Si vas al f¨²tbol, no insultes
La Liga de F¨²tbol profesional pudo haber expulsado hace mucho a los violentos, pero no lo hizo. Ahora hay un cambio de pol¨ªtica
La muerte de un hincha del Deportivo, golpeado primero y arrojado al r¨ªo despu¨¦s por elementos del Frente Atl¨¦tico, parece haber despertado al f¨²tbol espa?ol. Todos a una, prensa deportiva incluida, se han puesto al frente de la manifestaci¨®n para erradicar los actos de violencia, incluida la verbal. Se pide a los aficionados que moderen su lenguaje, y todo aquel que asome una sombra de duda al respecto, caso del t¨¦cnico Luis Enrique por decir aquello de ¡°si echan a los que insultan nos quedamos solos¡±, es r¨¢pidamente vilipendiado. La unanimidad sirve para ocultar responsabilidades. Ahora todos se apuntan a la tolerancia cero.
Entre esta muerte y la anterior (sucedida en 2003) han transcurrido 11 a?os. Y en estos 11 a?os hab¨ªan seguido sucediendo hechos tales como el lanzamiento de un mechero a un jugador (Cristiano Ronaldo, en el estadio Vicente Calder¨®n, en febrero de 2014, con 660 euros de multa al Atl¨¦tico) o el de un bote con gas lacrim¨®geno en el estadio del Villarreal (febrero de 2014, sancionado con 4.000 euros de multa) que provoc¨® una evacuaci¨®n del recinto. Ninguna de estas acciones, y otras parecidas, fue severamente sancionada. ?Se consider¨® que eran de baja intensidad? Los gestos racistas, los insultos y los c¨¢nticos reprobables no han cesado. Como igualmente han seguido operando los grupos ultras, de extrema ideolog¨ªa. Todos menos un grupo, los boixos nois del Barcelona, culpables de la muerte de un hincha del Espa?ol en 1991, expulsados en 2004 por el entonces presidente Laporta.
Lo que hizo Laporta pudieron haberlo hecho los dem¨¢s presidentes: retirar la ayuda econ¨®mica primero, quitarles el uso de un local en el estadio y finalmente expulsarlos. Pero no lo hicieron. La Liga de F¨²tbol profesional pudo haber obligado a tomar esa decisi¨®n. Pero no lo hizo.
A las pocas horas de fallecer el hincha del Deportivo el propietario del Atl¨¦tico se inhibi¨® de toda responsabilidad
El aficionado debe saber que todos los socios ultras est¨¢n censados e identificados. Por el club, por su servicio de seguridad, y tambi¨¦n por la polic¨ªa nacional. El aficionado debe saber que todos los estadios disponen, por una ley que data de 2007, de c¨¢maras de vigilancia y de un centro de control, que deben permitir la identificaci¨®n del causante de cualquier incidente que ocurra en el recinto y sus accesos. Pero tambi¨¦n debe saber que esas c¨¢maras est¨¢n obsoletas y no han sido renovadas, de tal forma que incidentes como los del Vicente Calder¨®n y Villarreal se saldaron sin la identificaci¨®n de sus autores. Transcurridas varias semanas de la muerte del aficionado del Deportivo, una operaci¨®n policial permiti¨® detectar a los supuestos responsables del acto. As¨ª que ahora queremos pasar de la impunidad cero a la tolerancia cero.
Las medidas de seguridad en el f¨²tbol profesional le cuestan cerca de 20 millones anuales al erario p¨²blico. Mucho dinero para vigilar que decenas de ultras no causen da?o. Algunos estudios se?alan que hay unos 2.000 ultras censados en el f¨²tbol espa?ol. ?No habr¨ªa sido m¨¢s f¨¢cil y m¨¢s barato haberles impedido el paso a los estadios? Laporta retir¨® de la circulaci¨®n a 400.
A las pocas horas de fallecer el hincha del Deportivo, Miguel ?ngel Gil, el propietario del Atl¨¦tico de Madrid lleg¨® a inhibirse de toda responsabilidad porque la agresi¨®n se produjo fuera del estadio. El Frente Atl¨¦tico ha causado ya dos muertes y ¨¦l no se dio por aludido: entre la primera y la segunda han pasado 16 a?os, tiempo suficiente para haber hecho lo que dice ahora que va a hacer en unas semanas, expulsar a los ultras.
As¨ª que ahora el f¨²tbol espa?ol quiere imponer un tratado de buenas maneras y llenar los estadios de p¨²blico refinado. Y pensar¨¢n los presidentes que habr¨¢ que felicitarlos por ello.
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