La vieja Alepo no puede morir
Un alto el fuego, aunque insuficiente, es urgente, necesario e inaplazable
Casi cuatro a?os. Desde aquel fat¨ªdico 15 de marzo de 2011 se cuentan m¨¢s de 240.000 fallecidos, m¨¢s de tres millones de refugiados y m¨¢s de cuatro millones y medio de desplazados internos. Siria se ahoga en un conflicto sangriento, cruel y est¨¦ril. La poblaci¨®n siria es testigo de uno de los peores dramas de lo que va de siglo, y es el momento de decir basta.
Alepo es una de las ciudades habitadas m¨¢s antiguas del mundo y uno de los peores escenarios de batalla en esta guerra. Tiene seis lugares declarados patrimonio de la humanidad. Algunos presentan ya da?os irreversibles. Hoy est¨¢ bajo control rebelde, pero rodeada por las fuerzas del r¨¦gimen de Asad. A pocas decenas de kil¨®metros acecha el Estado Isl¨¢mico. La sucesi¨®n de fracasos es inexplicable. Todos los intentos, incluyendo las negociaciones de Ginebra, han frustrado las esperanzas para una paz que, en caso de haber llegado a tiempo, habr¨ªa evitado situaciones tan espeluznantes como el resurgimiento del terrorismo extremista del Estado Isl¨¢mico.
Un alto el fuego en Alepo, aunque insuficiente, es urgente, necesario e inaplazable. Requerir¨¢ enormes esfuerzos humanitarios para paliar la cat¨¢strofe que la cruenta guerra deja tras de s¨ª, adem¨¢s del gran trabajo del mediador de Naciones Unidas, Staffan de Mistura. Los dos grandes aliados del r¨¦gimen de Damasco, Rusia e Ir¨¢n, tienen motivos para buscar un alto el fuego. Rusia necesita ahorrar por la delicad¨ªsima situaci¨®n econ¨®mica que atraviesa, fruto de la ca¨ªda en los precios del petr¨®leo y de las sanciones; pero tambi¨¦n demostrar que puede contribuir con cierta responsabilidad a la estabilidad internacional. Ir¨¢n est¨¢ en un momento crucial en la negociaci¨®n nuclear. Debe proyectarse como potencia regional constructiva, pero tambi¨¦n se ve afectado por la ca¨ªda del precio del petr¨®leo y las sanciones, y siente la fatiga de sostener econ¨®micamente a Hezbol¨¢ y al Ej¨¦rcito sirio. Con Mosc¨² y Teher¨¢n a favor, a Asad no le queda opci¨®n.
Las coaliciones, si quieren dar resultados, exigen ser amplias, inclusivas y representativas
El posible alto el fuego ilustra la naturaleza de los acuerdos en el nuevo y cambiante entorno global en el que nos movemos. Si se produjera, la oferta de alto el fuego sentar¨ªa en el mismo lado de la mesa a Estados Unidos, Uni¨®n Europea, Rusia, Ir¨¢n y quiz¨¢ a Arabia Saud¨ª y Catar. Las coaliciones, si quieren dar resultados, exigen ser amplias, inclusivas y representativas; aceptando que los intereses de todas las partes deben estar representados. El gran problema es el mismo que se present¨® con el acuerdo por las armas qu¨ªmicas: se salva a Asad como interlocutor necesario, aceptando su presencia tras haberlo combatido, para resolver el conflicto.
La multipolaridad se muestra con toda su crudeza: no basta, ni bastar¨¢ en lo sucesivo, con que una de las partes lidere u ofrezca algo en solitario. Las ofertas tienen que estar consensuadas, ya que una oferta unilateral no siempre tiene la fuerza suficiente como para imponerse. En el caso de Siria, tanta muerte y destrucci¨®n podr¨ªan haberse evitado si se hubiera negociado con m¨¢s tenacidad. Hoy hay muchos m¨¢s polos con capacidad de ofrecer y atraer hacia s¨ª a los actores afectados.
Esta complejidad no se da exclusivamente en un Oriente Medio cr¨®nicamente inestable, sino que aqu¨ª, en Europa, debemos afrontarla cuanto antes. El poder de atracci¨®n del polo europeo se ha visto mermado. La crisis del euro deja paso, poco a poco, a otra crisis. Sin llegar a resolver del todo los problemas econ¨®micos que lastran el crecimiento y el empleo en el continente, nos hemos encontrado con la gran crisis geopol¨ªtica que puede condicionar y marcar los pr¨®ximos a?os. Ucrania, Rusia, el norte de ?frica y Oriente Medio nos presentan retos de gran calado. El presidente de la Comisi¨®n Europea, Jean-Claude Juncker, ha pedido al nuevo comisario de pol¨ªtica regional ¡ªel austr¨ªaco Johannes Hahn¡ª que haga recomendaciones para redefinir la Pol¨ªtica Europea de Vecindad.
La Pol¨ªtica Europea de Vecindad necesita un replanteamiento integral
La Pol¨ªtica Europea de Vecindad necesita un replanteamiento integral, que responda al nuevo entorno mundial. Stefan Lehne ha descrito de manera brillante este giro copernicano: la Uni¨®n Europea no es el centro en torno al cual giran exclusivamente sus vecinos. Hay otros jugadores, otros polos que atraen y son atra¨ªdos al margen de la UE. La Pol¨ªtica Europea de Vecindad debe asumir esta realidad. La nueva Comisi¨®n brinda la ocasi¨®n perfecta para generar confianza estrat¨¦gica dentro de Europa. La nueva alta representante tendr¨¢ que trabajar para que los Estados miembros cooperen con las instituciones europeas mientras potencia el Servicio Europeo de Acci¨®n Exterior.
Como se ha se?alado ya muchas veces, la revisi¨®n de la Pol¨ªtica Europea de Vecindad debe plantear si merece la pena tener un solo patr¨®n que aplicar en todos los casos. La oferta europea ya no es la ¨²nica, hoy hay m¨¢s marcos donde integrarse, m¨¢s actores a los que recurrir y m¨¢s oportunidades a lo largo y ancho del globo.
Tan importantes son nuestros vecinos geogr¨¢ficos como, en ocasiones, los vecinos de nuestros vecinos. Unos no se pueden entender ni abordar sin los otros. El caso de los Balcanes es claro. China est¨¢ reactivando ese ¨²ltimo tramo de la antigua Ruta de la Seda para llegar a los puertos del Mediterr¨¢neo a trav¨¦s de los Balcanes. Qui¨¦n lo hubiera imaginado hace unos a?os.
El mundo es testigo de cambios excepcionales y acelerados
La Pol¨ªtica Europea de Vecindad necesita marcos m¨¢s flexibles. Aplicar un est¨¢ndar para todos ya no tiene sentido. Aquellos que sean considerados estrat¨¦gicos requerir¨¢n m¨¢s atenci¨®n y compromiso, especialmente cuando se ha demostrado que la condicionalidad resumida en dar m¨¢s a cambio de m¨¢s ¡ªmore for more¡ª no est¨¢ dando resultados. La condicionalidad se ve limitada por la voluntad de la otra parte de aceptar la agenda europea.
La conclusi¨®n es de todo punto urgente. El mundo es testigo de cambios excepcionales y acelerados. Asumiendo que la multipolaridad no se ve acompa?ada de un sistema multilateral eficaz, ser¨¢ mucho m¨¢s dif¨ªcil resolver los problemas. Siria, incluida dentro de la Pol¨ªtica Europea de Vecindad, es un ejemplo.
Javier Solana es distinguished fellow en en la Brookings Institution y presidente de ESADEgeo, el Centro de Econom¨ªa y Geopol¨ªtica Global de ESADE.
??Project Syndicate, 2014.
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