. Otra vaciedad. No sabemos qu¨¦ piensa Iglesias sobre la legalidad de una consulta pedida a los catalanes o a todos los espa?oles. Claro, que eso est¨¢ en la Constituci¨®n de 1978, que es el antiguo r¨¦gimen. Al parecer, este no es un buen terreno para los profesores de pol¨ªtica.
S¨®lo hay un terreno en el que Iglesias parec¨ªa sentirse c¨®modo. Curiosamente es el de la lucha de clases. No entr¨® seriamente en ning¨²n asunto relacionado con la identidad o el patriotismo. No entr¨®, realmente, en ning¨²n asunto que pudiera molestar m¨ªnimamente a Ezquerra Republicana y sus mensajes xen¨®fobos.
Iglesias se entretuvo, eso s¨ª, en detallarnos la maldad inherente a la casta, uno de sus conceptos favoritos.?La casta espa?ola, que representa el PP, la casta catalana, que representa CiU, son enemigos con los que Podemos se encuentra a gusto.?El problema se les viene encima cuando hay que explicar qu¨¦ se propone hacer para que Catalu?a deje de ser un foco permanente de conflicto. ?Podemos no ha pensado realmente nada al respecto. Su ¨²nica idea sobre la organizaci¨®n del Estado es un federalismo nacido de una inspiraci¨®n socialista que no pueden reconocer por su origen.
Pablo Iglesias no puede todav¨ªa presentar una idea de c¨®mo gobernar una Espa?a con Catalu?a dentro. El buenismo zapateril ya ha mostrado sus l¨ªmites, y la literatura de V¨¢zquez Montalb¨¢n se qued¨® hace mucho en eso, en literatura. El sue?o de Mas no va a quebrarlo Pablo Iglesias, porque se quiebra ¨¦l solito. Menos mal.
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