Impagable aportaci¨®n
He le¨ªdo con gran emoci¨®n el sentido art¨ªculo que Manuel Fraij¨® dedica a Hans K¨¹ng. Indudablemente, es un amigo y se nota en todo el art¨ªculo, pero me gustar¨ªa destacar la amabilidad con que trata todo el tema del apartamiento que sufre el te¨®logo por parte de la Iglesia. Me gustar¨ªa aprovechar esta carta para pedir tambi¨¦n desde los ciudadanos de a pie que la instituci¨®n eclesial no espere a su final para reconocer a este te¨®logo su impagable aportaci¨®n a la cristiandad. Lo digo desde la certeza de quien se encuentra cada vez m¨¢s alejado de la misma en sus signos externos.
Siempre he pensado que no podemos seguir gui¨¢ndonos por dogmas de fe que desde mi punto de vista no lo son tanto, pues si hay algo inamovible esa es la certeza de que el mundo cambia y todos, todos, tenemos que adaptarnos a esos cambios. Tambi¨¦n al Iglesia.¡ª Jos¨¦ Valent¨ªn Valent¨ªn.
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